Euskadi, hacia una economía circular que minimiza el vertido de residuos

Euskadi trabaja para dar paso a una nueva era en la que la minimización y la circularidad de los residuos deben ser protagonistas
Autor
27-01-2023

El Plan de Prevención y Gestión de Residuos de Euskadi 2030, aprobado a finales de 2021, marcaba 4 objetivos estratégicos que tienen que ver con la reducción de un 25% en la tasa de generación de residuos totales por unidad de PIB; con la recogida selectiva, para alcanzar en 2030 un 85% de residuos segregados en origen; con la valorización, para lograr un 85% de residuos reconvertidos en recursos secundarios; y con la limitación a menos de un 15% de los residuos depositados en vertedero para el final de la década.

Bajo este marco, Euskadi está trabajando en tres direcciones complementarias y de forma paralela. Primero, minimizando drásticamente el vertido, lo que permitirá la clausura de varios vertederos cuyo espacio se regenerará y se restaurará ambientalmente para integrarlo en el entorno. En segundo lugar, impulsando el tratamiento de reciclaje y puesta en valor de aquellos residuos que sean aptos para ello; y, por último, en la recién presentada hoja de ruta en materia de vertido, asegurando la capacidad de vertido necesaria, garantizando la autosuficiencia de Euskadi en esta materia y estableciendo las condiciones de seguimiento necesarias de dichas instalaciones.

Partimos de un punto en el que la capacidad de vertido se ha reducido de forma muy notable, pero aún necesitamos disponer de espacio para su depósito mientras las medidas de reducción hacen su efecto. Con esta nueva hoja de ruta se compaginarán ampliaciones puntuales de algunos vertederos, la adecuación y transformación de otros para garantizar autosuficiencia del territorio para el año 2024, y la clausura y restauración adecuada de los vertederos a medida que la reducción del vertido se vaya cumpliendo. Este paquete de actuaciones está destinado a modificar drásticamente el modelo de tratamiento de los residuos no peligrosos que se generan en nuestro territorio, con el horizonte puesto en el año 2030 y dos objetivos clave: por un lado, reducir notablemente el volumen de vertido de estos residuos, hasta que en 2030 se sitúe en el 15% del total generado; y garantizar que a partir del año 2024 las instalaciones autorizadas tengan capacidad suficiente para recibir el vertido generado en Euskadi, sin necesidad de llevarlo fuera del territorio.

Para la consecución de los objetivos establecidos en esta hoja de ruta se prevén algunas actuaciones concretas que ya están dando resultados, puesto que el vertido se está reduciendo por debajo de lo previsto inicialmente cuando se diseñó el Plan de Prevención y Gestión de Residuos actual. Una de esas medidas ya ejecutada es la orden de limitación de vertido, aprobada en 2020, que prohíbe llevar a vertedero determinados residuos, como residuos de demolición y construcción o escorias de acería, obligando a su traslado a plantas de tratamiento y reciclaje.

A esto se suman otras actuaciones puestas en marcha como las ayudas a proyectos de reciclaje y valorización, y la aprobación en los próximos años de nuevos decretos que abren nuevos usos a los materiales secundarios y prohíben su vertido.

Otra medida que se implementará es el canon de vertido. Con la entrada en vigor el 1 de enero de 2023 del canon estatal de vertido para residuos no peligrosos, se fija un importe de 10 euros por tonelada. En Euskadi, tomando como base estudios de las mejores prácticas europeas, se ha elaborado una propuesta técnica que plantea subir dicha tasa progresivamente para llegar a 20 euros por tonelada en 2025 y, ese mismo año, revisar esta cifra en función de los resultados obtenidos.

Por último, la hoja de ruta incluye una posible nueva infraestructura para la valorización de residuos y tierras que no tengan una solución inmediata alternativa al vertedero, como tierras de excavación y otros residuos áridos. Con esta infraestructura se podrían almacenar y adecuar para otros usos los materiales secundarios provenientes de estos residuos, evitando así que se lleven a vertedero.

Para llevar a efecto estas actuaciones el plan contempla, asimismo, reforzar la implicación de la administración pública en el seguimiento de la actividad de los vertederos, así como una participación directa de la Administración ambiental vasca en la gestión de aquellas instalaciones que se amplíen temporalmente para dar cabida a los residuos durante el periodo previsto para la progresiva reducción del vertido.

Asimismo, el Gobierno Vasco tiene previsto incrementar el personal de inspección y sanción para 2025, de modo que se realicen inspecciones anuales de los vertederos activos e inspecciones periódicas en vertederos inactivos.

Se establece, además, un límite máximo de vertido anual en cada instalación, en función de las características de cada vertedero. Se realizarán revisiones de todas las instalaciones de vertido con el fin de adecuarlas a la legislación vigente, y se incluirán mayores garantías financieras para el sellado y post-clausura.

 

Para todos los proyectos público-privados, se prevé un paquete de inversiones de 380 millones de euros. La meta es reducir drásticamente el vertido en Euskadi y dar paso a una nueva era en la que la minimización y la circularidad de los residuos deben ser protagonistas.

 

Para todos los proyectos público-privados, se prevé un paquete de inversiones de 380 millones de euros. Según las estimaciones realizadas, con la aplicación de estas medidas se dejarán de verter 10 millones de toneladas de residuos entre los años 2022 y 2030. La meta es reducir drásticamente el vertido en Euskadi y dar paso a una nueva era en la que la minimización y la circularidad de los residuos deben ser protagonistas.