Tecnologías limpias para la gestión sostenible de residuos
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A nivel mundial, se espera que la generación de residuos crezca aproximadamente un 60% para 2050. Es por eso que el reconocimiento y la cooperación de todas las partes involucradas (política, investigación, proveedores de tecnología, operadores de plantas, formuladores de políticas y sociedad civil) es esencial para el bien común para el ambiente.
Gracias a las tecnologías avanzadas, la gestión de residuos se está convirtiendo en una lógica integrada de gestión de residuos y recursos, reduciendo así la explotación de materiales a través del reciclaje y transformando los residuos no reciclables en un recurso valioso para toda la sociedad. Para implementar este cambio, la eliminación gradual de los basureros contaminantes es el primer objetivo que se debe perseguir.
Nuestra visión demuestra cómo las tecnologías de conversión de residuos en energía producidas por proveedores europeos están profundamente comprometidas con la eficiencia de los recursos y la mitigación del cambio climático y están listas para contribuir a una mejor gestión de los residuos en la UE y a escala mundial. Muestra cómo, para 2050, las plantas de conversión de residuos en energía contribuirán a los sistemas de energía con bajas emisiones de carbono y a las sociedades circulares y los hitos políticos y reglamentarios necesarios para llegar allí.
Las tecnologías de conversión de residuos en energía tratan los residuos residuales: residuos que no son aptos para su reutilización o reciclaje y que de otro modo serían depositados en vertederos. Por ejemplo, biomasa contaminada como la madera tratada con conservantes de madera. Las plantas de conversión de residuos en energía transforman estos residuos en energía que se utiliza para la generación de electricidad, calefacción y refrigeración y para diversas aplicaciones industriales, entre otras para producir hidrógeno.
Energía renovable
La mitad de la energía recuperada es renovable, ya que proviene de desechos de origen biogénico. Además, a diferencia de la producción variable de energía renovable (como la energía eólica o solar), la energía renovable de Waste-to-Energy es planificable y confiable. Además de esto, Waste-to-Energy recupera materias primas secundarias que se utilizan en una variedad de sectores, como la construcción, el reciclaje de metales o aplicaciones estratégicas como la fabricación de baterías.
Al combinar los efectos de la desviación de los vertederos, los procesos de eficiencia energética y la recuperación mejorada de materiales, Waste-to Energy es un sumidero considerable para las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Las plantas de conversión de residuos en energía permitirán alimentar más energía renovable en el sistema que se utilizará, p. en forma de hidrógeno, para descarbonizar otros sectores.
El futuro de WtE es circular
El futuro de Waste-to-Energy es circular, totalmente sostenible y generalizado a nivel mundial: los camiones alimentados con hidrógeno traerán residuos residuales a la planta; mientras descargan los desechos, repostarán en la estación de hidrógeno, evitando así el uso de combustibles fósiles.
Desde hogares hasta industrias, centros comerciales e invernaderos, la cantidad de instalaciones calentadas y enfriadas por la energía recuperada de los desechos crecerá constantemente. Los procesos integrados de conversión de residuos en agua podrán mejorar la gestión de residuos en áreas desérticas, y la energía recuperada de los residuos impulsará a las plantas de desalinización de agua de mar para producir agua potable de manera sostenible.
Los caminos por los que caminamos y los edificios en los que vivimos se construirán cada vez más con materias primas secundarias de cenizas de fondo, lo que reducirá la explotación de materiales primarios.
Las propias plantas de conversión de residuos en energía se convertirán en centros educativos y deportivos, con pistas de esquí, chimeneas trepadoras y canchas de tenis, restaurantes con puntos de vista y centros educativos para actividades escolares.
Recomendaciones de política
La Unión Europea tiene la capacidad de seguir avanzando y expandir la excelencia de la UE en la gestión de residuos mucho más allá de sus fronteras. Es por esto que las próximas políticas deberían reconocer este potencial al:
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Promover la jerarquía de residuos como habilitador de políticas sólidas de gestión de residuos.
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Promover el papel de Waste-to-Energy como la opción de tratamiento preferida para los residuos residuales.
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Reconocer Waste-to-Energy como una opción sostenible de gestión de residuos.
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Reconocer el valor de Waste-to-Energy para la mitigación del cambio climático.
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Minimizar la cantidad de vertedero a la cantidad estrictamente necesaria.
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Aumento de la confianza en los productos reciclados mediante el establecimiento de criterios de calidad transparentes.
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Permitir la recuperación de residuos para usos específicos.
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Apoyar la exportación de tecnologías sanas de gestión de residuos, incluido Waste-to-Energy.
Como una de las industrias más limpias de Europa, Waste-to-Energy es demasiado valiosa para ser subestimada o dejada de lado. Es una tecnología en constante evolución, abierta a la innovación y vinculada con otros sectores industriales de forma circular y sostenible.