TECNIBERIA advierte sobre la necesidad de inversión ante fenómenos climáticos extremos
- 1565 lecturas
Durante los últimos días, varios países de Centroeuropa, especialmente Alemania y Bélgica, están padecido los devastadores efectos de las inundaciones a causa de lluvias torrenciales.
Ante esta situación extrema, que está causando daños dramáticos en algunos de los países más desarrollados de Europa, TECNIBERIA llama la atención sobre la necesidad de que las Administraciones Públicas dispongan de sistemas de prevención y alerta que les permita una toma de decisiones de manera rápida y decidida para mitigar los potenciales daños, materiales y personales, de uno de los fenómenos naturales de mayor trascendencia socioeconómica a nivel mundial como son las inundaciones. Además, y aunque es muy complejo identificar las causas específicas de un determinado evento, muchos expertos apuntan a que el cambio climático puede resultar en que los eventos extremos de lluvia sean cada vez más frecuentes y que es necesario estar preparado para gestionar adecuadamente los riesgos asociados.
En el caso particular de España son la catástrofe natural que mayores daños genera. Según datos procedentes de estudios y estimaciones realizadas por el Consorcio de Compensación de Seguros y el Instituto Geológico y Minero de España, las pérdidas provocadas por inundaciones en el periodo 1987-2002 ascendieron a 12.000 millones de euros, y 25 muertes de media anual, previéndose hasta el año 2033 pérdidas superiores a los 800 millones de euros de media anual en daños.
En esta línea, TECNIBERIA quiere destacar la importancia y necesidad de llevar a cabo una planificación eficiente del territorio y de las infraestructuras que nos protegen y que nos permiten reducir los riesgos y mitigar los impactos adversos de las inundaciones. Es necesario invertir en el mantenimiento o el restablecimiento de las llanuras aluviales, en adaptar muchas de las infraestructuras existentes y en hacerlas más seguras, en desarrollar nuevas medidas para una mejor gestión del riesgo, en innovación para mejorar los sistemas de alerta y prevención y en elaborar planes certeros de actuación frente a inundaciones.
Se trata de tener presente que, desde un análisis Coste/Beneficio (considerando aspectos sociales, ambientales y económicos) estas inversiones en infraestructuras y en otras medidas relacionadas con la gestión de los riesgos no se pueden eludir, puesto que se ha demostrado que las consecuencias y las pérdidas son cada vez más graves y cuantiosas.
Es importante destacar que en Europa tenemos como referencia desde 2007, la Directiva Marco de Inundaciones que formalizó una nueva visión de cómo hacer frente a las inundaciones y que establece la preferencia de soluciones basadas en la naturaleza y en la necesidad de que los proyectos se aborden en toda su complejidad, no solo priorizando los aspectos hidrológicos, sino también aquellos de carácter ambiental y social.
La Asociación ya ha presentado al Gobierno un total de 127 actuaciones encaminadas a minimizar el impacto de riadas e inundaciones, con una inversión de 798 millones de euros, las cuales aparte de sus retornos sociales y ambientales, obtienen la ratio Coste/Beneficio más elevada de todas las tipologías de infraestructuras que han sido analizadas, por el gran valor económico de los daños evitados.
Asimismo, resulta prioritario seguir avanzando en la actualización de evaluaciones del riesgo, en los mapas de peligrosidad y de riesgo y en los planes de gestión del riesgo de inundación, teniendo en cuenta las probables repercusiones de cambio climático, para que sean cada vez instrumentos mejores de ayuda a la toma de decisiones.
En nuestro país existen regiones con riesgos relevantes por inundaciones, todas muy conocidas, que se localizan en el litoral este y sureste (las cuencas vertientes a la Albufera de Valencia, la Ribera del Júcar, las zonas litorales de las comarcas de la Safor y la Marina, la vega Baja del Segura, la ribera del Mar Menor, determinadas áreas de Almería, Málaga e Islas Baleares) y en del litoral cantábrico, entre otras.
En definitiva, TECNIBERIA insta a reflexionar sobre la importancia de planificar adecuadamente e invertir en la gestión de las llanuras aluviales, en las infraestructuras que nos protegen, en los sistemas de alerta y prevención y en los protocolos de actuación para minimizar los daños. Al tiempo, TECNIBERIA subraya la necesidad de que se tenga en cuenta el conocimiento técnico y científico de cara a la toma de decisiones informada y de que se aproveche el potencial de las empresas y profesionales, para contribuir a prevenir y paliar los trágicos efectos de las inundaciones.