La pérdida de biodiversidad puede tener consecuencias graves en arroyos de zonas bien conservadas
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Luz Boyero, profesora Ikerbasque de la UPV/EHU, lidera la red de investigación colaborativa GLoBE, que realiza experimentos a escala global en 40 arroyos de cabecera de países de los 6 continentes. La red de investigación, que acaba de publicar sendos artículos en las prestigiosas revistas científicas Science Advances y Nature Communications, ha demostrado que en zonas tropicales, donde tienen una legislación menos restrictiva, el impacto de la pérdida de biodiversidad es mayor.
GLoBE es una red de investigación internacional que realiza pioneros estudios del funcionamiento de ecosistemas fluviales a escala global, y suma cada vez más colaboradores en diferentes países. Luz Boyero, profesora Ikerbasque del grupo de Ecología de Ríos de la UPV/EHU, es la fundadora y coordinadora de dicha red de investigación que involucra a más 50 equipos de investigación: “Nosotros planteamos una hipótesis, diseñamos un experimento y proponemos un protocolo a todos los integrantes de la red. Todos siguen exactamente el mismo protocolo y de esa manera nos aseguramos que tenemos datos a escala global utilizando la misma metodología”. Así, los integrantes de la red analizan cómo el funcionamiento del ecosistema fluvial se ve afectado por diferentes estresores, como por ejemplo la pérdida de biodiversidad.
En los últimos estudios realizados por la red —publicados en las prestigiosas revistas científicas Science Advances y Nature Communications— en 40 ríos y arroyos de cabecera de zonas poco alteradas de 23 países de todo el mundo, han demostrado por primera vez a escala global la relación entre la pérdida de la biodiversidad (tanto de detritívoros como de plantas) y el funcionamiento del ecosistema (el proceso de descomposición de la hojarasca y de la materia vegetal) en diferentes zonas climáticas. “El proceso de descomposición de la hojarasca es un buen indicador de cuál es el estado del ecosistema, de que el ecosistema funciona como tiene que funcionar o se aleja de ese buen funcionamiento”, explica la investigadora del Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la UPV/EHU.
Todas las alteraciones de los ecosistemas tienen su consecuencia
Una de las principales conclusiones de estos estudios es que “la diversidad es muy importante y que la pérdida de biodiversidad puede tener consecuencias graves para el funcionamiento de los ecosistemas de los ríos inalterados —afirma la ecóloga experta en biodiversidad y funcionamiento de ecosistemas fluviales—. Todas las alteraciones que introducimos en los ecosistemas al final tienen su consecuencia: las especies se pierden y eso altera los procesos de funcionamiento de estos ecosistemas”.
Por otra parte, en los dos trabajos han constatado que “en diferentes zonas del mundo estas consecuencias son de mayor magnitud o de menor magnitud en función de la zona climática. Y parece ser que las mayores consecuencias son precisamente en las zonas tropicales, donde tienen unas legislaciones mucho más laxas en cuanto a las alteraciones que puedan sufrir los ecosistemas, a los usos del suelo, de pesticidas, a la alteración de las riberas... En dichas zonas es más probable que se pierdan especies que en Europa, por ejemplo, debido a que tenemos una legislación bastante más estricta en estos aspectos”, apunta. El equipo internacional ha constatado que “en las zonas tropicales el impacto de perder especies es mayor, y además sabemos que se pierden más especies porque hay mucha más alteración de hábitat”.
Boyero remarca la dificultad de realizar este tipo de estudios globales, “porque logísticamente hay que contar con muchos colaboradores, ya que un equipo solo no puede ir recorriendo el mundo para realizar todos los experimentos”. La investigadora se felicita por la labor de la red de investigación: “Es muy importante que muchos investigadores interesados en los mismos temas estén conectados y se pongan de acuerdo para llegar a demostrar cosas a escala planetaria, porque, de hecho, los peores impactos que tenemos ahora mismo ocurren a escala planetaria y es importante intentar encontrar respuestas globales a problemas globales”. No obstante, la investigadora se lamenta de que “es muy difícil encontrar financiación para este tipo de proyectos, porque no hay entidades a nivel mundial que los financien. Aunque cada vez hay más conciencia de lo importante que es”, y apunta que están intentando buscar colaboradores en zonas de África y de Asia menos cubiertas.
El grupo de Boyero ya está elaborando un protocolo para hacer un estudio a nivel global de contaminación por microplásticos; “todavía no está del todo claro si hay microplásticos en los ecosistemas en los que trabajamos, que son arroyos o ríos de zonas bien conservadas. Ya hemos hecho algún experimento a nivel local, experimentos en laboratorio, y ahora lo que nos interesa es ver si los microplásticos que podría haber en la atmosfera llegan a estos ecosistemas y qué efectos producen”, concluye Boyero.
Luz Boyero, et al.
Impacts of detritivore diversity loss on instream decomposition are greatest in the tropics
Nature Communications
DOI: 10.1038/s41467-021-23930-2