Las redes de pesca son herramientas fundamentales en la industria pesquera. Sin embargo, cuando se pierden en el mar, se convierten en un grave problema ambiental. Estas redes se degradan lentamente, liberando pequeñas partículas de plástico. Estos microplásticos causan efectos negativos en la vida marina y podrían afectar a la salud humana .
La pesca es una fuente de alimento y de empleo para millones de personas. Alrededor de 62 millones de trabajadores dependen de esta actividad en todo el mundo. La flota pesquera mundial incluye casi cinco millones de embarcaciones, desde grandes buques hasta pequeños botes.
En España, la pesca sigue siendo clave para la economía. Hay cerca de 8 700 embarcaciones de pesca y casi 40 000 personas trabajan directamente en el sector. Además, tiene uno de los mayores consumos de pescado del mundo. Sin embargo, esta expansión de la industria también ha tenido consecuencias para el medio ambiente.
Más plásticos en los océanos
Cada año, unas 640 000 toneladas de redes de pesca acaban abandonadas en el mar. Estas redes, conocidas como redes fantasma , pueden permanecer en el medio marino durante siglos. Mientras flotan sin rumbo, atrapan a muchos animales marinos y se fragmentan en microplásticos, que ingresan en la cadena alimentaria y llegan hasta los seres humanos.
Este problema contribuye además a la acumulación de desechos en zonas como el parche de basura del Pacífico norte . Las corrientes oceánicas llevan grandes cantidades de residuos a este lugar, dañando gravemente el ecosistema marino.
Redes recuperadas de recogidas en playas y zonas cercanas. Deva Menéndez
La producción mundial de plástico también agrava esta situación. En 2022, se fabricaron 338 millones de toneladas de plástico , de las cuales gran parte termina en los océanos. En Europa, cada ciudadano genera en promedio 36 kilos de residuos plásticos al año .
Aunque se han aprobado normativas para reducir el uso de plásticos de un solo uso y para fomentar el reciclaje, queda mucho por hacer. Menos de la mitad de estos residuos se reciclan, lo cual resalta la necesidad de soluciones. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible promueven la reducción de la contaminación marina y el consumo responsable.
Iniciativas para reducir el problema
Varios puertos han puesto en marcha iniciativas para abordar este problema, como la instalación de puntos de recogida de redes para fomentar su reciclaje y la recuperación de redes abandonadas, muchas veces realizada por los propios pescadores. Estos desechos se envían a centros de reciclaje, permitiendo su reutilización.
También se lanzan campañas de concienciación para promover prácticas sostenibles y hay puertos que otorgan una etiqueta azul a quienes cumplen con criterios de sostenibilidad en la gestión de residuos.
La Universidad de Oviedo ha lanzado varias iniciativas. Su objetivo es reducir el impacto de las redes mediante su reciclaje y reutilización. También promueve prácticas pesqueras más sostenibles, necesarias para cuidar el mar y sus recursos.
Desde la Escuela Superior de Marina Civil se han organizado, por ejemplo, unas jornadas de limpieza en playas y zonas portuarias, donde se recogen redes y otros residuos.
Además, se ha colaborado con la artista gijonesa Irene Trapote en la obra Redeiras . Gracias a esta iniciativa, redes abandonadas se han convertido en piezas de arte que buscan llamar la atención sobre el impacto de los desechos en el mar. La obra se ha podido ver en la exposición “Hacer territorio atando cabos” instalada en el Centro de Cultura Antiguo Instituto de Gijón.
Obra artística Redeiras, realizada por Irene Trapote y expuesta en el Centro de Cultura Antiguo Instituto de Gijón en la exposición ‘Hacer territorio atando cabos’. La obra utiliza las redes recuperadas de puertos y playas. Imagen decida por la artista y creada por la Fundación Municipal de Cultura y Universidad Popular del Ayuntamiento de Gijón.
La Cátedra Medialab de la Universidad de Oviedo , junto con varios alumnos, también ha participado activamente en esta labor. Un claro ejemplo es la creación de una picadora de redes. Este dispositivo fragmenta las redes en pequeños filamentos que se pueden usar como materia prima en la creación de nuevos objetos, como botones, anillas y otros accesorios de moda sostenible.
Esquema del funcionamiento de la picadora de redes fabricada por estudiantes en la Cátedra Medialab y la Escuela Superior de la Marina Civil de la Universidad de Oviedo. Deva Menéndez
Gracias a estos esfuerzos, la investigación, la educación y la colaboración ciudadana permiten que las redes sean recuperadas y reutilizadas. Esto disminuye su impacto en el ecosistema marino y fomenta una industria pesquera más sostenible.
Las redes de pesca son esenciales, pero se convierten en una amenaza cuando se abandonan en la mar. La suma de pequeños esfuerzos y proyectos responsables con el entorno transforma este problema en una oportunidad.
Artículo de Deva Menéndez Teleña , Universidad de Oviedo; Aitana Sánchez González , Universidad de Oviedo y Verónica Soto López , Universidad de Oviedo.