La revolución del reciclaje textil
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Cada año se venden más de 100.000 millones de prendas de vestir en todo el mundo. La producción va en aumento y podría alcanzar los 145 millones de toneladas en 2030. Contaminación, uso de recursos, suelo y producción de residuos: el impacto de la industria textil en el medio ambiente es considerable. Con 1.200 millones de toneladas de gases de efecto invernadero emitidos cada año, la moda es actualmente la segunda industria más contaminante del mundo después del petróleo. Al mismo tiempo, la producción textil es responsable del 20% de la contaminación mundial del agua potable, recurso del que es uno de los principales consumidores.
Un marco normativo cada vez más amplio
En respuesta a los retos medioambientales y sociales, se están estableciendo gradualmente un marco normativo y nuevos objetivos. En el marco del “Pacto Verde Europeo”, la Comisión Europea quiere situar al sector textil en el centro de esta nueva estrategia verde, con la obligación de recoger los textiles por separado de aquí a 2025, y de hacerlos más sostenibles, reparables, reutilizables y -en última instancia- reciclables de aquí a 2030.
Las etapas del reciclado
La recogida procede de varias fuentes: los hogares a través de puntos de entrega voluntaria, las tiendas de ropa de segunda mano y algunos fabricantes de ropa. Tras la recogida viene la fase de clasificación manual, que clasificará los textiles en dos categorías: reutilización o recuperación. Todos los textiles usados destinados a la reutilización se enviarán a tiendas de ropa de segunda mano o al extranjero para ser reutilizados. Los textiles destinados a la recuperación se someterán a una clasificación preparatoria. Es precisamente en esta fase donde entran en juego las máquinas desarrolladas por Pellenc ST, con la ambición de poder tratar volúmenes cada vez más importantes. Esta clasificación preparatoria generará tres flujos: material destinado a la valorización energética (CDR), material destinado al reciclado mecánico y material destinado al reciclado químico.
"El reciclaje textil está a punto de experimentar una auténtica revolución. El reciclaje automatizado ya ha demostrado su eficacia, ahora se trata de acelerar su implantación industrial. Pellenc ST apoya a los agentes del mercado para crear una economía sostenible y cada vez más circular", destaca Jean Henin, presidente de Pellenc ST.
Retos pendientes
Garantizar un volumen suficiente
Todos los implicados en el reciclaje se enfrentan al reto de obtener un suministro regular de grandes cantidades de textiles usados. Para despegar, el sector necesitará inversiones y el apoyo de las autoridades públicas para garantizar la recogida masiva y el tratamiento industrial de los residuos textiles.
Clasificación masiva
Optimizar la clasificación es clave para garantizar la viabilidad económica, ya que la clasificación manual no es suficiente. Dado el aumento de los volúmenes previstos, la clasificación automatizada se convierte en una solución esencial para alcanzar los ambiciosos objetivos fijados por los legisladores. Por esta razón, los operadores tendrán que recurrir a fabricantes de equipos que proporcionen soluciones de clasificación óptica y desgarro con capacidades industriales. Aquí es donde entra en juego Pellenc ST, que despliega una tecnología de clasificación óptica que ya ha demostrado su eficacia en otros mercados, especialmente en la clasificación de residuos de envases.
Eliminación de contaminantes y clasificación fina
La mayoría de los textiles que se envían para reciclar contienen elementos indeseables (cremalleras, botones, remaches, etc.). Para extraerlos, se están estudiando dos métodos: el mecánico (cortar los textiles y después eliminar los contaminantes) y el automatizado (clasificar antes de romperlos utilizando cámaras para detectar los indeseables). Por el momento, los procesos mecánicos están aún en fase de desarrollo y, por tanto, son difíciles de evaluar, pero los clasificadores ópticos están más avanzados. Pueden identificar la naturaleza de los textiles cuando los clasificadores manuales no pueden. Utilizan espectrometría de infrarrojo cercano y visible para separar los materiales según su materia y/o color. Incluso pueden llegar a la clasificación multimaterial de textiles. En la actualidad, las industrias de reciclado mecánico buscan sobre todo fibras naturales como el algodón (preferiblemente de color claro porque son más fáciles de reciclar). En cuanto al reciclado químico, las fibras sintéticas -el poliéster en particular- son las más buscadas y se someterán a un proceso de despolimerización para extraer material virgen.
Proyectos pioneros con Pellenc ST
La primera línea de clasificación automatizada de Francia
El grupo tecnológico internacional ANDRITZ ha firmado una ambiciosa asociación con Pellenc ST y Nouvelles Fibres Textiles para crear la primera línea de clasificación automática de textiles a escala industrial en Francia, que combina la clasificación automática y la tecnología de reciclaje.
La nueva línea de clasificación textil que se está construyendo es la primera que combina las tecnologías de clasificación automatizada de Pellenc ST con las tecnologías de reciclaje de ANDRITZ. Procesará residuos textiles post-consumo para producir fibra reciclada destinada a las industrias de hilatura, no tejidos y composites. Comenzará a funcionar a mediados de 2023 y servirá como línea de producción para Nouvelles Fibres Textiles, como línea de I+D para los tres socios y como centro de pruebas y demostraciones para sus clientes. El objetivo es demostrar la viabilidad del proceso industrial y construir una segunda planta para 2025 capaz de procesar 25.000 toneladas de textiles usados al año.
Un proyecto pionero en España
En marzo de 2023, Insertega, especialista español de la recogida y la clasificación de textiles, eligió a Pellenc ST en el marco de una operación pionera de automatización de su centro de producción. Gracias a la espectroscopia, el equipo de clasificación desarrollado por Pellenc ST separa las fibras naturales de las sintéticas y las clasifica por colores. Más concretamente, se instaló el separador óptico Mistral+ CONNECT DVI de Pellenc ST, para separar tres fracciones textiles (algodón puro, poliéster y una mezcla de ambos).