El rol del biogás para un sistema hídrico resiliente

La cadena de valor de los biogases, estrechamente vinculada con los ciclos del agua, ofrece soluciones en múltiples frentes: apoya la recuperación de aguas residuales, mejora la salud del suelo y proporciona una nueva fuente de agua para riego

El cambio climático agrava el estrés hídrico: desde los patrones impredecibles de lluvia hasta la reducción de las capas de hielo, la mayoría de los impactos del cambio climático se reducen al agua y las alteraciones en el ciclo del agua podrían alterar profundamente nuestra forma de vida. La cadena de valor de los biogases, estrechamente vinculada con los ciclos del agua, ofrece soluciones en múltiples frentes: apoya la recuperación de aguas residuales y la purificación del agua, mejora la salud del suelo y proporciona una nueva fuente de agua para riego.     

El cambio climático aumenta la probabilidad de sequías y las hace más severas y prolongadas. El aumento de las temperaturas modifica los patrones de precipitaciones y afecta a los mantos de nieve y a los glaciares, que actúan como depósitos naturales de agua al liberar agua lentamente a lo largo del tiempo. Esto provoca sequías y estrés hídrico, lo que afecta significativamente a la agricultura y, en términos más generales, a la salud del suelo. Hoy en día, entre el 60 y el 70 % de los suelos europeos no son saludables [1] debido al cambio climático.

Es esencial adoptar un enfoque holístico para abordar el estrés hídrico como parte fundamental de la mitigación del cambio climático. Toda la bioeconomía europea, incluida la cadena de valor del biogás, deberá evaluar sus esfuerzos para hacer frente a este desafío global.

 

Circularidad y la resiliencia del agua con biogases

La circularidad del agua es parte integral de la cadena de valor del biogás. Las aguas residuales municipales (lodos de depuradora) y las aguas residuales industriales se pueden utilizar como materia prima para la producción de biogás mediante un proceso de purificación de agua. En el tratamiento de aguas residuales municipales, el biogás se genera a partir de los lodos de depuradora restantes después de la purificación del agua. En el tratamiento de aguas residuales industriales, un paso adicional permite la producción de biogás utilizando aguas residuales como materia prima. Esto reduce la carga de residuos y la necesidad de los siguientes procesos de purificación de alto consumo energético.

Las plantas de biogás también pueden abordar la gestión del digestato, utilizado como fertilizante orgánico, aumentando la materia orgánica de los suelos, mejorando su capacidad de retención de agua y su resiliencia. Además, las tecnologías de limpieza avanzadas, como las combinaciones innovadoras de ultrafiltración (UF) y ósmosis inversa (OI), permiten a las plantas pioneras producir agua limpia a partir del digestato, que se puede utilizar para procesos industriales, mantenimiento de áreas verdes o agricultura, aliviando aún más el estrés hídrico. Muchas plantas de biogás reciclan también el digestato para reducir el consumo de agua in situ.

 

Impulsar la resiliencia y la sostenibilidad del agua

El 17 de junio de 2024, el Consejo de la Unión Europea destacó “el importante papel regulador de los ciclos del agua para los ecosistemas, la vida humana y el funcionamiento de la economía y nuestra sociedad” en sus conclusiones sobre la revisión intermedia del 8º Programa de Acción Ambiental. Para garantizar la preservación de esta función vital, es esencial y se debería haber puesto en marcha hace tiempo una iniciativa integral de resiliencia hídrica. La iniciativa estratégica debería garantizar que se aprovechen plenamente los beneficios de las plantas de biogás, incluido el uso de agua limpia del digestato para diversas aplicaciones y la valorización del propio digestato para mejorar las propiedades del suelo. Un enfoque integrado de la UE en materia de agua, que podría incorporar criterios relacionados con el agua en las políticas energéticas, ayudaría a mejorar la resiliencia y la sostenibilidad del agua.

Además, las aguas verdes, retenidas en el suelo y disponibles para las plantas, son cruciales para la resiliencia agrícola. Las políticas de la UE deberían recompensar las prácticas agronómicas que mejoran la retención de agua, como el uso de digestato o la implementación de cultivos secuenciales como materia prima para la producción de biogás. Un mayor enfoque en tecnologías innovadoras de ahorro de agua en plantas de biogás también ayudaría a abordar los desafíos de resiliencia hídrica y sostenibilidad.

La Asociación Europea de Biogás (EBA) participa activamente en el programa de Investigación e Innovación de la Comisión Europea. La EBA es socia del proyecto FER-PLAY y también ha participado en los proyectos SYSTEMIC y Nutri2Cycle. Estas iniciativas tienen como objetivo promover el intercambio de tecnología y conocimientos, en particular en la mejora y aplicación del digestato, lo que en última instancia contribuye a impulsar la resiliencia y la sostenibilidad del agua.

EBA también es miembro de la Coalición de Resiliencia del Agua, un grupo de 30 organizaciones dedicadas a priorizar las cuestiones del agua en el nuevo mandato de la Comisión Europea.


[1] Documento de trabajo de los servicios de la Comisión que acompaña a la estrategia de la UE sobre el suelo para 2030, de 17 de noviembre de 2021, SWD(2021)323 final. Publicado el 11 de julio de 2024.

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