La atención climática de los medios crece, pero el exceso de noticias y la desinformación también

La comunicación climática crece, pero afronta retos como la desinformación, sesgos de género y polarización. Fuentes científicas, alfabetización mediática y profesionales preparados son clave para combatir el negacionismo y la manipulación
31-12-2024

Recibimos tantos estímulos e información a diario a través de nuestros dispositivos digitales que muchas veces nos abruma y nos desborda. Disponemos de mayor acceso a la información que en ningún otro momento de la historia. ¿Nos ayuda esto a comprender mejor los riesgos que afrontamos y las medidas necesarias para hacer frente de una vez por todas a la crisis climática?

Lo cierto es que esta sobreabundancia de información tal vez no sitúe a los ciudadanos en las mejores condiciones para conocer y comprender cuáles son los riesgos que afrontamos y las medidas necesarias para hacer frente a la crisis climática.

El V Informe del Observatorio de la Comunicación del Cambio Climático 2023, titulado La comunicación de la crisis climática y la transferencia social del conocimiento sobre la acción climática en medios e Internet, recoge los resultados del análisis de contenido aplicado a una muestra de 2 627 informaciones procedentes de 41 medios convencionales en España de cobertura nacional y regional: 20 canales de televisión; 17 emisoras de radio y 4 diarios de prensa impresa; 311 fuentes online, diarios digitales en su mayor parte, y 381 cuentas de X, antes Twitter.

El V Informe examinó el grado de cumplimiento de varios códigos éticos relativos a la comunicación de la crisis climática en 2023, especialmente el Decálogo de recomendaciones para la comunicación del cambio climático y de la transición ecológica.

 

El volumen de información aumenta

Los resultados indicaron que la primera recomendación del decálogo en cuanto a la necesidad de promover la frecuencia, continuidad y transversalidad del cambio climático en los medios se hizo realidad en 2023. El volumen de información que circuló sobre la crisis climática continuó su tendencia alcista desde 2018, convirtiéndose en un asunto público relevante, con una media de 3,6 y 3,9 publicaciones diarias en la prensa convencional y digital, respectivamente.

En los medios de radiodifusión convencional el promedio resultó algo inferior, alcanzando una media de 1,3 informaciones por canal y día en los medios de radio y un 1,1 en los medios de televisión.

En 2023 comprobamos que los medios ya no divulgaron el cambio climático como una crisis alejada en el tiempo y en el espacio. La velocidad a la que se está produciendo el calentamiento y la percepción de los impactos en todos los territorios situaron el relato del cambio climático en el aquí y ahora.

El género informativo predominó en la radio y en la televisión a la hora de comunicar el cambio climático, si bien la transversalidad de esta crisis como referencia informativa provocó su expansión a otras secciones, especialmente en la prensa, en la medida en la que los impactos y las soluciones comprometen la economía, la salud o la alimentación.

En los diarios convencionales y digitales de mayor audiencia apreciamos una amplia cobertura y la existencia de secciones especializadas. En los medios públicos de radiodifusión, encontramos programas clásicos en información ambiental, si bien la gravedad, transversalidad y aceleración de esta crisis demanda la creación de nuevos espacios con mayor celeridad.

En cuanto a los marcos temáticos más empleados, en la siguiente figura podemos apreciar las diferencias por soportes.

 

Isidro Gómez. V Informe del Observatorio de la Comunicación del Cambio Climático 2023
 

Fuentes científicas sí, pero insuficientes

Aquí conviene tener en consideración un hecho diferencial importante entre los medios y la red X. Mientras que en el 95 % de las informaciones en los medios sí es posible identificar la fuente de datos, en X este porcentaje se reduce significativamente. Por otra parte, cabe destacar que en dos terceras partes de las publicaciones analizadas en todos los soportes se emplea una única fuente de información.

En el año 2023, los medios convencionales de radio y televisión progresaron en el cumplimiento del decálogo a la hora de otorgar prioridad a las fuentes científicas, que fueron también las más frecuentes en X.

Resultaron destacables las iniciativas emprendidas por parte de la comunidad científica y del periodismo especializado en ciencia y medio ambiente en diversas plataformas, que ofrecen fórmulas alternativas que podrían resultar inspiradoras para los medios de radiodifusión.

 

Sesgo de género en los medios y anonimato en X

En 2023 se introdujo la perspectiva de género en el estudio, analizando el género de los declarantes y del principal aludido o aludida en todos los soportes. Los resultados han sido sorprendentes y reveladores: el género masculino resultó mayoritario en los posibles roles del declarante principal –científico, periodístico, político, procedente de la administración o empresario–. Solo son mayoritarias las mujeres en el rol del activismo. El género o la identidad no pudieron ser identificados en un 32 % de los casos, porcentaje que se incrementó X.

Los impactos fueron comunicados en mayor medida que las causas, asociados fundamentalmente a las olas de calor y a la falta de lluvia. Cabe destacar el trabajo que realizaron los profesionales de la información meteorológica a la hora de explicar la crisis climática.

El decálogo hace hincapié en la necesidad de comunicar la ruta de esta transición ecológica que estamos emprendiendo colectivamente. El camino se ha trazado a través de las medidas de mitigación y adaptación. Las primeras fueron comunicadas en un 53,4 % de los casos y las más referidas fueron la conservación de los ecosistemas naturales, la producción de energía con fuentes renovables y la necesidad de cambiar el consumo ciudadano.

En cuanto a las medidas de adaptación, encontramos que el promedio de informaciones en las que no constaba ninguna de ellas se elevó al 49 % del total. La conservación de los ecosistemas naturales, la necesaria mejora en la gestión y el uso cotidiano del agua y la educación en valores fueron las tres más relevantes.

 

El negacionismo y los frenos en la acción climática

El decálogo también hace referencia a la necesidad de renunciar a la falsa simetría, es decir, renunciar a situar al mismo nivel la opinión de un científico o científica experta en un área y la de otra persona no cualificada, así como a la necesidad de desvelar el negacionismo en el discurso, con el fin de desmentir informaciones o creencias falsas.

En 2023 se detectaron errores y falsedades que guardaron relación con el desconocimiento sobre lo opinado o publicado, fundamentalmente en las redes sociales, pero también en algunos medios. Encontramos verdaderamente preocupante aquellos discursos elaborados con la deliberada intención de generar desconfianza en el mensaje de la ciencia, o en las medidas de mitigación y adaptación desplegadas.

Hallamos aquí intereses que, por motivos diversos, trataron de desinformar deliberadamente. 2023 fue un año en el que se celebraron elecciones autonómicas, municipales y nacionales, y pudimos comprobar cómo la polarización y diversos postulados negacionistas pasaron a formar parte de las estrategias de campaña.

La crisis climática y la transición ecológica nos sitúan frente a grandes desafíos que puede marcar un cambio de época. Esto puede despertar incertidumbre y temor en gran parte de la población, algo que nos hace más vulnerables ante las estrategias de manipulación, que tendrán más éxito cuanto peor sea nuestro conocimiento, tanto del problema como de las soluciones.

Frente a estos riesgos, la información de calidad y la alfabetización mediática y digital pueden generar los anticuerpos necesarios para combatir las estrategias de infoxicación. Necesitamos información de calidad y de servicio público, algo que solo nos pueden garantizar las fuentes científicas y unos profesionales de la información formados, independientes y con unas condiciones laborales dignas.

El VI Informe del Observatorio, correspondiente al estudio 2024, analizará nuevamente todos estos aspectos. Además, pondrá el foco sobre la relación entre la inteligencia artificial y la comunicación de la crisis climática. Lo contaremos en la primavera de 2025.


Artículo de Gemma Teso, Universidad Complutense de Madrid.

 

 

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