Goldman Sachs invertirá mil millones de euros para liderar el sector del biometano en Europa

La firma de inversión Goldman Sachs ha lanzado un nuevo negocio centrado en el desarrollo, adquisición, construcción y explotación de plantas de biometano en toda Europa, Verdalia Bioenergy, con un despliegue de más de mil millones de euros en los próximos cuatro años.

Con el objetivo de contribuir a la descarbonización de Europa y a la agenda de seguridad energética, añadiendo una importante capacidad de producción de biometano, la compañía invertirá en proyectos en fase inicial de desarrollo y en activos operativos de mayor envergadura. En la actualidad, ya ha firmado su primer acuerdo para adquirir una cartera de proyectos de biometano en fase intermedia de desarrollo en España, con una capacidad total de unos 150 GWh/año, sujeta a la aprobación de las autoridades reguladoras.

Según Matteo Botto Poala, director general del área de Infraestructuras de Goldman Sachs Asset Managementes, "el biometano es uno de los segmentos más atractivos de la transición energética para inversores en infraestructuras".

A través del negocio de inversión en infraestructuras de Goldman Sachs Asset Management, la compañía se ha asociado con los españoles Fernando Bergasa y Cristina Ávila para dirigir Verdalia Bioenergía, con la pretensión de convertirse en un operador líder de biometano, comenzando por España y expandiéndose posteriormente por toda Europa.

"Estamos buscando adquirir proyectos de desarrollo de fase media a avanzada y activos operativos en toda Europa a medida que perseguimos nuestra visión de desarrollar Verdalia Bioenergía en un actor europeo líder en la industria del biometano", asevera Bergasa, presidente ejecutivo de la compañía.

El mercado europeo del biometano está experimentando un cambio estructural impulsado por las fuertes tendencias seculares de descarbonización, economía circular e independencia energética. La producción de biogás y biometano ya ha creado más de 210.000 empleos verdes en Europa y está ahorrando 60 millones de toneladas de emisiones de GEI2 (CO2 equivalente) cada año.