Biogás y biometano: soluciones biocirculares para desfosilizar la economía española
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En un mundo cada vez más consciente de la necesaria transición ecológica y la urgencia de evolucionar hacia una economía sostenible, el concepto de biocircularidad emerge no solo como una respuesta a los desafíos actuales, sino como un pilar fundamental para el progreso socioeconómico y medioambiental de España. La biocircularidad, en esencia, trata de cerrar los ciclos productivos a través del aprovechamiento de la biomasa. Es la transición de un modelo económico lineal basado en recursos fósiles hacia un modelo circular basado en recursos renovables, es decir, mediante la generación de bioenergía, biocombustibles, gases renovables y bioproductos a partir de la materia orgánica contenida en restos agrícolas, forestales, ganaderos, industriales y biorresiduos principalmente.
La biocircularidad no solo es relevante desde una perspectiva ambiental, sino que tiene un impacto directo en la creación de empleo de calidad y en la revitalización de las zonas rurales. Las inversiones en plantas de biogás y biometano, por ejemplo, son difíciles de deslocalizar, lo que garantiza la creación y el mantenimiento de puestos de trabajo, y contribuye al desarrollo de regiones que actualmente se enfrentan al reto demográfico y su progresiva despoblación. Además, al utilizar materias primas que de otro modo podrían ser contaminantes vía emisiones o lixiviación, como restos agroganaderos o biorresiduos urbanos, la biocircularidad juega un papel esencial en la lucha contra el cambio climático y la protección de la biodiversidad.
La bioenergía, los gases renovables, los biocombustibles y los bioproductos van a ser imprescindibles para lograr una transición ecológica efectiva y tangible en numerosos nichos económicos, tanto energéticos como no energéticos.
En la Asociación Española de Biocircularidad (BIOCIRC) estamos convencidos de que la biocircularidad debe consolidarse como un eje integrador que reúna a todos los agentes y subsectores implicados, impulsando un cambio estructural en nuestro modelo económico. Por ello somos la única asociación empresarial española que agrupa al sector de los biocombustibles, los gases renovables, la bioenergía, los bioproductos y las biorrefinerías en su conjunto. Porque ha llegado el momento de la biocircularidad en España. Todo el sector debe unirse para impulsarla y conseguir un marco normativo, político y social que consiga consolidarla como un pilar socioeconómico y medioambiental de los territorios, objetivo principal de BIOCIRC.
Biogás y biometano: motores del cambio
El biogás y el biometano destacan dentro del ecosistema de la biocircularidad por su capacidad para ofrecer soluciones inmediatas y viables en la transición ecológica. Mientras que la electrificación de la economía es una prioridad reconocida, no es suficiente por sí sola para abordar todos los desafíos energéticos y tampoco es la única respuesta a la descarbonización.
La bioenergía, los gases renovables, los biocombustibles y los bioproductos van a ser imprescindibles para lograr una transición ecológica efectiva y tangible en numerosos nichos económicos, tanto energéticos como no energéticos. El biometano, en particular, se perfila como una alternativa sostenible al gas natural de origen fósil. Su capacidad para inyectarse directamente en las infraestructuras gasistas existentes lo convierte en una opción muy atractiva para diversificar los suministros energéticos, reducir la dependencia de combustibles fósiles importados o mitigar la volatilidad de los precios del gas, todo ello muy a tener en cuenta desde un enfoque geoestratégico.
Es necesaria mucha más ambición política para conseguir impulsar el biogás y biometano y afianzarlos como componentes esenciales para que España se establezca como un referente en la transición hacia un sistema energético más limpio y sostenible.
El Plan de la Comisión Europea REPowerEU (2022) subraya la importancia del biogás y del biometano al establecer un objetivo de producción de 35 mil millones de metros cúbicos anuales para 2030. Para alcanzar este objetivo, se estima que serán necesarias inversiones de hasta 37 mil millones de euros, lo que representa una coyuntura sin precedentes para el sector en España.
A escala nacional, la Hoja de Ruta del Biogás, la Estrategia Española de Economía Circular y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2023, junto con la Ley de Cambio Climático y Transición Energética proporcionan un escenario favorable para el desarrollo del biogás y el biometano. Sin embargo, mucha más ambición política es necesaria para conseguir impulsarlos y afianzarlos como componentes esenciales para que España se establezca como un referente en la transición hacia un sistema energético más limpio y sostenible.
Resulta esencial abordar el marco regulatorio y retributivo de la producción y el aprovechamiento del biogás y el biometano, el uso de los digeridos, la creciente contestación social, entre otras cuestiones relacionadas con la garantía de aprovisionamiento de las plantas, la inyección en la red gasista, compliance de los criterios de sostenibilidad, etc., pues, actualmente, las expectativas y planes de inversión son enormes, pero están desacoplados de las posibilidades reales de promoción de proyectos. Desde BIOCIRC estamos trabajando de forma integradora para que ese gap sea cada vez menor, teniendo en cuenta la cadena de valor completa de cada modelo de negocio (agroganadero, biorresiduos) y acercando a la esfera pública las necesidades y propuestas del sector con el objetivo de situar al biogás como el principal gas renovable de España de aquí a 2030.
"España, con su vasto potencial de biomasa, está en una posición única para aprovechar estas oportunidades y convertirse en un líder en la producción de gases renovables"
Los impulsores regulatorios: una oportunidad para España
El panorama regulatorio europeo enmarca un escenario favorable para el despliegue de la biocircularidad, y en particular del biogás y del biometano. El Pacto Verde Europeo y la Estrategia Industrial Europea son ejemplos claros de cómo la Unión Europea está alineando sus políticas industriales con la transición ecológica.
El Plan de Acción de Economía Circular de 2020 y la Estrategia de Bioeconomía de 2018 son marcos estratégicos que refuerzan la necesidad de una integración profunda de la biocircularidad en los procesos productivos europeos. Ambos destacan la importancia de mantener los recursos en uso el mayor tiempo posible y fomentar el consumo sostenible. En este sentido, la biocircularidad no solo es un complemento, sino una necesidad para cumplir con los objetivos climáticos y medioambientales europeos, especialmente en lo que respecta a la desfosilización de la economía.
Además, la reciente actualización de la Directiva de Energías Renovables (RED III), que aumenta la cuota de energías renovables en el consumo total de energía de la Unión Europea hasta el 42,5 % de aquí a 2030 (con un complemento indicativo adicional del 2,5 %), refuerza aún más la relevancia del biogás y el biometano en el futuro energético de Europa. España, con su vasto potencial de biomasa, está en una posición única para aprovechar estas oportunidades y convertirse en un líder en la producción de gases renovables.
En este contexto, BIOCIRC nace de la solidez y trayectoria de casi dos décadas trabajando desde la Plataforma Española Tecnológica y de Innovación en Biocircularidad (BIOPLAT). Nuestra misión es unificar esfuerzos para que el sector pueda alcanzar su pleno potencial, pues solo a través de un marco político y social favorable lograremos una implementación exitosa de soluciones biocirculares. BIOCIRC es el enclave para cualquier organización que desee impulsar la bioenergía, los gases renovables como el biogás y el biometano, los biocombustibles y los bioproductos en España. La fragmentación diluye la influencia de este sector, precisamos una visión global en la que estos subsectores coexistan y evolucionen de manera coordinada, y BIOCIRC proporciona el espacio para poder instrumentalizarlo.
La biocircularidad no es solo una opción para el futuro, es una necesidad inmediata para la transición hacia una economía fuerte, desfosilizada y sostenible. Solo a través de la colaboración y la integración de todos los agentes implicados podremos consolidar la biocircularidad como un pilar estratégico para España. Las oportunidades que ofrecen los drivers regulatorios tanto a escala europea como nacional están esperando ser aprovechados. Es el momento de posicionar a la biocircularidad en el centro del desarrollo económico, social y medioambiental de nuestro país.