La Generalitat y la Universitat de València avanzan en la detección del SARS-CoV-2 en agua residual
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La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica y la Universitat de València (UV) han avanzado en la metodología de detección del SARS-CoV-2 a través de las aguas residuales, un proyecto que forma parte el convenio suscrito para el desarrollo de estudios de ciencia aplicada en materia hídrica.
La consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, ha participado en una reunión de seguimiento de los proyectos que la Administración autonómica refuerza a través de este convenio, y que se centran en el avance de la metodología de vigilancia epidemiológica del coronavirus y en el estudio de las plantas depuradores para diseñar medidas orientadas a aplicar los principios de la economía circular en el ciclo integral del agua.
El encuentro ha servido para presentar los informes 'Vigilancia epidemiológica de la COVID-19 en aguas residuales' y 'Análisis de la Capacidad de Tratamiento de Aguas Residuales en el Área Metropolitana de València'. Los dos proyectos que integran el acuerdo de colaboración por un importe de 50.000 euros para 2020.
Mollà ha señalado la necesidad de "impulsar la investigación y los programas de ciencia aplicada, un compromiso con el avance científico que la crisis sanitaria ha reivindicado imprescindible".
La consellera ha apelado a la prevención para poner cerco al virus pero también a destinar recursos a las herramientas de alerta temprana, un instrumento "embrionario" que todavía no cuenta con los indicadores significativos concluyentes pero que puede convertirse en un método eficaz de seguimiento.
El proyecto universitario toma tres muestras semanales en las aguas residuales de las estaciones de Pinedo 1 y 2 y Quart-Benàger, que recogen las aguas residuales de un millón de habitantes, sobre las que aplica metodología de detección por PCR del material genético.
"El objetivo es contar con un sistema con indicadores homogéneos que consiga que, a tenor de los indicadores de las aguas residuales, nos diga que en una zona, un municipio o un barrio concreto se están dando más positivos y permita activar un protocolo de actuación elaborado junto a Sanidad", ha explicado.
La consellera ha puesto el acento también en el proyecto de reutilización de las aguas residuales como respuesta a "otra de las grandes crisis a la que nos enfrentamos: la emergencia climática y las tensiones hídricas derivadas sobre todo en nuestro territorio muy vulnerable a largos periodos de sequía interrumpidos por episodios de lluvias torrenciales cada vez más recurrentes", ha detallado.
El informe destaca que, la transformación de las actuales depuradoras en instalaciones de optimización de los recursos hídricos, pasa por adecuar su diseño y adaptarlo a una realidad cambiante que permita adecuarse a las previsiones de caudal y otras de tipo climático y demográfico.
"Ambos proyectos hacen un llamamiento a la anticipación sobre estimaciones, cálculos y previsiones de base científica con el fin de adelantarse y adaptarse a escenarios de crisis para reducir su impacto", ha valorado Mollà.
Asimismo, ha destacado la economía circular aplicada al ciclo integral del agua como uno de los retos que vertebran la política de la Conselleria en materia de agua para garantizar la viabilidad de los cultivos y los ecosistemas así como la optimización sostenible de los recursos.