El proyecto REGREEN se despliega en Cataluña para poner en valor los usos del agua regenerada en ciudades

El cambio climático aumenta el estrés hídrico, una problemática compleja y cada vez más frecuente en nuestro país. Esta situación es especialmente preocupante en Cataluña, donde los embalses tienen unas reservas de agua cercanas al 26% de su capacidad (menos de la mitad que hace un año). Por ello, el pasado 28 de febrero, la Generalitat de Catalunya aprobaba un decreto ley que promulgaba la entrada del estado de excepcionalidad por sequía en Catalunya. Este estado de excepcionalidad conlleva una serie de restricciones al consumo de agua para determinados usos en los municipios en los que se aplica.

Este reto requiere de una acción conjunta y decidida para poder preservar el recurso agua. Paliar los efectos del cambio climático, además de incentivar medidas y soluciones innovadoras que fomenten la recuperación de tan valioso recurso, es una necesidad.

El uso del agua regenerada se presenta como una de las principales soluciones para contribuir a su conservación. Estas aguas depuradas, tras ser tratadas de nuevo adecuadamente, pueden ser empleadas para diversos usos, como el riego agrícola o el urbano, o la limpieza de las calles. Además, el uso de agua regenerada contribuye de forma decisiva a aumentar la resiliencia de las fuentes de agua a las que actualmente accedemos y que se ven altamente expuestas a las condiciones climáticas.

Con este objetivo en mente se ha desarrollado REGREEN, un proyecto piloto que ya ha sido desplegado en diversos territorios a través de Cetaqua y Aigües de Barcelona (del grupo Agbar, a su vez parte del grupo Veolia), una iniciativa de colaboración público-privada que tiene como objetivo principal concienciar sobre los potenciales usos del agua regenerada en las ciudades. El proyecto contempla el uso de aguas regeneradas para regar huertos urbanos, para poder mostrar a la ciudadanía que el agua regenerada puede ser empleada de forma satisfactoria y segura para todo tipo de usos, incluyendo el riego agrícola y urbano.

En el marco del proyecto REGREEN se han desplegado huertos hidropónicos, que funcionan sin suelo agrícola, lo que ha permitido ahorrar en consumo de agua y fertilizantes y hacer prosperar los cultivos en un entorno, a priori, desfavorable como es una ciudad.

El piloto, desplegado actualmente en tres municipios del Àrea Metropolitana de Bareclona - Barcelona, Cornellà y Sant Feliu de Llobregat muestra resultados prometedores. Así, REGREEN contribuye a ahorrar entre un 60% y un 70% de consumo de agua frente a un cultivo convencional. Además, origina un ahorro potencial del 2% al 11% del nitrógeno requerido gracias al que hay presente en el agua regenerada que abastece estos huertos hidropónicos.

Con estas y otras soluciones, el grupo Agbar se mantiene como referencia nacional en la aplicación y desarrollo de soluciones sostenibles. En el marco de su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la protección del recurso agua, continúa apostando por la innovación y el conocimiento experto para garantizar el futuro del agua.