Ciencia ciudadana y surf de remo para estudiar la contaminación por microplásticos en el litoral de Barcelona
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Gracias a la participación de la ciudadanía en la recogida de muestras científicas, un equipo de la UB ha estudiado por primera vez la presencia de microplásticos en la zona litoral de Barcelona. El trabajo, publicado en la revista Science of Total Environment, es una investigación de ciencia ciudadana pionera en todo el mundo, ya que analiza una zona de muy difícil acceso para los buques de investigación oceanográficos, tanto por la poca profundidad y la posibilidad de embarrancar, como por el peligro que supondría dicho acceso para la presencia de bañistas o deportistas.
Con el fin de muestrear esta área inexplorada, los investigadores Elsa Camins, Miquel Canals, William P. de Haan y Anna Sanchez Vidal, del Grupo de Investigación Consolidado (GRC) en Geociencias Marinas de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la UB, con la colaboración de la delegación española de la ONG Surfrider Foundation Europe, han desarrollado una red adaptada para que pueda arrastrarse mediante una tabla de surf de remo. «Esta red nos permite obtener muestras muy valiosas de una zona inaccesible para otro tipo de embarcaciones, a la vez que implicamos a la ciudadanía y aumentamos la sensibilización y la concienciación ambiental sobre la contaminación por plásticos», explica Anna Sanchez Vidal.
«Numerosos estudios han modelizado la abundancia y las características de los microplásticos que flotan en mar abierto —continúa la investigadora—, pero no existía ninguna clase de información sobre el alcance de la contaminación por microplásticos en zonas litorales, donde se sospecha que se produce el mayor flujo de plástico desde el continente al medio marino, y donde la generación de microplásticos y el solapamiento de estos con los ecosistemas marinos es mayor».
Estudio en las playas de El Prat y la Barceloneta
Ante esa falta de datos, los investigadores pusieron en marcha un proyecto de ciencia ciudadana en el marco del trabajo de fin de grado de Elsa Camins, estudiante de Ciencias del Mar. En colaboración con Surfrider Foundation Europe, se diseñó la nueva red —llamada paddle trawl— para adaptar a las tablas de surf de remo la que utilizan habitualmente los oceanógrafos. Una vez creada, los voluntarios de la ONG recogieron muestras en las playas de la Barceloneta y El Prat, que posteriormente se analizaron en los laboratorios del grupo de investigación en la UB. Según los autores, este estudio supone «un cambio de paradigma y abre la puerta a la participación de la ciudadanía en la adquisición de muestras científicas con una resolución espacial y temporal no alcanzada por ningún estudio hasta la actualidad».
Los primeros resultados de esta colaboración muestran que las zonas de baño del litoral barcelonés presentan una concentración media de microplásticos de unas 112.000 unidades por km2, acumulación que llega a un máximo de 330.000 unidades por km2 (la mayoría, fragmentos de polietileno y polipropileno). Estos valores medios son muy similares a los encontrados en mar abierto en el Mediterráneo o en zonas de acumulación de microplásticos de los grandes giros oceánicos. «Creemos que los espigones podrían estar produciendo un efecto concentrador de micropláticos en las zonas de baño de la Barceloneta, pero se necesitan estudios con una resolución temporal más elevada para asegurarlo», explica el investigador William P. de Haan.
Un proyecto de investigación en expansión
Después de los buenos resultados obtenidos con el nuevo dispositivo para recoger muestras, el equipo investigador está llevando a cabo un estudio más amplio de la playa de la Barceloneta, donde voluntarios de Surfrider Foundation Europe recogen muestras cada quince días, que luego son analizadas en la UB. «El objetivo es determinar cuál es la variabilidad temporal de la abundancia de microplásticos en la zona litoral, y por lo tanto cuáles son los mecanismos de entrada, transporte, acumulación o exportación a mar abierto», explica Anna Sanchez Vidal.
Además, y conjuntamente con la ONG citada, han puesto en marcha una colaboración con la Asociación Catalana de Remo Oceánico para adquirir muestras tanto durante sus entrenamientos como durante sus travesías a lo largo de la Costa Brava, las islas Baleares, o incluso durante la regata transoceánica en la que participarán en 2022. «Se trata de una estrategia con la que se quiere avanzar en el conocimiento científico del alcance de la contaminación por plástico, a la vez que implicar a los ciudadanos y crear conciencia ambiental sobre esta crisis global», concluye la investigadora.
La contaminación por microplásticos, un peligro ambiental y para la salud
La relevancia de los microplásticos como indicador clave del buen estado ambiental de los océanos es reconocida tanto por la Directiva marco sobre la estrategia marina como por el Programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente o la Organización Mundial de la Salud. La ubicuidad de estos materiales en el planeta, y sus propiedades de durabilidad (resistencia a procesos de degradación), composición química y capacidad de absorber sustancias tóxicas (contaminantes orgánicos persistentes, metales) hacen que puedan ser considerados como residuos peligrosos. Además, debido a su pequeño tamaño, los microplásticos son frecuentemente ingeridos por una gran variedad de organismos marinos, y pueden propagarse por la red trófica hasta niveles más altos, y por lo tanto llegar a los humanos.
Artículo de referencia:
Camins, E.; De Haan, W. P.; Salvo, V. S.; Canals, M.; Raffard, A.; Sanchez-Vidal, A. «Paddle surfing for science on microplastic pollution». Science of Total Environment, marzo de 2020. Doi: https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2019.136178