El Área Metropolitana de Barcelona lanza un ambicioso plan para atajar el déficit hídrico
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El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha presentado su nuevo Plan estratégico del ciclo integral del agua (PECIA), que constituye la hoja de ruta para reducir el déficit hídrico que sufre la metrópolis de Barcelona, ??con un objetivo fijado en en el año 2050. La presentación coincide con la declaración de la prealerta por sequía por parte de la Generalidad de Cataluña, hecho que pone de relieve la necesidad de este tipo de documentos.
La puesta en marcha del Plan supone que, por primera vez, una administración de ámbito local plantee actuar de forma integral sobre todo el ciclo del agua, desde la captación del medio hasta las fases finales del saneamiento.
El PECIA es un plan destinado a convivir con las planificaciones hidrológicas del resto de administraciones a todos los niveles, y quiere situar al AMB como un agente activo en la toma de decisiones para preservar un recurso vital e imprescindible para la vida. Así, las medidas planteadas serán complementarias a las de la Directiva marco del agua de la UE, el Plan Hidrológico nacional del Gobierno del Estado y el Plan de gestión del distrito de cuenca fluvial de Catalunya 2022-2027. El PECIA servirá para representar los intereses metropolitanos del agua frente a otros agentes (estatales, autonómicos, sectoriales, privados, etc.) y prioriza unos criterios de sostenibilidad, que lo diferencian del resto de planes.
Eloi Badia, vicepresidente de Ecología del AMB, ha manifestado que “hay que preparar la metrópolis para hacer frente a la emergencia climática, y uno de los ámbitos más importantes es garantizar el agua. Tenemos un reto para el que nos estamos preparando con las medidas incluidas en el PECIA”.
Situación actual y escenario futuro
En estos momentos, el territorio metropolitano dispone anualmente de 806 hm3 de agua, mientras que la demanda de todo el territorio asciende a 397 hm3. Sin embargo, varios factores harán que estas cifras empeoren año tras año, y la disponibilidad de recursos hídricos en el área metropolitana se irá reduciendo.
El cambio climático se prevé que disminuirá en un 12% los recursos superficiales y las cuencas internas del Ter y el Llobregat, y en un 9% recursos subterráneos, al tiempo que incrementará la demanda de agua para usos agrícolas. Los acuerdos de la Mesa del Ter han reducido, a partir de 2023, el caudal de esta cuenca destinado al área metropolitana hasta un máximo de 54 hm3/año, y varios períodos de sequía podrían reducir la cantidad y calidad de las masas de agua.
Por otra parte, según la planificación urbanística y el incremento de la población, se prevé que aumente la demanda. Con esta previsión, sin aplicar las medidas planteadas por el PECIA, las previsiones más optimistas para 2050 ya apuntan a un déficit de 11 hm3/año de agua potable, que podrían llegar hasta 43 hm3/año en situación de sequía.
Objetivos del PECIA
El nuevo plan del AMB está basado en 5 retos principales a abordar:
1. Aumentar la garantía de abastecimiento y potenciar la eficiencia de los sistemas
2. Aumentar la resiliencia del ciclo del agua
3. Contribuir a la mejora de la calidad de las masas de agua
4. Adecuar los sistemas actuales a los requerimientos futuros
5. Mejorar la gobernanza, la gestión, el conocimiento y la transparencia
Los 5 retos se desgranan en 74 medidas distintas, entre medidas para la reducción de consumos y obtención de nuevos recursos.
Aumentar la cantidad de recursos
El PECIA plantea una importante inversión en nuevas infraestructuras que permitan incrementar la cantidad de agua disponible.
En el escenario actual, las principales infraestructuras metropolitanas del ciclo del agua están ubicadas en el ámbito del río Llobregat. Por ello, el PECIA plantea un mayor aprovechamiento de la otra gran vía fluvial metropolitana, el Besòs, y equilibrar la presión entre ambos sistemas.
El nuevo plan contempla la construcción de una nueva planta potabilizadora (ETAP) en el Besòs, que permita la captación de recursos de este río. También prevé la construcción de una nueva estación de regeneración de aguas (ERA) en el Besòs, similar a la que ya funciona en el ámbito de la depuradora del Prat de Llobregat. Esta instalación permitiría obtener un agua de calidad superior, apta para ser bombeada aguas arriba del Besòs, para mantener sus caudales ecológicos.
Estas medidas permitirían diversificar las fuentes de abastecimiento, ya que se aprovecharía una fuente de recursos que actualmente apenas se utiliza y garantizarían los recursos.
El paquete completo de medidas va acompañado de una importante inversión económica. El presupuesto total del plan oscila entre 2.100 y 2.400 millones de euros. De éstos, 132 millones de euros se destinarán a la construcción de las nuevas infraestructuras.
Reducir las demandas del territorio
El PECIA también incluye numerosas medidas sostenibles que permitan ahorrar agua. Así, se priorizan las medidas para racionalizar su uso.
En los hogares particulares se impulsará la instalación de aireadores en los grifos, sistemas de recirculación para el agua caliente, aprovechamiento de aguas grises, aprovechamiento de agua en el mantenimiento piscinas y optimización de las presiones de los sistemas.
En el ámbito no doméstico, se apuesta por el aprovechamiento de aguas pluviales para el riego, la reducción de pérdidas en las redes de abastecimiento, entre otros.
Estas medidas, con una hipótesis de implantación media, tienen el potencial de ahorrar 22,7 hm3 de agua anual.
Consenso entre instituciones
El PECIA es el resultado de un proceso participativo coordinado por el AMB y que ha implicado a 87 organismos, entre los que se encuentran los 36 municipios metropolitanos, otras administraciones, universidades, entidades ecologistas, empresas gestoras del ciclo del agua, expertos en la materia y representantes de la ciudadanía.
Entre febrero de 2020 y julio de 2021, el proceso participativo ha sumado 57 sesiones de consulta y 1.152 participaciones a lo largo de las diversas sesiones.
El PECIA se aprobará inicialmente en el Consell Metropolità el próximo 22 de marzo, coincidiendo con el Día Mundial del Agua.