Alertan sobre la importancia de regular los contaminantes químicos en aguas de todo el mundo
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Existe una enorme brecha entre países de ingresos altos y bajos, en relación a la manera que regulan y controlan la presencia de contaminantes químicos. Siendo la desinfección del agua tan necesaria para prevenir muertes y enfermedades, es fundamental que este proceso esté regulado y controlado en todas las partes del mundo.
Así lo revela un estudio reciente liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y publicado en la revista Water Research, cuyo objetivo fue conocer el estado mundial de regulación y control de trihalometano, un compuesto químico derivado de la desinfección del agua, que suele generarse tras tratar el agua con cloro y que es muy perjudicial para la salud.
Combinando encuestas a personas de referencia con búsquedas en internet y revisiones de literatura científica, el equipo científico logró reunir datos de 116 países. En 27 de ellos no existen regulaciones relativas a la presencia de trihalometanos en el agua de consumo. Y entre los 89 países que sí regulan estos subproductos de la desinfección los niveles máximos permitidos oscilan entre entre los 25 μg/L de Dinamarca y los 1.000 μg/L de Botswana. El límite establecido por la UE es de 100 μg/L.
Trihalometanos en el agua de consumo
Otro dato relevante es la ausencia de controles rutinarios en muchos de los países estudiados, ya que únicamente se realizan en un total de 47. En la misma línea, solo para 14 países -12 de ellos europeos- se obtuvieron datos sobre las concentraciones de trihalometanos relativos a un porcentaje de la población superior al 90%. En el otro extremo, en otros 14 países, entre los que figuran China, India, Rusia y Nigeria -que aglutinan al 40% de la población mundial-, solo se obtuvieron datos parciales referidos a regiones o ciudades específicos.
“Nuestros datos muestran claramente las enormes desigualdades existentes entre los países de rentas altas y los de rentas bajas a la hora, no solo de regular las concentraciones de subproductos de la desinfección en el agua de consumo, sino de hacer seguimiento y garantizar el cumplimiento de unos estándares de calidad química del agua”, concluye Cristina Villanueva, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio.
Nivel máximo de trihalometanos permitido por la regulación de cada país.
“Hoy en día disponemos de mecanismos para minimizar y controlar la presencia de subproductos de la desinfección en el agua de consumo, pero por razones diversas solo se están aplicando de manera sistemática en los países más privilegiados. Se trata de un problema global al que no se está prestando la atención que merece”, sostiene Manolis Kogevinas, investigador de ISGlobal y último autor del estudio.