20 medidas para lograr productos más duraderos y reparables en la UE
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Por Alexandra Farbiarz Mas, Terraqui
Esta propuesta llega justo después de que la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor del Parlamento Europeo presentara un informe, el pasado 3 de noviembre, llamado “Hacia un mercado único más sostenible para las empresas y los consumidores” que contiene un apartado específico sobre la lucha contra la obsolescencia programada.
En este sentido, en Terraqui publicamos en 2017 un post titulado “La oficina federal alemana insta a desarrollar estrategias para frenar la obsolescencia” en el que ya se proponían estrategias para abordar la obsolescencia programada.
“Halte à l’obsolescence” (Hop) es una entidad del tercer sector especializada en la denuncia y desarrollo de propuestas y medidas para frenar y acabar con la obsolescencia programada. En su libro blanco reconoce 3 tipos de obsolescencia: la obsolescencia técnica, la obsolescencia estética y la obsolescencia por programación propone la adopción de 20 medidas, dividas en 3 grandes bloques, que reproducimos a continuación:
20 medidas para la durabilidad de los productos en Europa |
Parte I. Diseño duradero: cambiar la forma en que se hacen los productos. Ampliación de las medidas de ecodiseño para fomentar una mejor producción. 1. Fortalecer y ampliar las normativas de Ecodiseño. – Fortalecer las medidas de diseño ecológico existentes para promover la existencia de reparadores independientes y voluntarios, así como para que los ciudadanos puedan repararlos por sí mismos, dándoles acceso a piezas de repuesto e información sobre la reparación. – Incluir más disposiciones sobre la capacidad de reparación y la durabilidad de los productos. Esto podría hacerse exigiendo baterías que sean fácilmente reemplazables o que impidan el uso de partes pegadas o soldadas (intencionalmente irreparables). – Extender las regulaciones de Ecodiseño a otros grupos de productos, como los teléfonos inteligentes o los ordenadores portátiles, textiles o muebles. 2. Limitar la obsolescencia del software para mejorar la durabilidad de la electrónica. – Modificar la Directiva 2019/771, relativa a los contratos de compraventa de bienes, para crear una garantía legal sobre la conformidad de los programas informáticos durante un periodo de tiempo de, al menos, 8 años después de su compra. – Incluir en todas las normativas de Ecodiseño de productos que utilicen software la obligación de los fabricantes de proporcionar, por separado, actualizaciones correctivas y funcionales y para dar advertencias de rendimiento en nuevas actualizaciones antes de la instalación. – Permitir la desinstalación de cualquier actualización perturbadora. – Hacer que el código fuente del software esté disponible cuando el soporte técnico o las actualizaciones de seguridad cesen, para permitir la reparación continua de los dispositivos más allá de la intención del fabricante. 3. Establecer requisitos mínimos de durabilidad en el sector de la construcción. – Introducir requisitos de durabilidad para la industria de la construcción en el Reglamento de Productos de Construcción. 4. Guiar la contratación pública e inversiones europeas hacia proyectos sostenibles. – Incluir en los criterios de contratación pública verde y en todas las leyes europeas de contratación pública la obligación de las autoridades de integrar un mínimo de un 25% de productos restaurados y de segunda mano, un 25% productos con diseño ecológico y un 20% productos alquilados en sus compras anuales para 2030, y progresivamente aumentar estas proporciones. – Reforzar el interés de la compra de bienes de segunda mano en documentos informativos para los Estamos miembros, como el manual «Buying Green” – Dar prioridad a las empresas que cooperan en la economía circular y se centran en la durabilidad de los productos en el programa InvestEU (2021-2027), así como tener en cuenta la reparación, la reutilización y la durabilidad en inversiones económicas y planes de recuperación. – Dirigir la financiación de la investigación hacia la exploración de modelos comerciales sostenibles y de colaboración. Poner fin a la obsolescencia programada. 5. Ayudar a los Estados Miembros a poner fin a la obsolescencia prematura. -Poner la obsolescencia prematura en la lista negra del primer anexo de la Directiva sobre prácticas comerciales desleales de 2005 con la siguiente definición: «Participar en prácticas que tienen como objetivo acortar la vida útil esperada de un producto y estimular la compra de un nuevo producto, ya sea mediante la fabricación de un producto intencionalmente imposible de reparar (a través de medios materiales o de software), o recurriendo a medios técnicos, indirectos, software o prácticas de comercialización». Asimismo, debe asegurarse que los procedimientos legales contemplan que es responsabilidad del productor probar la ausencia de obsolescencia prematura. – Revisar el documento de orientación para la aplicación de esta Directiva e incluir indicaciones sobre obsolescencia prematura y sus sanciones, tal como ha sucedido en los litigios de Italia y Francia. 6. Proteger a los denunciantes y reforzar el apoyo de los consumidores. – Ampliar el procedimiento de alerta relativo al diseño de productos en el artículo 2 de la Directiva 2019/1937 sobre la protección de las personas que denuncian infracciones del derecho de la Unión. – Permitir que los denunciantes revelen secretos comerciales cuando representen una práctica comercial desleal como la obsolescencia prematura en la Directiva 2016/943. Transformar la publicidad hacia la sostenibilidad. 7. Introducir las nociones de reparabilidad y durabilidad en el marco legal de la publicidad. Incorporar la obligación del sector de la publicidad de respetar los principios de durabilidad y reparabilidad en la Directiva de Servicios de Medios Audiovisuales de 2018/1808. 8. Prohibir la publicidad que promueve comportamientos dañinos hacia el medio ambiente. -Clarificar el artículo 9 de la Directiva de Servicios de Medios Audiovisuales de 2018/1808 para asegurar que la publicidad no promueva la destrucción o el abandono de productos funcionales. – Al mencionar el final de la vida útil de los productos manufacturados, incluir la obligación de los anunciantes de mencionar la reparación, la reutilización y, más en general, la segunda vida de los productos y las oportunidades del reciclaje. – Investigar la oportunidad de aplicar cuotas mínimas para los anuncios de productos de diseño ecológico, de segunda mano o productos alquilados, así como servicios de reparación y, más en general, de consumo sostenible. – Financiar experimentos sobre el comportamiento del consumidor a gran escala en relación con la inclusión en el contenido publicitario de nuevos productos manufacturados de información sobre el impacto ambiental de la compra de nuevos productos, o para promover un uso más prolongado de los productos. – Cuando sea posible, imponer la señalización de indicadores ambientales en la publicidad (como un sistema de puntuación de la reparación). – Regular las reivindicaciones ecológicas en la publicidad y la comercialización para evitar el «greenwashing» prohibiendo aquellas prácticas publicitarias y comerciales que minimicen el impacto de un producto en el medio ambiente (como lo recoge la ley francesa de 2020). 9. Crear un impuesto ecológico sobre la publicidad para promover un mejor consumo. – Introducir una Directiva de la Unión Europea sobre el impuesto a la publicidad, a fin de compensar las externalidades negativas resultantes del aumento del consumo. Parte II. Elegir conscientemente y bien informados: permitir a los ciudadanos encontrar productos duraderos y reparables. Crear herramientas esenciales para ayudar a los consumidores a elegir de manera responsable. 10. Introducir sistemas de puntuación de reparabilidad y durabilidad obligatorios. – Iniciar la tramitación de una Directiva de Información al Consumidor, que incluya una puntuación de reparabilidad siguiendo el sistema francés e imitando la Etiqueta de Energía. En particular, el sistema de puntuación de reparación debe tener en cuenta los siguientes aspectos: 1. Como criterio clave, debe tenerse en cuenta el precio de los repuestos, dado que el coste es el principal factor disuasorio de la reparación; los consumidores a menudo renuncian a la reparación cuando el coste de los recambios es superior al 30% del coste del nuevo producto. Para ello, la UE podría seguir la metodología empleada por Francia para calcular el precio relativo de repuestos. 2. Debe asegurarse la transparencia del sistema de puntuación y de resultados, como requisitos esenciales del sistema: como es probable que las puntuaciones se declaren por los propios fabricantes, los consumidores deben tener acceso a los factores que contribuyen al cálculo de la puntuación para poder verificar lo que ha sido anunciado por los fabricantes. 3. El sistema de puntuación también debe aplicarse las ventas por internet de productos, a fin de fomentar la competencia leal entre los actores del comercio electrónico. 4. Debe incluirse un calendario vinculante y claro para las diferentes puntuaciones (por ejemplo, una puntuación sobre reparación que se convierta en obligatoria en 2022 y una sobre durabilidad en 2024). 5. Debe encargarse una investigación al Joint Research Centre sobre la viabilidad de un sistema de puntuación de la durabilidad, comparando los distintos métodos voluntarios que existen hoy en Europa. 11. Informar a los consumidores sobre la disponibilidad de piezas de repuesto. -Introducir en la Directiva sobre residuos 2008/98/CE la obligación de los minoristas de informar a los consumidores sobre la duración de la disponibilidad de las piezas de repuesto de todos los productos eléctricos y electrónicos. Esta información debe ser clara y visible en el punto de venta, ya sea en línea o físicamente, debe especificar la duración de la disponibilidad de las piezas de repuesto, en caso de que no haya repuestos disponibles o si el minorista no tiene acceso a la información, se debe indicar claramente que no hay piezas de repuesto disponibles y deben aplicarse sanciones elevadas en caso de declaraciones engañosas o falsas. El medidor de uso: una poderosa palanca para mejorar el mantenimiento, la durabilidad y la reutilización. 12. Introducir un medidor de uso en varios productos. Incluir en el reglamento transversal de Ecodiseño un medidor de uso obligatorio en ciertos productos. Alternativamente, podría procederse a la introducción progresiva del medidor de uso en la parte de la Directiva de 2012 relativa a los residuos electrónicos dedicada a la prevención. En cuanto a su ámbito de aplicación, las lavadoras, lavavajillas, televisores y ordenadores portátiles podrían ser el primer objetivo, con el fin de extender progresivamente los medidores de uso a todos los productos electrónicos pertinentes. Asimismo, los medidores de uso deberían resultar obligatorios en los puntos de venta de productos de segunda mano. |
Mejorar la conciencia y la protección de los consumidores en cuanto a la durabilidad
13. Protección de los consumidores y del medio ambiente mediante el fortalecimiento de las garantías jurídicas. – Realizar un estudio en toda la UE sobre las garantías jurídicas en relación con la vida útil del producto. Este estudio debería evaluar el estado de la aplicación de las garantías legales en Europa e investigar los vínculos entre las garantías legales y la durabilidad. También podría analizar el impacto socioeconómico de contemplar garantías más largas en el sector de la reparación en varios países europeos, para hacer recomendaciones de futuras políticas. – Reforzar la información sobre las garantías asegurando, como en Francia, que todas las facturas y recibos mencionen los 2 años de garantía legal que se contemplan en virtud de la normativa europea. – Ampliar la inversión de la carga de la prueba a dos años, lo que significa que, durante este tiempo, es el vendedor, y no el consumidor, quien tiene que probar que el bien no estaba defectuoso en el momento de la compra. – Asegurar que los consumidores pueden beneficiarse de las garantías legales incluso aunque ya no tengan su recibo, confiando en los datos del vendedor minorista o de los datos bancarios personales del consumidor. – Investigar formas de hacer a los fabricantes financieramente responsables por los costes asociados a las garantías legales, a fin de darles un incentivo concreto para diseñar de forma más duradera. – Insistir en aplicar las sanciones contempladas en la Directiva de compraventa de bienes, para garantizar la aplicación de esta garantía, y asegurarse de que los mercados extranjeros también se vean obligados a cumplir estas obligaciones. – Dar prioridad a la reparación sobre el reemplazo en la Directiva de compraventa de bienes, de manera que el reemplazo de productos solo debe ser aceptable cuando la reparación es imposible o demasiado cara. – Reproducir las medidas francesas que incentivan la reparación prorrogando automáticamente la garantía legal por seis meses cuando se repara un producto defectuoso en lugar de proceder a su reemplazo. Se considera que esto también fomentaría una mayor confianza en los servicios de reparación. – Crear una garantía legal de seis meses en los servicios de reparación y una garantía legal de un año en los productos de segunda mano. – Considerar la posibilidad de prohibir el uso de la palabra «garantía» cuando se refiere a «garantías comerciales» para no crear confusión sobre los diferentes tipos de garantías, usando la palabra «seguro» en su lugar. 14. Fomentar que se compartan los electrodomésticos. – Alentar a los inversores inmobiliarios y arquitectos a poner en común los grandes electrodomésticos en los edificios mediante la publicación de directrices. – Dirigir los fondos y las adquisiciones europeas hacia estos modelos de intercambio. – Hacer obligatorio que los promotores de viviendas proporcionen servicios compartidos entre los inquilinos cuando sea posible en los edificios nuevos. 15. Crear un Día Europeo de la Durabilidad. – Establecer un Día Europeo sobre el consumo sostenible, la durabilidad y la capacidad de reparación para estimular y difundir iniciativas, siguiendo el modelo del Día Europeo de las Lenguas. Parte III. Hacer que la reparación y la reutilización sean accesibles a todos los europeos. Eliminar los principales obstáculos para la reparación. 16. Permitir que los Estados Miembros reduzcan los tipos de IVA en la reparación, la reutilización y la renovación. – Modificar la Directiva 2006/112/CE sobre el IVA para imponer un tipo de IVA del 5,5% a las actividades de reparación, reutilización y renovación. – Permitir a los Estados miembros adaptar los tipos de IVA de los productos, por ejemplo, para favorecer los productos de diseño ecológico o reparables. 17. Hacer que la reparación sea más barata creando fondos europeos para la reutilización y reparación. – Introducir fondos europeos de reparación y reutilización, siguiendo el modelo de la ley francesa de 2020 contra los desechos, en una nueva Directiva sobre reparación y reutilización. – Revisar la Directiva Marco de Residuos de 2008 para establecer objetivos ambiciosos en materia de reparación, renovación y reutilización en el marco de los planes de responsabilidad ampliada del productor a nivel europeo. Los europeos deberían tener derecho a reparar. 18. Poner a disposición de todos, piezas de repuesto e información sobre la reparación. – Ampliar la regulación sobre el diseño ecológico para introducir la obligación de disponer de piezas de repuesto para todos los dispositivos electrónicos, con duraciones específicas y ambiciosas para cada categoría de productos. – Establecer un plazo máximo de 10 días hábiles para la entrega de piezas de repuesto para garantizar un plazo de reparación razonable. – Introducir obligaciones para que los productores proporcionen información sobre las reparaciones y herramientas comunes a todos, incluyendo reparadores independientes y para los ciudadanos en la regulación sobre el Ecodiseño. – Financiar una única base de datos europea que recoja todos los talleres de reparación, incluidos los independientes y las reparaciones llevadas a cabo por voluntarios. 19. Fomentar las piezas de repuesto a petición. – Reformar la ley de propiedad intelectual para introducir la obligación de que los productores que dejen de suministrar repuestos publiquen sus plantillas para su impresión en 3D. 20. Fomentar la reparación con piezas de segunda mano. – Cuando se disponga de esas piezas, introducir la obligación de que los reparadoreselectrónicos y de automóviles utilicen piezas de repuesto de segunda mano. – Financiar operaciones de recogida para que los reparadores tengan acceso a esas piezas. |
¿En qué punto se encuentra actualmente la UE?
En su Plan de Acción Circular presentado en marzo de este año, la Comisión Europea indica que, “Como parte de esta iniciativa legislativa y, según proceda, mediante propuestas legislativas complementarias, la Comisión estudiará la posibilidad de establecer principios de sostenibilidad y otros medios adecuados para regular los siguientes aspectos:
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mejorar la durabilidad, reutilizabilidad, actualizabilidad y reparabilidad de los productos, abordar la presencia en ellos de sustancias químicas peligrosas e intensificar su eficiencia en cuanto al uso de energía y de recursos;
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aumentar el contenido reciclado de los productos sin menoscabo de su rendimiento y su seguridad;
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posibilitar la refabricación y el reciclado de alta calidad;
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reducir la huella de carbono y la huella ecológica;
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limitar el uso de productos de un solo uso y contrarrestar la obsolescencia prematura;
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prohibir la destrucción de los bienes duraderos que no hayan sido vendidos;
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incentivar los «productos como servicios» u otros modelos similares en los que los productores conservan la propiedad del producto o la responsabilidad por su rendimiento a lo largo de su ciclo de vida;
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movilizar el potencial de digitalización de la información sobre productos, incorporando soluciones como pasaportes, etiquetado y marcas de agua digitales;
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recompensar a los productos con arreglo a sus diferentes resultados en materia de sostenibilidad, por ejemplo, vinculando las prestaciones de alto nivel a los incentivos.
Se otorgará prioridad a los grupos de productos identificados en las cadenas de valor que figuran en el presente Plan de acción, como la electrónica, las TIC y los productos textiles, pero también al mobiliario y a los productos intermedios de alta resistencia como el acero, el cemento y los productos químicos. Se identificarán otros grupos de productos en función de su impacto ambiental y su potencial para la circularidad.”
Siguiendo el mandato del Nuevo Paquete de Economía Circular, la Comisión, en 2019 actualizó las nuevas etiquetas de eficiencia energética en la que, además de actualizar criterios de eficiencia energética, también introduce la reparabilidad como objetivo en los futuros reglamentos sobre ecodiseño, que deben entrar en vigor en 2021.
Conclusiones
Las medidas sobre ecodiseño son importantes para la durabilidad pero también porque, para la mayoría de los productos, el diseño y fabricación representa la mayor parte de su impacto ambiental a lo largo de su ciclo de vida: como admite la Comisión Europea, en el Nuevo Plan de acción para la economía circular por una Europa más limpia y más competitiva (COM/2020/98 final, página 3) puede llegar a representar hasta un 80% de su impacto ambiental. Así pues, incidir en el ecodiseño puede permitir aligerar la carga de la mochila ecológica de los productos y, a su vez, avanzar en soluciones de reparación y reparabilidad cuando se concibe un producto.
Por otro lado, el derecho a la reparabilidad se demanda cada vez más entre los consumidores, como lo atestigua, por ejemplo, esta petición de ciudadanos italianos: “Garantizar el derecho a la reparabilidad en el paquete de economía circular en Europa” y que ha recogido más de 102.000 firmas.
Las propuestas planteadas por Hop implican la modificación o creación de múltiples y diversas normativas que no se circunscriben solo al derecho ambiental, sino, como se ha mencionado, también al derecho mercantil, al derecho de competencia, al derecho aplicado sobre la publicidad o sobre los medios audiovisuales, por ejemplo. En realidad, estas propuestas implican una nueva óptica en el ámbito de la producción, distribución y consumo de bienes, en línea con el cambio sistémico que conlleva la transición hacia una economía circular.