El Complejo Medioambiental de Gipuzkoa, pieza clave para impulsar la economía circular en Gipuzkoa
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José Ignacio Asensio: “La valorización energética es una fuente de energía renovable, evita el consumo de combustibles fósiles y contribuye a disminuir las emisiones y frenar el cambio climático”. “No tiene sentido seguir enterrando recursos valiosos en vertederos para dejar una hipoteca ambiental a nuestros hijos e hijas”.
El parque Científico y Tecnológico de Gipuzkoa ha acogido la jornada “Waste to Energy: La gestión de los residuos en Europa” organizada por GHK, órgano competente en la gestión en alta de los residuos del Territorio. Han participado en este encuentro el presidente del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa y diputado de Medio Ambiente José Ignacio Asensio, el director general de GHK César Gimeno, el profesor Peter Georg Quicker, director de la Unidad de Tecnologías de Combustibles en la RTW Aachen University de Alemania (una de las principales universidades técnicas del país) y el doctor Jan-Peter Born, responsable del Desarrollo Comercial de HVC Alkmar en Holanda.
El presidente del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa y diputado foral de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, ha sido el encargado de dar comienzo al curso recordando que la Cumbre de París considera la valorización energética de residuos una fuente de energía renovable. En su intervención, ha destacado que la valorización energética evita el consumo de combustibles fósiles y contribuye a disminuir las emisiones y frenar el cambio climático. “No tiene sentido seguir enterrando recursos valiosos en vertederos para dejar una hipoteca ambiental a nuestros hijos e hijas”, ha dicho Asensio que ha puesto en valor el papel del CMG-1 para dotar a Gipuzkoa de un sistema de gestión de residuos a la altura de los países más desarrollados de Europa. A continuación, el profesor Peter Georg Quicker y el doctor Jan-Peter Born han analizado y expuesto sus respectivas experiencias sobre la valorización energética en Europa.
El profesor Peter Georg Quicker ha centrado su ponencia en la complementariedad del reciclaje y la valorización energética y ha manifestado que deberíamos decantarnos por la valorización energética para esos residuos que no se pueden reciclar por varias razones: “Para evitar la contaminación del medio ambiente, para eliminar los componentes tóxicos y sobre todo para evitar los vertederos”. Además, ha señalado que el residuo se transforma en energía y ha hecho hincapié en la seguridad que aporta su depuración de gases. El doctor Jan-Peter Born en cambio, ha explicado el aprovechamiento de las escorias de incineración en Europa: “Las escorias de incineración son una fuente muy valiosa, a través de ellas se pueden generar materiales de construcción y recuperar metales. También aumentan los objetivos del reciclaje porque la Comisión Europea ha reconocido que la recuperación de metales a través de la valorización energética es la mejor opción”. Por último, el director general de GHK, César Gimeno, ha dado a conocer el proyecto guipuzcoano, que ya ha superado el 60% de ejecución y que comenzará a funcionar en marzo con una planta de tratamiento mecánico biológico y tiene previsto estar plenamente operativo en el plazo de un año, octubre de 2019.
La puesta en marcha del nuevo Complejo Medioambiental de Gipuzkoa permitirá la eliminación definitiva de los vertederos eliminando el riesgo medioambiental que suponen. Las plantas de valorización energética generan energía y riqueza, ofreciendo una alternativa a los combustibles fósiles, de los cuales Gipuzkoa es totalmente dependiente en la actualidad. Además, su planta de valorización de escorias tratará los restos sólidos procedentes de la planta de valorización energética, tendrá una capacidad de 52.000 toneladas al año y desarrollará distintos procesos para transformarlos en áridos reciclados que puedan ser empleados en obra pública. Los áridos producidos en la planta permitirían asfaltar todos los años un tramo de carretera de 10 kilómetros, una distancia similar a la que separa San Sebastián de Andoain. Una vez en marcha La energía producida por la planta de valorización energética y la planta de biometanización permitirá abastecer de electricidad a más de 45.000 hogares y transformará el Complejo en la primera fuente de energía renovable de Gipuzkoa.
El proyecto guipuzcoano está basado en las directrices europeas y sus principios esenciales son reducir al mínimo los residuos generados mediante la prevención, la concienciación y la sensibilización y considerar el residuo como un recurso, recuperando los materiales reciclables y aprovechando la energía que contienen. Para poder cumplir estos principios Gipuzkoa ha considerado la valorización energética como opción prioritaria ante los vertederos y como la mejor solución para la problemática del Territorio.
La jornada “Waste to Energy: La gestión de los residuos en Europa” ha ofrecido la oportunidad de poner sobre la mesa la situación actual del tratamiento de los residuos urbanos en Europa y Gipuzkoa y en ella se ha resaltado que la valorización energética es parte de la solución al problema del vertido de residuos. Para ello se ha contado con la participación del profesor Peter Georg Quicker y el doctor Jan-Peter Born que han puesto en relieve la necesidad de que todos los países respeten la jerarquía en la gestión de los residuos, aprovechen los recursos presentes en los residuos, debiendo relegar el vertedero a último lugar por su negativo impacto sobre el medio ambiente.
Ambos expertos, tomaron parte la semana pasada en el 9º Congreso de la Confederación Europea de Plantas de Valorización Energética de Residuos (CEWEP) celebrado en Bilbao, que reunió a más de 200 especialistas en la gestión de residuos y cuyo foco principal fue la economía circular. Los asistentes al Congreso subrayaron la importancia de la correcta gestión de los residuos, uno de los principales desafíos medioambientales de la Unión Europea. Se destacó el papel relevante que juegan las plantas de valorización energética de residuos en el camino hacia la economía circular. En este nuevo modelo, el valor de los productos y materiales se mantiene durante el mayor tiempo posible, los residuos se reducen al mínimo y los recursos se conservan dentro de la economía cuando un producto ha llegado al final de su vida útil, con el fin de seguir creando valor.