El agua, los humedales y la vida son inseparables
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Todos estamos de acuerdo en que el agua dulce es esencial para la vida; sin agua no puede haber vida. Pero ¿cuántos se preocupan por la salud de los ecosistemas que son la fuente de nuestra agua dulce?
Estamos viviendo una crisis del agua con profundas consecuencias y los humedales son la clave para resolverla. Menos del 1 % del agua de la Tierra es agua dulce que se puede utilizar y en su mayoría está almacenada en humedales como ríos, lagos, marismas, estuarios y acuíferos.
Consumimos al menos 10 000 millones de toneladas de agua dulce cada día – más de lo que la Tierra puede reponer. No obstante, se necesitará un 55 % más de agua en 2050 para una población mundial de 10 000 millones de personas.
Nuestra demanda insostenible de agua dulce está ejerciendo una presión inmensa sobre los humedales.
Además, todas nuestras fuentes de agua están contaminadas por productos químicos, plásticos o aguas residuales sin tratar; 2 200 millones de personas beben agua no apta para el consumo y casi medio millón de personas mueren cada año a consecuencia de ello.
Aunque demandamos cada vez más agua dulce, destruimos los medios que nos permiten obtenerla. Ya ha desaparecido casi el 90 % de nuestros humedales, tales como ríos, lagos, marismas y turberas, y los humedales siguen desapareciendo a un ritmo tres veces mayor que el de los bosques.
No vemos la conexión entre nuestra dependencia del agua y cómo tratamos a nuestros humedales.
Debemos entender mejor y valorar la relación entre los humedales y el agua.
Al recoger, almacenar, filtrar y liberar agua en el lugar y el momento necesarios, los humedales garantizan un suministro constante de agua dulce de calidad, indispensable para el consumo, el riego y la producción de energía y para el funcionamiento de los ecosistemas.
Nuestro desarrollo y crecimiento económico están íntimamente ligados a la disponibilidad de agua suficiente; a su vez, la cantidad y calidad del agua dependen de los humedales sanos. Más de la mitad del PIB mundial depende de los servicios que brinda la naturaleza cuando funciona adecuadamente.
El agua y los humedales, que son interdependientes e inseparables, son dos elementos cruciales para la vida y constituyen el hogar del 40 % de las especies del planeta.
Los humedales y el agua que contienen proporcionan una gran parte de nuestros alimentos mediante la pesca, la acuicultura y el riego de los cultivos, además de 47 billones de dólares de los EE. UU. en servicios anuales para la economía mundial.
La capacidad de los humedales de absorber las aguas de inundación – hasta 13,40 millones de litros por hectárea – brinda protección frente a las peores tormentas, inundaciones y sequías, que representan casi las tres cuartas partes de todos los desastres naturales.
En un contexto en el que se prevé que el cambio climático incremente la escasez de agua, particularmente en regiones ya áridas, y la falta de agua amenaza con arruinar las economías, la función de gestión del agua de los humedales es ahora más crucial que nunca para lograr la resiliencia física y socioeconómica.
Podríamos tener agua suficiente para nuestro presente y futuro. Siempre y cuando cambiemos.
Debemos hacer un uso eficiente del agua en todos los ámbitos. El sector industrial, por ejemplo, podría reducir su consumo de agua hasta en un 50 %, mientras que en la agricultura, que es el mayor consumidor de agua con diferencia, hay distintas maneras de obtener un mayor rendimiento con la misma cantidad de agua.
Debemos dejar de destruir los humedales y empezar a restaurarlos.
Ahorrar agua y conservar los humedales es nuestra responsabilidad colectiva, ya sea en el sector agrícola o industrial o en nuestra propia vida cotidiana.
Es necesario realizar inversiones considerables en los humedales como soluciones naturales para la gestión del agua y también aplicar políticas que integren los humedales en los planes de gestión hídrica a escala local, nacional e internacional. Todas estas son medidas decisivas encaminadas a lograr una economía verde y fundamentales para reconstruir mejor.
Acompáñenos este Día Mundial de los Humedales el año del 50º aniversario de la Convención de Ramsar sobre los Humedales para acelerar las acciones encaminadas a conservar y restaurar los humedales del mundo.
Hagamos cambios que valoren a los humedales para garantizar nuestra agua dulce.