Una mirada al mercado del papel y cartón recuperado de cara al segundo semestre 2021
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Inestabilidad e incertidumbre son las palabras que mejor definen la situación en la que nos encontramos inmersos en estos momentos. No sabemos a ciencia cierta hacia dónde irá el mercado ni qué pasará en los próximos meses, ya que su evolución dependerá del desarrollo de la pandemia que irrumpió en nuestras vidas en marzo de 2020 y, que a día de hoy, sigue fijando el desarrollo de la actividad económica tanto de nuestro país como del resto del mundo.
Es un hecho que atravesamos momentos difíciles. No obstante, próximamente daremos la bienvenida a grandes cambios para nuestra industria que merecen la pena destacar. Nuevas normativas, en las que llevamos mucho tiempo trabajando, y que esperamos den al sector el impulso que necesita para salir de la actual situación.
En este sentido, todas las miradas se encuentran puestas en la Ley de residuos y suelos contaminados, que ha iniciado recientemente su tramitación parlamentaria. Esta ley nos traerá cambios muy significativos. Algunos muy positivos y otros no tanto.
Este año tendremos grandes cambios para nuestra industria que merecen la pena destacar. Nuevas normativas que esperamos den al sector el impulso que necesita para salir de la actual situación.
El mercado nacional en cifras
Qué vamos a decir del 2020, el “año de la pandemia”. A falta de contar con las cifras oficiales, todo apunta a que la recuperación disminuyó en torno a un 5% respecto al año 2019.
El cartón generado por la distribución se mantuvo estable en cuanto a tonelaje, incluso aumentó en aquellas grandes superficies que tienen hipermercados. Por su parte, el cartón de origen industrial bajó en torno a un 10%. Una caída paliada por los residuos generados por los centros logísticos que, gracias al auge del comercio electrónico, ayudaron a mantener los niveles de producción.
Un dato a destacar es el de la recogida selectiva en donde, a pesar de que se mantuvieron los datos del año 2019, encontramos un cambio en su composición, con alrededor de un 80% de cartón y solo un 20% de papel gráfico.
Cada vez realizamos más compras por internet, del mismo modo que nuestra sociedad consume menos prensa escrita, así como otros papeles gráficos y de impresión.
Este cambio de tendencia en los hábitos de los ciudadanos, parece no tener vuelta atrás, lo que está teniendo un impacto en la producción de las calidades altas de materias primas secundarias para las fábricas de papel.
Las restricciones de China y la irrupción de la COVID-19
Pero España es solo una pequeña pieza del gran puzle del mercado global del papel y cartón recuperado. Si dirigimos la mirada fuera de nuestras fronteras nos encontramos con dos frentes principales: la prohibición de entrada de material recuperado en China y la COVID-19 y sus consecuencias.
Si analizamos el primer frente, vemos cómo ha cambiado el escenario en los últimos años. De los 11 millones de toneladas de material exportados a China en 2019 se pasó a exportar solo 7 millones de toneladas en el año 2020.
Con este nuevo panorama China ha buscado nuevos proveedores y nosotros nuevos clientes. De esta manera han surgido con fuerza nuevos jugadores como India, Malasia o Tailandia. Jugadores que con el tiempo han seguido los pasos del gigante asiático y han puesto restricciones a la importación: inspecciones, controles…, que dificultan y ralentizan las operaciones comerciales.
En cuanto al segundo frente, la COVID-19, su irrupción, entre otras cosas, ha ocasionando un desequilibrio entre la oferta y la demanda debido al parón en la actividad económica. Creando como consecuencia una volatilidad en el mercado difícil de manejar que aún hoy arrastramos.
China ha buscado nuevos proveedores y nosotros nuevos clientes. De esta manera han surgido con fuerza nuevos jugadores como India, Malasia o Tailandia. Jugadores que con el tiempo han seguido los pasos del gigante asiático y han puesto restricciones a la importación.
Hacia donde vamos: qué nos espera
Es difícil hacer previsiones en este contexto. No obstante, hay varios factores a los que tendremos que prestar especial atención en los próximos meses:
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Las restricciones (presentes y futuras) a las que tendrán que hacer frente nuestras empresas.
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Las nuevas producciones que se han puesto en marcha en Europa, como por ejemplo en Francia y Alemania, cuyo impacto en nuestro mercado habrá que evaluar.
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La evolución de la crisis del papel prensa y la conversión de sus fábricas en fábricas de papel para embalaje.
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Las inversiones de grupos papeleros chinos que en los últimos años han comprando fábricas y puesto en marcha nuevas instalaciones fuera de sus fronteras, tanto en países periféricos como en EE.UU.
El desequilibrio entre la oferta y la demanda, un enemigo a batir
Dentro de este contexto, una de las grandes preguntas que nos hacemos es si, cuando se estabilice el mercado, habrá suficiente demanda en Europa como para poder tratar todos los residuos de papel y cartón que se generan en nuestro territorio.
Es cierto que hasta que no recuperemos la normalidad, no la nueva sino la antigua, y la actividad económica se reactive, va a ser complicado saber con certeza lo que puede suceder en el futuro.
No obstante, no podemos dejar que la incertidumbre nos domine y debemos continuar trabajando en base a las certezas y previsiones que tenemos. Y debemos hacerlo siempre desde la colectividad, porque juntos somos más fuertes.
Y es que no hay duda posible: somos esenciales. Nadie dijo que el camino fuera fácil pero no por ello debemos dejar de disfrutarlo. Trabajemos duro, apostemos por la innovación, mejoremos la calidad y sobre todo, seamos fieles a nuestra esencia. Porque en nosotros está la llave del futuro.
Artículo publicado en el número 230 de RETEMA.