Una instalación pionera para producción de biofertilizante y abono de 53 millones de euros se construirá en Barcelona
- 2523 lecturas
El AMB aprobó, el pasado 10 de noviembre por medio de la Junta de Gobierno, la licitación para la redacción del proyecto constructivo del Centro de Producción de biofertilizantes y Abonos (CEBA). Esta nueva planta de tratamiento de residuos metropolitanos partirá de la reconversión de la actual planta de transferencia de residuos situada en Viladecans, para transformarla en una instalación dedicada a recuperar los nutrientes presentes en la fracción orgánica de los residuos (FORM). Ubicado en el Parque Agrario del Baix Llobregat, el CEBA permitirá satisfacer las necesidades de fertilizante y abono para los cultivos de este parque, que es el principal centro de producción alimentaria del área metropolitana de Barcelona.
En el marco de la capitalidad mundial de la alimentación sostenible de Barcelona durante el 2021, en la que el AMB se implicará con un papel destacado, este proyecto ayuda a hacer realidad uno de los principales objetivos a alcanzar: el impulso de economías locales arraigadas en la alimentación sostenible. Gracias a las sinergias que se establecerán entre el centro de biorresiduos y los ámbitos productivos y de conocimiento, con el apoyo de las instituciones implicadas, se contribuirá a dotar de más robustez la producción alimentaria sostenible en el Parque Agrario, y esto facilitará nuevas oportunidades para a sus agentes vehiculadores, especialmente para el campo local, el sector de la restauración sostenible o el pequeño comercio.
Esta planta, por su nivel de recuperación de nutrientes, será una experiencia pionera en toda Europa. El AMB espera, tras la redacción y aprobación del proyecto ejecutivo, poder iniciar la construcción a mediados de 2022 y terminarla a finales de 2023.
La inversión total prevista para esta nueva instalación es de 53,5 millones de euros.
Como apunta Eloi Badia, vicepresidente de Ecología de la AMB: "El proyecto de la planta de biorresiduos que hoy empieza a caminar es el paradigma de lo que queremos que se convierta en la política de residuos del AMB, enmarcada en el PREMET25: un esfuerzo para convertir los residuos en recursos, una apuesta centrada en la economía verde y circular, arraigada en el territorio y capaz de impulsar sectores estratégicos de futuro, como el de la alimentación sana, sostenible y de proximidad ".
Añade, también, que "es una oportunidad única para la colaboración y el trabajo en red entre diferentes agentes (administraciones, centros de conocimiento y sector económico y productivo), que debe ser un ejemplo para la creación de nuevas economías más resilientes y sostenibles, generadoras de puestos de trabajo, cercanas y arraigadas en el territorio".
Menos residuos, más recursos
La generación de residuos sólidos municipales (RSM) es una preocupación a escala mundial. El índice de generación es de 2.000 millones de toneladas anuales, y se espera que llegue a 2.200 millones en 2025. En el ámbito del área metropolitana de Barcelona, la generación de residuos municipales en el año 2019 fue de 1,52 millones de toneladas, el equivalente a 475 kg per cápita. Sólo el 20% de estos residuos terminó depositándose en un depósito controlado.
De acuerdo con el Programa metropolitano de prevención y gestión de recursos y residuos municipales 2019-2025 (PREMET25), el principal reto de la gestión de residuos del AMB es salir del estancamiento en la recogida selectiva (37,4% , en el año 2019), y alcanzar el 55% de reciclaje en el año 2025. Para ello, el programa marca el objetivo de que en 2025 las fracciones orgánica y resto se recojan puerta a puerta o mediante contenedores inteligente inteligentes.
Este objetivo se alinea con el mandato de la UE de potenciar la economía circular: que los residuos se conviertan recursos que se puedan volver a introducir en el ciclo de materiales.
Por este motivo, y previendo un aumento notable de la recogida de la fracción orgánica en los próximos 5 años, se hace necesaria una nueva instalación en el ámbito metropolitano, el CEBA, que permita disponer de una capacidad de tratamiento adecuado.
Producción de fertilizantes y abonos a partir de los residuos
El futuro CEBA marca un paso más en la desvinculación de la dependencia de los depósitos controlados y la valorización energética, ya que maximiza la recuperación material produciendo recursos de proximidad. El proceso es más sostenible, en todos los aspectos, que el de otras instalaciones en los puntos siguientes:
-
La materia orgánica recogida selectivamente que llegará se transformará completamente en materiales ricos en nutrientes para el suelo.
-
Un tratamiento innovador de las aguas generadas permitirá la recuperación de biogás a partir de la carga orgánica de las aguas, fertilizantes líquidos ricos en nitrógeno y estruvita, que es un fertilizante de alto valor por su contenido en fósforo.
-
La planta funcionará potenciando las energías renovables más limpias: desde la fotovoltaica, a partir de placas instaladas en la cubierta, hasta la energía eléctrica generada a partir de la fracción orgánica tratada, en forma de biogás.
-
Se instalarán puntos de recarga para vehículos eléctricos y puntos de recarga para vehículos de gas, aprovechando la electricidad y el biometano producidos en el centro. El uso de este combustible en los camiones de recogida de residuos o vehículos municipales contribuirá directamente a mejorar la calidad del aire en la metrópolis.
-
El excedente de biometano se inyectará a la red de gas natural.
Funcionamiento básico de la nueva planta
El CEBA será una instalación básicamente destinada a recuperar los nutrientes de la fracción orgánica de los residuos municipales (FORM) en forma de recursos útiles (abonos, fertilizantes y agua) para la agricultura. También hará operaciones de trasvase de la fracción resto y limpieza viaria. La capacidad de tratamiento anual de FORM será de 90.000 toneladas.
La materia orgánica tratada se aprovechará como recurso en forma de abono, un elemento esencial para las actividades agrícolas productivas del Parque Agrario. Pero el CEBA irá un paso más allá: será capaz de generar abonos personalizados para los diferentes cultivos, por lo que hará realidad el concepto "de abono a la carta Km.0", a través del diálogo constante, la experimentación y la aprendizaje compartido con el sector.
La FORM se tratará mediante un proceso de digestión anaeróbica en que se producirá biogás, además de la enmienda orgánica que se utilizará para el abonado del Parque Agrario. El proceso de valorización de los residuos se realizará en el centro del Agròpolis que tiene la UPC en Viladecans, donde se llevarán a cabo una parte de los ensayos experimentales relativos a esta valorización.
El biogás se utilizará, en parte, como combustible en grupos de cogeneración, que producirán energía eléctrica y energía térmica. La energía térmica será en forma de vapor de baja presión, que se utilizará para satisfacer las necesidades energéticas de la misma planta, y una parte del'energia eléctrica se destinará a los puntos de recarga de vehículos eléctricos, que podrán utilizarse para los vehículos de los servicios públicos municipales. El resto de biogás se enriquecerá y se purificará para producir biometano. El AMB basa una parte de la filosofía de esta instalación en el proyecto europeo LIFE Methamorphosis.
Aparte de las energías verdes ya mencionadas, la planta hará uso de la energía fotovoltaica, con una generación anual estimada de 350.000 kWh / año.
La planta también dispondrá de un laboratorio y de una zona de pruebas, donde se trabajará para optimizar el producto resultante, así como de un aula ambiental, que promoverá las visitas a la planta y explicará el funcionamiento y la implicación medioambiental en la gestión de los residuos a través de la estrategia de economía verde y circular.
El encaje del CEBA en la transición verde metropolitana
La lucha contra el cambio climático es uno de los principales esfuerzos del AMB. Se alinea con el European Green Deal, que marca un plan de acción para lograr la neutralidad de las emisiones de gases de efecto invernadero en el año 2050. Para ello, habrá que reducir la huella de carbono en un 30% en 2030 respecto a los niveles existentes en 1990.
El nuevo CEBA será una herramienta potente para esta lucha, ya que se trata de un nuevo concepto de instalación que busca neutralizar las emisiones de gases de efecto invernadero, y que reducirá el uso de los depósitos controlados y la valorización energética, que son procesos que generan más emisiones de gases de efecto invernadero. Las principales diferencias con las plantas convencionales serán:
-
Una elevada producción de biogás, que permitirá gestionar su excedente en forma de energía eléctrica y biometano para vehículos o para inyección a la red.
-
Generación de fertilizantes nitrogenados y ricos en fósforo, que permitirán sustituir los fertilizantes químicos.
-
Generación de un efluente líquido de alta calidad, que se prevé que se pueda utilizar en el riego de fincas cercanas del Parque Agrario del Baix Llobregat.
Todos estos puntos permitirán proteger y restaurar la biodiversidad en la zona del Parque Agrario y el curso metropolitano del río Llobregat.
Reactivación económica y social
Otro objetivo de la nueva instalación será potenciar la economía de proximidad al territorio metropolitano. Su emplazamiento en el municipio deViladecans responde a una planificación estratégica, junto al Parque Agrario del Baix Llobregat y el Parque Mediterráneo de la Tecnología. Esta ubicación potenciará la situación socioeconómica del entorno y aumentará la calidad medioambiental y de vida de la ciudadanía de los municipios cercanos.
El CEBA también mitigará el impacto social y económico de la crisis, ya que será capaz de generar puestos de trabajo de la denominada "empleo verde". El AMB prevé que la instalación genere unos 40 puestos de trabajo directos. En este sentido, contribuirá a la inserción laboral de personas con dificultades para acceder al mercado de trabajo, especialmente de los colectivos más vulnerables: jóvenes, mujeres, parados de larga duración, familias con todos sus miembros en paro y personas con discapacidad.
El proyecto del CEBA integrará en su matriz logística todos los actores implicados en el ciclo de los nutrientes, como son:
-
El AMB y los municipios metropolitanos, los residuos orgánicos de los cuales servirán como materia prima para la nueva instalación.
-
Los agricultores del Parque Agrario como cliente final, que fijará la composición, las cantidades, el formato y el calendario de los fertilizantes necesarios en función del tipo de cultivo, las condiciones climáticas y la evolución de la cosecha.
-
El Consorcio del Parque Agrario, que hará de enlace entre los consumidores (agricultores) y el productor (CON) de los fertilizantes, y que hará recomendaciones en cuanto a la aplicación y uso de los abonos desarrollados.
-
La Escuela de Ingeniería Agroalimentaria y de Biosistemas de Barcelona (EEABB) de la Universidad Politécnica de Cataluña · BarcelonaTech (UPC) y la Universidad de Barcelona (UB), la experiencia de los que se considera esencial en el proceso continuo de mejora los productos elaborados. Asimismo, gracias a la colaboración universitaria, el CEBA servirá como centro de experimentación para estudiantes y graduados, para desarrollar nuevos proyectos de mejora del tratamiento de los residuos orgánicos.