TNU participa en el proyecto BlackCycle enfatizando el potencial de la pirólisis
- 1045 lecturas
Se espera que 1 de cada 2 neumáticos al final de su vida útil se incorpore a esta nueva cadena de valor circular
La obtención de materias primas secundarias a partir de los neumáticos fuera de uso, como son el acero, el granulado de goma y el negro carbón (obtenido mediante tratamiento pirolítico) son la esencia de la economía circular del neumático. Estos materiales se reintroducen en la industria para fabricar nuevas gamas de neumáticos para turismos y camiones, que se comercializan en los mercados europeos y mundiales.
Hoy en día, más de la mitad de los neumáticos europeos al final de su vida útil se exportan a países extracomunitarios. Al reubicar la gestión y transformación de neumáticos al final de su vida útil dentro de la UE, se espera que el proyecto BlackCycle cree puestos de trabajo sostenibles, agregando valor a las industrias europeas existentes. Al ofrecer BlackCycle una alternativa económica y ambientalmente viable, reducirá las exportaciones de residuos.
Expansión de la pirólisis
TNU Tratamiento de Neumáticos Usados participó en el grupo de trabajo, Aceptación Social, Invitados por AXELERA y Michelin, asociados a BlackCycle, cuya temática giró en torno a la importancia que tiene la cadena de valor del proyecto, su estado actual y su avance. Posteriormente se analizó la implementación de las modernas plantas de pirólisis, con el ejemplo de diferentes unidades industriales .
La pirólisis es una de las soluciones más respetuosas con el medio ambiente y ecosostenibles que se perfilan para reciclar y valorizar la ingente cantidad de neumáticos que se desechan cada año en España (250.000 toneladas) y en Europa (3,5 millones)
La pirólisis genera “0” residuos y reduce un 92% las emisiones de CO2. Es un tratamiento térmico sin oxígeno, que permite descomponer la goma de los NFU y generar valiosos productos reutilizables: líquidos (aceite para biocombustible) sólidos (negro carbón, fundamental para hacer cualquier formulación con caucho) y gases (empleados como fuente de energía para el propio proceso de pirólisis, que lo hace autosuficiente).
Soluciones sostenibles
Se debatió el impacto de la implantación de las plantas a nivel autonómico y local. Javier de Jesús, Director operativo de TNU, remarcó los puntos a tener en cuenta a la hora de proyectar una planta de estas características. Lo más importante es que esté ubicada “pared con pared” con una planta de tratamiento, trituración y granulación de NFU, que la surta de materia prima en forma de chipeado de neumáticos, al menor coste posible, tanto medioambiental como económico, por el ahorro de CO2 y portes que supone el transporte. Las plantas de granulado están plenamente aceptadas desde hace años por la sociedad, por lo que instalar una planta pirolítica aneja a la misma no debería suponer un problema. Otro aspecto positivo que el director operativo de TNU destacó, es la creación de un empleo “verde” de ingenieros y personal técnico cualificado. Esto implica un beneficio social y económico en las localidades donde se ubiquen.
También reseño su principal ventaja: Permite reducir y valorizar la ingente cantidad de neumáticos usados y al mismo tiempo ahorrar en el consumo de materias primas vírgenes y combustibles fósiles, reduciendo significativamente las emisiones GEI y la contaminación. Todo de manera autosuficiente y sin generar residuos.
D. Javier de Jesús también destacó la necesidad de dotar de cierta seguridad y estabilidad a la hora de realizar contrataciones por parte de los Sistemas Colectivos a los proyectos de Pirólisis, dado que concursos trienales, dificultan la implantación de este tipo de instalaciones, por su elevada inversión inicial. Por lo que propone tanto para estas actividades industriales como para otras como las plantas de granulación de dotarlas de mayores garantías con contratos de bastante mayor duración, próximos a los 10 años.
También planteó en la parte negativa las diferencias de criterio por parte de las autoridades, a la hora de autorizar estos proyectos de Pirólisis, donde en algunos casos se las considera procesos de valorización energética y en otros casos de valorización material. Esta disparidad de criterios y las diferentes legislaciones y sensibilidades, según la comunidad autónoma donde se proyecte, dificulta o en algunos casos hace imposible su implantación. Disparidad que conviene y urge unificar por las distintas comunidades autónomas y el ministerio de transición ecológica para facilitar la puesta en marcha de este tipo de industria, por los múltiples beneficios, sociales, medioambientales, tecnológicos y económicos que suponen para su entorno mas cercano y parte de la sociedad.
Posteriormente los participantes de la jornada pudieron visitar la planta pirolítica piloto de Greenval Technologies, desarrollada a partir de una patente del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) situada en el Parque Tecnológico López Soriano, en La Cartuja Baja (Zaragoza), donde pudieron comprobar como es el proceso de pirólisis in situ y ver la materia prima secundaria que se obtiene a partir de la goma de los neumáticos fuera de uso: gas, negro carbón y aceite pirolítico, que gracias a la columna de destilación TRL 7 se refina por calentamiento a más de 280°C.
El aceite pirolítico sin purificar, se puede utilizar directamente como combustible para barcos (búnker) mientras que el refinado puede tener muy diversas aplicaciones dentro de la industria química y petroquímica como los biocombustibles.
En estas jornadas se generó un productivo diálogo e intercambio de experiencias e ideas entre los actores más relevantes del sector, científicos, empresas, instituciones, etc, que impulsaran el reciclaje y valorización de los neumáticos fuera de uso con las innovaciones que promueve el proyecto BlackCycle.