SIGRE amplía su ámbito de actuación a envases comerciales e industriales de medicamentos a partir de 2025
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SIGRE, el Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) del sector farmacéutico, lleva más de dos décadas gestionando los envases y residuos de medicamentos de origen doméstico, es decir, los generados en los hogares españoles. A partir del 1 de enero de 2025, para dar cumplimiento a las nuevas obligaciones que la normativa en materia de envases impone a los productores, SIGRE ampliará su ámbito de actuación a los envases comerciales e industriales de medicamentos que se generan en los establecimientos sanitarios de nuestro país y en las instalaciones de la distribución.
Para ello, la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid ha concedido a SIGRE la correspondiente autorización administrativa como SCRAP de envases domésticos, comerciales e industriales puestos en el mercado por el sector farmacéutico. Esta autorización es válida para operar en todo el territorio nacional y tendrá una vigencia inicial de ocho años, tras los cuales será revisada permaneciendo vigente.
De acuerdo con lo previsto en la normativa de envases, los productores que pongan en el mercado envases comerciales e industriales de medicamentos deben adherirse a un SCRAP autorizado antes del 31 de diciembre de 2024, por lo que SIGRE ha puesto en marcha el proceso para la firma de los nuevos contratos de adhesión, complementando a los ya suscritos por las compañías farmacéuticas para los envases domésticos.
SIGRE invita a todos los productores del sector a iniciar cuanto antes el proceso de adhesión al SCRAP.
Miguel Vega, director general de SIGRE, destaca que “con la ampliación del SCRAP a los envases comerciales e industriales, el sector farmacéutico confía en SIGRE para avanzar hacia una economía más circular, en la que desde el ecodiseño de los envases hasta la correcta gestión de los residuos se organice bajo principios de sostenibilidad. Además, esta ampliación supone una oportunidad para colaborar con otras organizaciones del sector de la salud, de forma que se puedan tener en cuenta los impactos ambientales de las distintas etapas del ciclo de vida de los medicamentos”.