Los regantes recelan de los nuevos Planes Hidrológicos
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La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) recela de los nuevos Planes Hidrológicos, tal y como ha formulado en la primera de las alegaciones que realizará a los ‘Esquemas provisionales de Temas Importantes’ (EpTI), que son los documentos intermedios en el proceso de planificación. Estos están sometidos a consulta pública hasta finales de octubre, tras la prórroga aprobada por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico debido a la paralización de los plazos administrativos por el estado de alarma.
La posición inicial de los regantes es contraria debido, fundamentalmente, a la falta de credibilidad en la planificación hidrológica derivada del incumplimiento por parte de las distintas administraciones a lo largo de las últimas legislaturas de los acuerdos alcanzados con el regadío para elaborar estos planes hidrológicos.
Pero Fenacore también se opone por su cierta desconfianza hacia una Administración que en los últimos tiempos parece amparar posiciones beligerantes y contrarias a los regadíos, obviando la importancia de disponer de agua garantizada en las correspondientes cuencas hidrográficas y osu papel a la hora de asegurar la alimentación y el suministro, así como su contribución en la lucha contra el cambio climático y la despoblación de las zonas rurales.
No obstante, la Federación abre la mano a seguir colaborando en este nuevo ciclo de planificación, siguiendo el talante que permitió llegar a acuerdos tan significativos con los gobiernos de turno como los alcanzados con la Ley de Aguas de 1985 y sus Reglamentos de 1986 y 1987; los ciclos de planificación hidrológica de 1998, 2014 y 2016; o, más recientemente, los caudales ecológicos.
Aunque para ello deberían darse unas condiciones mínimas. Entre ellas, el cumplimiento de los planes hidrológicos vigentes, ejecutando los acuerdos alcanzados. Para los regantes resulta difícil creer en la utilidad de los nuevos planes hidrológicos, cuando las medidas incorporadas en los planes anteriores no se han materializado.
Otros de los requisitos que facilitarían un nuevo acuerdo sería el apoyo al regadío y a la modernización del casi millón de hectáreas pendientes, lo que a su vez se traduciría en un importante ahorro de agua; y la búsqueda del necesario equilibrio entre el medio ambiente y la satisfacción de las demandas.
Según el presidente de Fenacore, Andrés del Campo, “los regantes somos usuarios de algo menos del 70% del agua en España y queremos, una vez más, intentar el consenso para que se den unas condiciones mínimas para apoyar los nuevos Planes Hidrológicos. Hemos llevado a cabo difíciles negociaciones y hemos alcanzado grandes acuerdos con todos los gobiernos de la democracia, colaborando para facilitar la aprobación y aplicación de importantes leyes y planes. De las decisiones que se tomen ahora dependerá la gestión del agua no sólo en los próximos seis años sino en las futuras décadas, ya que los efectos de la planificación hidrológica y de las infraestructuras son perceptibles a medio y largo plazo”.