El proyecto Sudoe ECOVAL estudia la transformación de residuos orgánicos urbanos en nuevos recursos
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La gestión de residuos orgánicos urbanos presenta actualmente retos a abordar como la minimización del depósito en vertedero o el aumento del reciclaje. Para hacer frente a este desafío, Cetaqua Galicia continúa su apuesta por la economía circular liderando el proyecto ECOVAL del programa Interreg Sudoe 2014-2020. Su principal objetivo es la obtención de productos de alto valor añadido ricos en carbono orgánico, como son los ácidos grasos volátiles, a partir de la valorización de los residuos orgánicos generados en entornos urbanos. El proyecto impulsará la economía circular potenciando la reducción de residuos y la protección del medio ambiente a través de la conversión de los desechos en recursos altamente demandados por las industrias de plástico, lubricantes o agroquímica.
ECOVAL, acrónimo de “Estrategias de coordinación de gestión y valorización de fangos y residuos orgánicos en la región SUDOE”, será financiado a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y se extenderá hasta 2023. En marcha desde noviembre, el consorcio ha celebrado esta semana, en formato virtual, la reunión de lanzamiento, para coordinar las diferentes acciones a emprender.
Cooperación transfronteriza para promover un nuevo modelo de gestión medioambiental
Para desarrollar este modelo de gestión medioambiental de la materia orgánica, acompañarán a Cetaqua socios de la región SUDOE (España, Portugal y los distritos franceses transpirenaicos) con experiencia en las distintas etapas de la cadena de valor de los residuos que aportarán las competencias necesarias para asegurar la viabilidad del modelo. Éstos son la Universidad de Santiago de Compostela, la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, la Fundación Empresa-Universidad Gallega, el Instituto Nacional de Ciencias Aplicadas de Toulouse, Nereus, Aguas do Tejo Atlantico y la Empresa Municipal de Ambiente do Porto.
Además, hasta 29 entidades de la misma región se han comprometido con el proyecto y participarán como entidades asociadas. Entre ellas se encuentran desde administraciones públicas, como la Xunta de Galicia, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Palencia, hasta usuarios de los productos finales de base bio como REPSOL, incluyendo productores de residuos orgánicos altamente aprovechables como Vegalsa-Eroski.
El consorcio trabajará desde la recogida del residuo hasta la comercialización del producto final, mediante el desarrollo de procesos biotecnológicos innovadores e integrando aspectos multidisciplinares de tipo legislativo, económico, de mercado, ambiental o de percepción social.
ECOVAL se focaliza en valorizar fundamentalmente dos tipos de corrientes residuales: los lodos de depuradora urbana y la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos (FORSU), ambos con un elevado contenido en carbono orgánico. Así, trabajará para optimizar y crear sinergias entre el ciclo urbano del agua y el de los residuos. En este segundo, permitirá no solo optimizar la recogida, fomentando la separación en origen, en línea con las nuevas exigencias legislativas; sino generar una nueva cadena de valor, que a su vez minimice los problemas de olor y los costes asociados a su recogida y gestión.
Área de implementación: hacia la economía circular mediante el impulso de las biofactorías
De este modo, se conseguirá promover en las ciudades del espacio Sudoe un innovador modelo de gestión de residuos replicable en toda la Unión Europea.
En concreto, en España, Cetaqua pondrá en marcha, de la mano del Grupo Suez, demostraciones en plataformas tecnológicas situadas en las ciudades de Ourense, en colaboración con Viaqua, y en Palencia, con el apoyo de Aquona, para valorizar lodos urbanos y residuos orgánicos a fin de obtener productos de alto valor añadido. De esta forma, promueve el modelo de biofactoría que pretende transformar las plantas depuradoras en instalaciones generadoras de recursos.
O Porto (Portugal) será el primer caso de estudio modelado para la optimización de la gestión de biorresiduos a nivel de ciudad y su posterior replicabilidad en las ciudades de Palencia y Toulouse.
El impacto en el medioambiente de este proyecto será notable puesto que, solo en el área que abarca el proyecto, se generan 136 kg de residuos orgánicos per cápita anuales pudiendo así seguir nuevas vías alternativas de tratamiento para que estos residuos sean empleados como recursos.