Preocupación ante la propuesta normativa de traslado de residuos del Parlamento Europeo
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Con una amplia mayoría, el Parlamento Europeo presentó la revisión del Reglamento de traslado de residuos. Incluye mejoras en los envíos dentro de la UE, pero mantiene reglas estrictas sobre las exportaciones de residuos en interés de la industria.
La posición adoptada aporta más seguridad jurídica y objetivos de armonización. La European Waste Management Association, FEAD, acoge con satisfacción la ampliación de los plazos de confirmación de las instalaciones a dos días hábiles, el reconocimiento de los retrasos persistentes y normalizados en los procesos de autorización y la obligación de todas las Autoridades Competentes de aceptar la documentación en inglés. Sin embargo, FEAD cree que esta también fue una oportunidad perdida para las reformas necesarias que impulsarán aún más la economía circular en la UE, por ejemplo, al fortalecer el papel de las instalaciones con consentimiento previo.
El régimen de exportación propuesto por la Comisión se considera en gran medida como una prohibición de exportación de facto. La FEAD reitera que sigue siendo esencial enviar de forma segura los residuos no peligrosos de la "lista verde", que son una mercancía, más allá de las fronteras de la UE para integrarlos como materias primas secundarias en los procesos de fabricación. La carga administrativa extrema que se pretende imponer a los terceros países para poder recibir dichos residuos de la «lista verde» tendrá un efecto disuasorio desproporcionado, mientras que la gestión medioambiental adecuada, la transparencia y la trazabilidad pueden garantizarse de manera igual y suficiente mediante procedimientos de auditoría.
En particular, la FEAD está muy preocupada por el resultado de la votación relacionada con los envíos de desechos plásticos. FEAD favorece las reglas positivas que permiten envíos seguros y rastreables de desechos plásticos dentro de la UE, considerando las especificidades del mercado único de la UE y la industria de gestión de desechos de la UE, y fuera de la UE a los países donde se encuentran las industrias que los utilizan.
Como señaló acertadamente el comisario Sinkevičius, el régimen de traslado de residuos debe estar en consonancia con el derecho internacional, en el que las restricciones comerciales solo se permiten por motivos de protección medioambiental y siempre que no existan medidas alternativas menos restrictivas del comercio disponibles para lograr los mismos objetivos. En este caso, la COP 14 del Convenio de Basilea ya introdujo nuevos y estrictos códigos de residuos de plásticos para mejorar el control de los movimientos transfronterizos de residuos plásticos, que entraron en vigor en 2021, y que han supuesto una disminución de hecho de las exportaciones.
Exportar esos desechos plásticos no tiene un impacto negativo en el medio ambiente, mientras que no hacerlo dará como resultado la falta de oportunidades de reciclaje porque no hay suficiente demanda dentro de la UE
Posibles barreras
Dentro de la UE, las instalaciones se están volviendo muy especializadas y ningún Estado miembro tiene todas las instalaciones para tratar todos los flujos de residuos. La eliminación de las referencias a los códigos de residuos plásticos de la UE dará lugar a que determinados residuos plásticos ya no se clasifiquen como "residuos de la lista verde" y, en consecuencia, estén sujetos al procedimiento de consentimiento fundamentado previo con sus costos y cargas administrativas asociadas. En la UE, la recolección, la clasificación y el reciclaje a menudo ocurren en diferentes Estados miembros, lo que significa que los envíos de desechos plásticos que actualmente están destinados al comercio y el reciclaje dentro de la UE se verán gravemente afectados por estos nuevos e importantes obstáculos. Los controles inciertos y a largo plazo representan una barrera para los mercados de reciclaje y recuperación en la UE, lo que es contraproducente para el objetivo de la economía circular.
Los envíos ilegales de desechos y la criminalidad relacionada con los desechos han llamado acertadamente la atención pública, que los ha asociado con la necesidad de acabar con los envíos de desechos por completo. Sin embargo, las prácticas ilegales significan que se eluden las normas existentes, por lo que las prohibiciones y el aumento de las cargas financieras y administrativas no acabarán con estas prácticas perjudiciales, sino que obstaculizarán la economía circular. Esta realidad no solo daña la imagen de nuestro sector, sino que también crea un campo de juego desigual. Por lo tanto, la FEAD hace un llamado al legislador de la UE para que refuerce los controles y las medidas de ejecución, para mejorar la trazabilidad y la cooperación entre los Estados miembros, y para establecer criterios sólidos y armonizados de finalización de los desechos y criterios para distinguir entre bienes usados y desechos.
Oportunidad perdida
En conclusión, para la transición a una economía circular, la FEAD exige una fuerte demanda de materias primas secundarias y envíos seguros de residuos con reglas claras, eficientes y armonizadas, para permitir la reincorporación de esos materiales valiosos a la economía circular.
La FEAD exige una fuerte demanda de materias primas secundarias y envíos seguros de residuos
Claudia Mensi, Presidenta de la FEAD asegura que "si bien estamos satisfechos con los pasos dados por el Parlamento Europeo hacia un mercado único de residuos de la UE, es importante reconocer que también ha sido una oportunidad perdida para las mejoras necesarias, como el refuerzo de las instalaciones previamente autorizadas".
En cuanto a las exportaciones, "debemos evitar una prohibición de facto y trabajar con un enfoque específico de flujo de residuos más matizado y cargas administrativas razonables para terceros países. Los residuos no peligrosos de la 'lista verde' son una mercancía y, cuando no hay suficiente demanda en la UE, debe seguir siendo posible enviarlos fuera de la UE, donde se reincorporarán a los procesos de fabricación", sentencia.