El Parque Circular Mataró-Maresme se erige como un proyecto pionero y singular en Europa
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En una entrevista concedida al programa “Ecovoz”, impulsado por la cadena Radio Voz Galicia, el director del Consorcio de Residuos del Maresme, Carles Salesa, explicó cómo hace cinco años acometieron un cambio estratégico, sin dejar de lado la actividad de tratamiento de residuos que venían realizando, para afrontar nuevos retos e intentar incidir en lo que ocurre antes de que un producto se convierta en residuo.
El proyecto que aglutina este cambio estratégico es el Parque Circular Mataró-Maresme al que Salesa se refirió como una especie de “Frankenstein de las cosas”, tal y como lo definen de forma interna y coloquial. Se trata de un proyecto pionero y singular en Europa, promovido por el propio Consorcio, cuyo objetivo es impulsar la economía circular y la reducción de la producción de residuos.
Parque Circular
El Parque Circular, tal y como explicó Salesa, incluye en un mismo ecosistema actividades de diferente tipología: desde las propiamente orientadas a la ciudadanía y las dedicadas a la industria y empresa privada, hasta otras más vinculadas al ámbito académico, la investigación y la innovación.
Sin dejar de lado su principal cometido, que es precisamente dar un tratamiento sostenible a los residuos urbanos producidos por un millón de habitantes, el Consorcio de Residuos del Maresme, creado en 1985, se ha propuesto un cambio de estrategia, asumiendo nuevos retos acordes con los nuevos tiempos e incidiendo en lo que ocurre antes de que un producto se convierta en residuo.
Su pretensión es influir en dos áreas claves como son la cadena de producción y consumo.
Estructura
Con tal fin, el Parque contará con un espacio denominado “Rehacer” dedicado a la ciudadanía en el ámbito específico de la reducción, la reutilización y la reparación, prestando especial atención a aquellos comportamientos que podemos adoptar para no generar residuos. Aquí cobrarán especial protagonismo los talleres de asesoramiento para la autorreparación de distintos materiales (textiles, electrodomésticos, etc).
Al respecto, el director del Consorcio de Residuos del Maresme puso como ejemplo prácticas habituales en nuestra vida cotidiana como es tirar al cubo de la basura una camisa a la que le falta un botón o un pantalón al que se le ha estropeado la cremallera; malos hábitos promovidos fundamentalmente por el bajo precio de la moda.
También se habilitará un espacio de preparación para la reutilización de materiales voluminosos que se comercializarán en una tienda de segunda mano, junto con otros que se captarán de los puntos verdes de la comarca.
Biblioteca de las cosas
Es otro de los ámbitos de actuación, tiene el mismo concepto que una biblioteca de libros, pero con objetos que utilizamos muy puntualmente. El motivo, tal y como indicó Carles Salesa, es que somos víctimas del “por si acaso”. Todos compramos cosas que no utilizamos jamás o en ocasiones muy contadas y, durante todos los años que las tenemos en casa, tan solo les damos unos minutos de vida. Este espacio permite precisamente el alquiler puntual de objetos de esta tipología.
Estos espacios se complementan con otros servicios tales como el alquiler de vajilla reutilizable, evitando de esta forma el plástico de un solo uso; el de la lucha contra el desperdicio alimentario, mediante la cocina de aprovechamiento; así como el de huertos sociales, a través del cual se fomenta la cultura de “hazlo tú mismo”.
De lo público a lo privado
El espacio “Rehacer” formaría parte de la primera fase del Parque o Fase pública de servicios a la ciudadanía. A continuación, vendrán otras fases de iniciativa privada y relacionadas con actividades industriales, pero que incorporen un valor añadido a la circularidad.