Panorama actual en la industria del reciclaje de vehículos fuera de uso
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No puedo empezar a escribir este artículo sin antes trasladar mis condolencias a todos aquellos que han sufrido la pérdida de un ser querido por la pandemia del COVID-19. En el caso de SIGRAUTO hemos sufrido la triste pérdida de D. Jose Luis Legazpi, Presidente de la Asociación Española de Desguazadores y Reciclaje del Automóvil (AEDRA) que formaba parte de nuestra Junta Directiva y al que recordaremos siempre.
Hablar del panorama actual en la industria del reciclaje de vehículos es muy difícil puesto que sigue existiendo una enorme incertidumbre en aspectos clave para que podamos hablar de una vuelta a la normalidad. Quiero pensar que lo peor ya ha pasado y que, poco a poco, se va a ir recuperando la actividad del sector tras haber estado prácticamente paralizado desde el 14 de marzo. Las cifras de vehículos entregados en los Centros Autorizados de Tratamiento (CATs) en los últimos días del mes de abril vendrían a indicar una muy tímida recuperación de la actividad pero los CATs y fragmentadores españoles han recibido un 90% menos de vehículos fuera de uso de lo que deberían haber recibido en circunstancias normales. Lógicamente, abril ha sido el mes en el que menos vehículos se han entregado en los CATs desde que se tienen datos al haberse tratado, únicamente, 5.700 vehículos cuando la cifra habitual para un mes de Abril es de 60.000 unidades.
De mantenerse mucho tiempo esta situación, se pondría en grave riesgo la continuidad de gran parte del sector con consecuencias muy graves para otros sectores cuya actividad depende de los materiales y componentes obtenidos de los vehículos al final de su vida útil. Pero parece que lo peor ha pasado y se está iniciando un plan de desescalada que va a suponer un paulatino aumento de la actividad y la movilidad en el conjunto de la sociedad que, sin duda, va a traer un incremento de la actividad en la industria del reciclaje de vehículos fuera de uso. Ya hemos señalado que es muy difícil prever qué va a ocurrir en esta progresiva vuelta a la normalidad pero hay algunos aspectos que podrían afectar positivamente a la recuperación del sector como son:
En relación al número de vehículos tratados:
- El parque español tiene actualmente una antigüedad media superior a los 12 años pero, con una particularidad, y es que mientras existen bastantes vehículos con menos de 5 años de antigüedad, hay pocos de entre 5 y 12 años de antigüedad y una gran cantidad de vehículos de entre 13 y 19 años de antigüedad. Por más que los propietarios quieran alargar al máximo la vida de sus vehículos, la realidad es que muchos de ellos van a llegar, irremediablemente, al final de su vida útil.
- Es bastante probable que antes de que finalice el año se aprueben planes de renovación del parque con el doble objetivo de estimular la demanda y de mejorar la calidad del aire y la seguridad vial. Incluso, se está planteando que estos planes pudiesen ser dotados financieramente desde la Unión Europea. Este tipo de planes suelen implicar un incremento en el número de vehículos entregados para su tratamiento medioambiental en los CATs de entre 100.000 y 200.000 unidades anuales.
En relación a la demanda de piezas y componentes reutilizados:
- Tras varios meses en los que los vehículos han estado parados, es muy posible que al volver a ponerlos en funcionamiento se produzcan algunas averías habituales en estas situaciones.
- En este periodo, se ha cerrado la actividad de las ITVs lo que implica que hay una acumulación de vehículos que van a necesitar renovarla y que, posiblemente, en muchos casos necesitarán alguna reparación.
- Con la crisis económica que va a seguir a la crisis sanitaria, es posible que muchos propietarios necesiten reparar sus vehículos siendo posible que opten por el recambio recuperado por los CATs.
En ningún caso, estos aspectos podrán compensar la fuerte caída que se prevé que se produzca tanto en el número de vehículos que llegarán al final de su vida como en el número de reparaciones que se van a producir pero, al menos, ayudarán a reducir el enorme impacto que la crisis va a tener en el sector. En cualquier caso, es más que probable que una parte del tejido empresarial del sector se pierda como va a suceder casi inevitablemente con otros muchos sectores.
Es importante destacar que, por otro lado, la Unión Europea ha apostado fuertemente por las políticas medioambientales con el lanzamiento del Pacto Verde en el que hay una apuesta decidida por la economía circular y la movilidad sostenible. Una de las primeras normativas que va a ser revisada en este nuevo marco va a ser la que regula la gestión de los vehículos al final de su vida útil que lleva casi 20 años en vigor. La Comisión ya ha lanzado una consulta pública, ha organizado una jornada con todos los agentes económicos - en ambos casos SIGRAUTO ha participado - y se espera que, a finales de año, tenga lista su propuesta de modificación. Sin duda, esta modificación traerá cambios que afectarán a la industria del reciclaje de los vehículos fuera de uso y desde SIGRAUTO seguiremos muy de cerca este desarrollo normativo interviniendo en todos los procesos de participación pública trasladando la postura el sector del tratamiento de los vehículos en España.
Otro aspecto que está teniendo mucho impacto en el sector es el precio de las materias primas que, actualmente, han caído fuertemente debido a la falta de demanda y de cuya evolución también dependerá en gran medida la evolución del sector. En este sentido, sería importante que se estableciesen incentivos fiscales y/o de otra índole a las materias primas recuperadas de forma que su utilización tuviese ventajas claras para las empresas que las empleen, lo que supondría un impuso a la economía circular.
Pero para ayudar al sector a superar esta grave situación, además de las medidas generales de apoyo a las empresas, las administraciones ambientales podrían contribuir atendiendo a algunas de las peticiones que llevamos tiempo solicitando como son:
- la persecución efectiva de las actividades ilegales que manejan residuos sin ningún tipo de autorización aprovechando los materiales de mayor valor y desechando el resto poniendo en riesgo el medio ambiente.
- la reducción de la carga burocrática puesto que se está convirtiendo en uno de los mayores frenos al desarrollo de la industria de la recuperación.
- la revisión de la posición en relación a la sustitución de combustibles fósiles por combustibles derivados de residuos (CDRs) en instalaciones de valorización energética teniendo en cuenta que los países más avanzados en materia medioambiental de nuestro entorno alcanzan los mayores niveles de reciclado que complementan con un alto índice de valorización energética habiendo, prácticamente, eliminado el depósito en vertedero lo cual dista mucho de la actual situación de nuestro país.
- la priorización en las políticas a aplicar ya que existe interrelación entre ellas y se podrían alcanzar mejores resultados poniendo el foco en las políticas prioritarias y reduciendo la presión en otras de menor impacto ambiental.
Únicamente, espero que los datos sigan evolucionando favorablemente y se frene la pérdida de vidas que sin lugar a dudas es lo más importante y lo que debemos lograr con el esfuerzo de todos. Por ello, debemos ser conscientes de que el riesgo de un rebrote es muy alto y que, en tanto en cuanto no haya una vacuna o un tratamiento efectivo contra el COVID, hay que seguir tomando todas las medidas de protección recomendadas por las autoridades sanitarias.
Artículo publicado en el número 222 Especial Reciclaje 2020