Molecor y sus tuberías TOM®, presencia destacada como colaborador en la XVI Jornada Técnica de FENACORE
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El pasado 8 de abril tuvo lugar la XVI Jornada Técnica de FENACORE basada en la temática “El regadío en la nueva planificación hidrológica”. En el foro se planteó la importancia de la innovación para mejorar la eficiencia y la eficacia del regadío, considerándose fundamental contar con planes hidrológicos rigurosos que permitan un uso del agua “sostenible, equilibrado y equitativo en todo el territorio, preservando la calidad medioambiental de las masas de agua”.
El uso del agua para regadío en España supone alrededor del 80% del consumo total. La antigüedad de las redes, ya que sólo el 35% tienen menos de 15 años, supone unas altas pérdidas de agua debidas a las fugas, roturas, averías,… lo que conlleva un coste innecesario de agua y energía.
Agua y Energía son los recursos más importantes en el proceso de riego tanto en cantidad utilizada como en coste. Estos recursos deben ser optimizados para lograr una agricultura sostenible, más competitiva y eficiente con el medio ambiente.
Molecor intervino con la ponencia “Tuberías TOM® de PVC orientado (PVC-O): La nueva generación de PVC para riego” desarrollada por Dña. Yolanda Martínez, Director de Calidad y Producto. Donde se expuso la importancia del binomio agua y energía, teniendo siempre presente la conservación del medio ambiente, esto supone la búsqueda de la eficiencia hídrica y energética, evolucionando en los sistemas de las conducciones.
Las tuberías TOM® de PVC Orientado (PVC-O) son la respuesta perfecta para la gestión de los recursos hídricos disponibles durante generaciones por la eficiencia y eficacia que aportan.
A todo esto hay que sumarle su mejor comportamiento medioambiental, ya que es un material 100% reciclable, consume menor cantidad de materia prima en su fabricación y, sobre todo, hay que destacar su eficiencia energética y de emisión de CO2 a la atmósfera.
Esto es de especial importancia durante la fase de uso de la tubería, etapa de mayor consumo de energía debido al bombeo, donde, gracias a las menores pérdidas de carga que tienen lugar, por la menor rugosidad de la superficie del tubo, el fluido puede circular a mayor velocidad, reduciéndose el consumo de energía de forma importante respecto a otros materiales.