MEXIGAL elaborará fertilizantes para la agricultura ecológica a partir de conchas de mejillón

CETIM Centro Tecnológico mantiene con MEXIGAL su posicionamiento como socio tecnológico en proyectos de economía circular vinculado al sector del mar. Además, esta es una de las siete primeras iniciativas de la cadena mar-industria que aspiran a captar 550 millones de euros de los fondos europeos Next Generation, según señaló la Consellería do Mar de la Xunta de Galicia.

MEXIGAL es un proyecto liderado por la Compañía Española de Algas Marinas (CEAMSA) para la valorización de la concha de mejillón y de otros restos del procesado de marisco y algas con el objetivo de elaborar fertilizantes orgánicos y inorgánicos aplicables a la agricultura ecológica. Colaboran como socios, además de CETIM, Vitalmar, otras firmas del Grupo Proinsa y empresas del sector.

Primeros resultados de I+D+i

En este proyecto, CETIM Centro Tecnológico aplicará el know how desarrollado previamente en la investigación de MEXICAL que también tenía entre sus objetivos el aprovechamiento de la concha de mejillón in situ, en este caso para la obtención de fertilizantes y piensos para aves en un proceso con cero residuos. Se desarrolló entre 2018 y 2020 y fue subvencionado por la Agencia Gallega de Innovación (GAIN) en el marco del Programa Conecta PEME.

Los socios de MEXICAL (INDUTEC Ingenieros, TRESIMA, VITALMAR y Galaytec (líder) determinaron que la mejor metodología para optimizar la concha de este molusco en el propio cocedero de marisco y conseguir “cero residuos” era la hidrólisis enzimática sometida a ultrafiltración. La planta piloto de tratamiento de concha de mejillón, que se encuentra en las instalaciones de Vitalmar y que ahora se reutilizará en las investigaciones de MEXIGAL, tiene una capacidad de 3 toneladas/hora.

A través de ambos proyectos, MEXIGAL y MEXICAL, el objetivo es impulsar la economía circular al reutilizar derivados del mejillón, dándoles una segunda vida y abriendo nuevas oportunidades al sector. En la actualidad, Galicia es el segundo productor mundial de mejillón, por lo que el desarrollo de nuevas tecnologías para transformar sus residuos, la cáscara, en una nueva materia prima abre una nueva vía de negocio para la industria conservera.