MCMI celebró la jornada sobre el Marco actual de la financiación de infraestructuras centrando el debate en la colaboración público-privada
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Profesionales y empresas de Ingeniería, representantes de la banca y empresas consultoras, debatieron sobre los diferentes modelos de colaboración público-privada para la financiación de infraestructuras tras años de drástica bajada de la licitación de obra pública, que ha anulado las capacidades de inversión necesarias para hacer frente a la construcción de nuevas infraestructuras. El debate tuvo lugar durante la jornada “Marco actual de la financiación de infraestructuras”, organizada por la Fundación Madrid, Centro Mundial de Ingeniería (MCMI) en el marco de la celebración del 50 aniversario de TECNIBERIA, con la colaboración de ASICMA y KPMG.
Los asistentes coincidieron en que las dificultades existentes para obtener una financiación adecuada obliga a encontrar fórmulas como el mercado de Project Finance o la colaboración público-privada, que permiten tanto a las Administraciones Públicas como a las empresas, el desarrollo de proyectos de infraestructuras cuyas necesidades en términos financieros son elevadas.
El presidente de la Fundación MCMI, Pedro Canalejo, reclamó la figura del ingeniero consultor como elemento fundamental en el proceso de cambio al que se han visto abocados los modelos de colaboración público-privada tras la llegada de la crisis económica, como consecuencia de la concentración del sector bancario, que ha provocado que se disparen los riesgos para las empresas, y que se recurra a la financiación de bonos, más cara y laboriosa.
A este respecto, el presidente del Foro PPP, Pedro Michelena, manifestó que si bien el concesional ha sido el modelo predominante en nuestro país durante años para financiar la construcción de infraestructuras facilitando además que las empresas de ingeniería desarrollaran sus proyectos en todo el mundo, las circunstancias económicas actuales han hecho que se impongan otros modelos de financiación público-privada, enfocados en el desarrollo de infraestructuras con limitación presupuestaria. En todo caso cualquiera de ellos garantizaría la viabilidad de los proyectos “si la colaboración público-privada es efectiva a lo largo de todo el proceso”.
En este sentido, el socio responsable de Infraestructuras, Transporte, Gobierno y Sanidad de KPMG en España, Cándido Pérez, destacó las ventajas de los proyectos de colaboración público-privada -mayoritariamente proyectos concesionales- que están incentivados para mejorar la eficiencia si las administraciones públicas participantes mantienen el ritmo inversor y hay más transparencia y control sobre la asignación presupuestaria del gasto. Sin embargo, los proyectos auspiciados bajo este modelo “no son una solución milagrosa” para el sector público, especialmente si confluyen dificultades para analizar previamente la relación coste-beneficio, si la Administración Pública que financia el proyecto no tiene experiencia en este campo, y si no existen marcos contractuales y mecanismos concretos de evaluación del proyecto.
Existe consenso en que si sostenibilidad, tecnología, innovación y coste global son factores clave que determinan el éxito de un proceso de construcción, financiación y explotación es muy recomendable que dentro de los consorcio formados para desarrollar un proyecto por la vía de la colaboración público privada incorpore a una empresa de Ingeniería y que el liderazgo del Proyecto sea confiado a aquellos que mejor conocen el modo en que estos factores interactúan: los ingenieros consultores.