Los humedales artificiales muestran un 95% de eficiencia para retener microplásticos
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Una investigación becada por la Cátedra Aguas de Valencia ha permitido conocer el gran potencial que tienen los humedales artificiales en la eliminación de los microplásticos (MPs) presentes en las aguas residuales urbanas, al obtener valores superiores al 95% de eficiencia en el proceso de retención de dichas partículas contaminantes.
Este es el principal resultado obtenido por Darío Calzadilla Cabrera en su Trabajo Final de Máster “Evaluación de la eficiencia de los humedales artificiales de Carrícola (Valencia) y Urbanización "Los Monasterios" (Puçol, Valencia) para reducir la concentración de microplásticos en las aguas residuales urbanas”, dirigido por los investigadores del IIAMA-UPV (Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente), Carmen Hernández y Miguel Martín, y la investigadora de Global Omnium, Nuria Oliver.
El estudio aborda la problemática en torno a los MPs, evaluando el funcionamiento que tienen los humedales artificiales para la retención y posterior degradación de estas partículas o fibras menores a 5 mm (milímetros), que por su tamaño constituyen un grave peligro para la biodiversidad.
“Las aguas residuales están consideradas una de las mayores fuentes de MPs en el medio natural, ya que proceden de productos de higiene personal, así como de la ropa o fragmentos de otros utensilios”
“Los MPs han sido encontrados en lugares tan remotos como el Círculo Polar Ártico, donde impactan muy negativamente reduciendo el albedo de la superficie, así como en la miel producida por las abejas al adherirse estas partículas a sus cuerpos”, indica Darío Calzadilla.
En este contexto, las aguas residuales están consideradas una de las mayores fuentes de MPs en el medio natural, ya que proceden de productos de higiene personal, así como de la ropa o fragmentos de otros utensilios.
“Se han realizado numerosos estudios sobre el comportamiento de los MPs en las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDARs), sobre todo de grandes poblaciones, observando que la eficiencia de depuración y eliminación alcanza valores en torno al 90%. Sin embargo, un porcentaje logra llegar al efluente y otro porcentaje queda retenido en los fangos, por lo que, si posteriormente se reutilizan estos recursos en agricultura u otros usos, devolvemos el problema al medio natural”, afirma Carmen Hernández, investigadora del IIAMA y tutora del estudio.
Casos de estudio
La investigación analiza la capacidad de retención que tienen los humedales artificiales de las EDARs de Carrícola y “Los Monasterios” (Puçol), ubicadas en la Comunitat Valenciana.
Para ello, se recogieron muestras de agua residual de distintos puntos de dichas plantas de tratamiento, clasificando los MPs por tamaño y forma. Además, se estudió el contenido de estas partículas, tanto en agua como en fango, y la eficiencia de remoción de ambas EDARs.
“Se observa una acción positiva en el desempeño de las raíces para captar mayor cantidad de MPs, tanto en humedales construidos como a la hora de introducir macrófitas en flotación en el biorreactor”
“Los resultados obtenidos determinan valores superiores al 95% en las eficiencias de eliminación. También se identifican ciertos patrones de comportamiento de los MPs, reduciendo su tamaño a medida que avanzan por los humedales o degradándose tras cruzar dichos humedales. Asimismo, se observa una acción positiva en el desempeño de las raíces para captar mayor cantidad de MPs, tanto en humedales construidos como a la hora de introducir macrófitas en flotación en el biorreactor”, destaca Darío Calzadilla.
En este sentido, Carmen Hernández recuerda que una diferencia que caracteriza a los humedales artificiales respecto a otros sistemas más convencionales, “es el largo tiempo de retención de las partículas sólidas en su interior, lo que favorece su degradación biológica”, afirma la investigadora del IIAMA.
Por todo ello, el estudiante becado por la Cátedra Aguas de Valencia considera que su uso, ya sea como tratamiento secundario o terciario, puede resultar muy positivo “para evitar que lleguen MPs a los ecosistemas, tanto acuáticos como terrestres, por lo que se debe continuar investigando sobre su potencial de aplicación”, concluye Darío Calzadilla.