Life Solieva permite revalorizar compuestos presentes en las aceitunas de mesa
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El proyecto Life Solieva, coordinado por el centro tecnológico Eurecat, ha desarrollado y validado una tecnología pionera para recuperar y valorizar los compuestos presentes en las salmueras generadas en el proceso de producción de aceitunas de mesa, obteniendo productos de alto valor añadido para la industria alimentaria, en la línea de la economía circular.
Este proceso pionero, que se ha probado en una planta piloto situada en la cooperativa OLEAND, consta de varias etapas. La primera, basada en tecnología de membranas, permite obtener un efluente concentrado en polifenoles que pueden ser recuperados en forma de extracto valorizable en la formulación de alimentos funcionales. Por otro lado, se obtiene otro efluente salino que podría reutilizarse de nuevo en el proceso productivo o ser tratado en balsas de evaporación avanzada para alcanzar descarga líquida cero.
La coordinadora del proyecto Life Solieva, Sandra Meca, responsable de la Línea de Residuos y Economía Circular de Eurecat, ha destacado la importancia de esta experiencia piloto “para la industria de la aceituna de mesa, debido a la problemática medioambiental asociada a un sector que genera un volumen del orden de 0,5 litros de agua residual por kilogramo de aceituna producidos, y que en términos económicos representa el 71 por ciento de la producción de la UE”.
Revalorización de las salmueras
En este sentido, Sandra Meca ha explicado que Life Solieva “mejora la eficiencia de los recursos del sector de la aceituna de mesa ya que gracias a esta nueva tecnología es posible recuperar y reutilizar un 30 por ciento de las sales contenidas en las salmueras, un 60 por ciento de agua y hasta un 42 por ciento de los polifenoles con un gran poder antioxidante, que resultan de gran interés para la industria agroalimentaria”, y ha añadido que en términos económicos, “gracias a la comercialización del extracto rico en polifenoles, este tratamiento resulta viable económicamente e inclusive se prevén beneficios para la empresa, ya que serán utilizados para la formulación de alimentos funcionales como salsas, cremas o incluso galletas”.
Con todo, “existen aún algunos retos para la definitiva implementación del proyecto Solieva”, ya que, por un lado, “la posibilidad de reutilizar las sales y el agua en la propia industria requiere la aprobación de la administración pública” y, por el otro, “para la valorización de los polifenoles recuperados en el sector alimentario, éstos deben ser aprobados como aditivo por la Comisión Europea y evaluados por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria”, detalla el director de la Unidad de Residuos, Energía e Impacto ambiental de Eurecat, Frederic Clarens, quien remarca que “los resultados del proyecto contribuirán a avanzar sobre estos aspectos de cara a una actualización del marco legal”.
En el marco del proyecto, se transferirá esta tecnología a otros países principales productores de aceituna de mesa como son Grecia e Italia, y se podrá aplicar a otros sectores agroalimentarios europeos, como el de la conserva.