LIFE RESILIENT FORESTS define los indicadores a desarrollar en el software para optimizar la gestión forestal
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El proyecto europeo LIFE RESILIENT FORESTS ha arrancado con fuerza y ya comienza a perfilar los aspectos principales, que configurarán la herramienta de soporte a la decisión resultante de la investigación.
Concretamente del pasado 22 al 24 de mayo se celebró en Coimbra (Portugal), la reunión de seguimiento con el objetivo de conocer los últimos progresos e intercambiar impresiones sobre cómo desarrollar el software, que determinará qué tipo de gestión forestal es más óptima para maximizar la rentabilidad de los servicios ecosistémicos del bosque.
“Estas reuniones son fundamentales para el éxito del proyecto, ya que los distintos modelos– hidrológicos, riesgo de incendios y proyecciones de cambio climático- se encuentran directamente relacionados, por lo que es necesario tener en cuenta los diferentes los intereses y realidades de cada socio”, asevera la investigadora del IIAMA-UPV (Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universitat Politècnica de València), María González.
De este modo, durante el encuentro se debatió sobre los indicadores relacionados con el “Riesgo de Incendio” y “Proyecciones de Cambio Climático”, que se quería analizar para cada ámbito de estudio y se incorporarán al SSD.
En este sentido, en torno al primer factor se estableció que la intensidad, velocidad de propagación, transición vertical-horizontal del fuego y probabilidad de supervivencia de los árboles “serán las variables que se incorporarán al modelo y se vincularán con los costes de extinción y restauración para poder obtener el beneficio económico de realizar gestión forestal”, explica la Dra. González Sanchís.
En torno al segundo aspecto, se determinó que se observarán las proyecciones de cambio climático a nivel europeo y a escala de cuenca y cómo afectan los diferentes escenarios a los recursos hídricos de la cuenca. Además, se acordó crear un repositorio con las proyecciones regionalizadas de las principales áreas de Europa: Mediterránea, Central y Norte.
Finalmente, María González resalta la importancia de esta investigación, ya que las previsiones de los diferentes estudios sobre el impacto el cambio climático en los bosques mediterráneos semiáridos, no son muy esperanzadoras.
“El cambio climático aumentará el número e intensidad de las sequías en muchas partes de Europa, afectará la disponibilidad de los recursos hídricos e incrementará el riesgo de incendios forestales. Por ello, es necesario articular medidas de adaptación y un buen ejemplo es este proyecto que busca cuantificar, mediante el desarrollo de un software, qué tipo de gestión forestal puede resultar atractiva, tanto para la administración como para los propietarios forestales", concluye la investigadora del IIAMA.