"La innovación tecnológica es el motor del crecimiento económico a largo plazo"
- 2871 lecturas
El profesor Félix Francés es MSc en Hidrología y Recursos Hídricos por la Colorado State University y doctor ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universitat Politècnica de València (UPV). En esta última institución académica ha desarrollado su carrera profesional. De hecho, es catedrático en Ingeniería Hidráulica y fue subdirector Jefe de Estudios de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos (ETSICCP) durante el período comprendido entre 1998-2002. También, director del Instituto Universitario de Investigación de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA) desde 2013 a 2017. En este entrevista charlamos sobre su nueva etapa en la Plataforma Tecnológica Española del Agua (PTEA), investigación, gestión del agua y cambio climático.
El pasado mes de noviembre fue elegido por la junta directiva de la Plataforma Tecnológica Española del Agua (PTEA) para ejercer la presidencia de la entidad durante los próximos cuatro años, ¿cómo afronta el reto?
Lo enfrento con mucha ilusión y para mí es un enorme orgullo y a su vez una enorme responsabilidad liderar esta plataforma durante los próximos cuatro años. Pero tengo que subrayar que no estoy sólo en este empeño, ya que la junta directiva de la PTEA está formada por un equipo potente y con una fuerte continuidad respecto de las juntas anteriores. Además, desde el origen de la PTEA, hemos querido explícitamente tener en cuenta a la administración pública, incorporándola en nuestra Junta Directiva. Así contamos con el apoyo de la Dirección General del Agua del Ministerio de Transición Ecológica (uno de los principales demandantes de “soluciones”) y los dos grandes financiadores públicos nacionales de la I+D+i, como son el CDTi y la Agencia Española de Investigación.
¿Qué objetivos y retos se presentan durante el mandato?
Los objetivos y retos hay que entenderlos en el contexto de lo que somos: una plataforma tecnológica. Por tanto, somos un punto de encuentro de todos los actores con interés en promover la I+D+i como factor clave de la modernización tecnológica y de la innovación aplicable al sector del Agua.
Acabamos de aprobar en la junta directiva de principios del mes de febrero los objetivos estratégicos para estos próximos años, orientados siempre a ofrecer valor añadido a los socios, y que son:
1. Ganar capacidad de opinión en las políticas de I+D+i en tres niveles: autonómico, nacional y europeo.
2. Difundir las estrategias de I+D+i internacionales y nacionales entre los socios, en la medida que determinan nuestro contexto de actuación en la materia.
3. Continuar actualizando la Agenda Estratégica de Investigación e Innovación de la PTEA, que nos sirve de apoyo en la defensa de nuestros intereses en I+D+i.
4. Incrementar la inversión en I+D+i externa (especialmente nacional y autonómica) e interna en las empresas, universidades y centros tecnológicos del sector del agua.
5. Mejorar las oportunidades de colaboración y de negocio entre los socios: empresas, centros tecnológicos, universidades y administración pública, posicionando la PTEA como un agente más del sector del agua.
A partir de estos objetivos estratégicos, hemos desplegado una serie de actuaciones para este año 2021 entre las que me gustaría destacar la ampliación del número de socios, la promoción de la I+D+i colaborativa (Compra Pública Innovadora, formación e incorporación de doctores, …) y la creación de un foro tecnológico para la compra de tecnología.
Hemos desplegado una serie de actuaciones para este año 2021 entre las que destacan la ampliación del número de socios, la promoción de la I+D+i colaborativa y la creación de un foro tecnológico para la compra de tecnología.
¿Qué valores aporta un perfil como el suyo con una amplia trayectoria en el ámbito de la investigación?
Efectivamente, llevo ya treinta años en la universidad como docente e investigador en el campo de la ingeniería hidrológica. En los más de ciento cincuenta proyectos de I+D+i que he dirigido o participado he cubierto multitud de aspectos del ciclo del agua y sus interacciones con el medio natural y con el hombre, pero aun así son sólo una parte de los problemas a los que nos dedicamos en el sector del Agua.
Al mismo tiempo, a lo largo de mi vida universitaria he ocupado bastantes cargos de gestión, siendo uno de los últimos el de director del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de 2013 a 2017. Dirigir un centro de investigación de más de cien personas dedicadas al mundo del agua desde casi todos los puntos de vista posibles, sí que me permitió tener una visión más general de los diferentes aspectos del sector del Agua en su sentido más amplio. En otras palabras, creo que tengo muy claro que todo no gira alrededor de mis líneas de investigación sobre inundaciones o sobre modelación eco-hidrológica y me siento capaz de entender los problemas fuera de ellas con suficiente conocimiento y empatía.
Uno de los objetivos principales de la PTEA ha sido y es mantener una “Agenda Estratégica de Investigación e Innovación del Sector del Agua”.
La PTEA ha presentado recientemente un documento donde se plasman los ejes de acción de la entidad para los próximos años, la Agenda Estratégica PTEA 2020-2022. ¿En qué puntos claves se trabajará desde el núcleo de la PTAE y entidades asociadas?
Uno de los objetivos principales de la PTEA ha sido y es mantener una “Agenda Estratégica de Investigación e Innovación del Sector del Agua”, en consonancia con las visiones internacionales pero adaptada a nuestros retos nacionales. La Agenda es nuestra “joya de la corona”, recogiendo las necesidades y visión de futuro de las empresas, centros de investigación y administración pública. Y es precisamente en la PTEA donde se pueden encontrar estos tres tipos de actores. La versión actual, que es para el período 2020-2022, desarrolla su contenido sobre ocho ejes temáticos que son: Acción por el Clima, Agua 4.0 –Tecnologías Habilitadoras Digitales, Nexo Agua-Energía-Alimentación, Economía Circular, Soluciones Innovadoras Basadas en la Naturaleza, Ciudades Inteligentes y Sostenibles, Gestión Integrada de Cuencas y Aguas Subterráneas. Para más detalles, invito a consultarla aquí.
Pero una agenda estratégica en I+D+i tiene que estar viva y evolucionar conforme los condicionantes externos nacionales e internacionales y los intereses y habilidades de nuestros socios también evolucionan. De hecho, ahora mismo, uno de los objetivos de las reuniones de nuestros grupos de trabajo es su actualización pensando ya en la siguiente versión.
¿Está preparado el sector, tanto empresa como administración, para enfrentar los desafíos de un futuro marcado por el cambio climático?
Para el sector del Agua en España, en mi opinión, los principales desafíos a los que nos tenemos que enfrentar con el cambio climático son con seguridad un mayor estrés en los sistemas de recursos hídricos en todas sus escalas, un empeoramiento de la calidad medioambiental de las masas de agua y un más que probable exacerbamiento de las inundaciones. Pero afortunadamente España es un país que históricamente ha sufrido este tipo de problemas, por lo que no son nuevos para nosotros: ni para las empresas, ni los centros tecnológicos ni la administración, ni tampoco para la sociedad española. Desde este punto de vista estamos más preparados que otros países para enfrentarnos a los extremos climáticos futuros.
Para el sector del Agua los mayores desafíos por el cambio climático son un mayor estrés en los sistemas de recursos hídricos, un empeoramiento de la calidad de las masas de agua y un más que probable exacerbamiento de las inundaciones.
Por otro lado afrontamos tiempos de ambición y compromiso con la lucha contra el cambio climático de parte de los estados y la Unión Europea, sumado a la nueva administración estadounidense, ¿es suficiente? ¿es optimista?
Los esfuerzos están siendo y serán cada vez más ingentes, pero tienen un alto coste económico a corto plazo, no son suficientes y además son de sólo una parte del planeta. Los países pobres y menos desarrollados creo que nunca podrán asumir con sus propios medios los esfuerzos necesarios y los países ricos y desarrollados no van a querer asumirlos. Por tanto, aunque no soy un especialista en este tema, soy pesimista y pienso que llegaremos tarde y los peores escenarios del cambio climático son inevitables.
Sin embargo, creo en la capacidad de adaptación y resiliencia de la humanidad y de la naturaleza, por lo que seremos capaces de sobreponernos a los costes económicos, sociales y medioambientales que a largo plazo se van a producir. Eso sí, viviremos en un planeta diferente al actual. Esperemos que no mucho peor.
Hablemos sobre ciencia e investigación, ¿cuál es su visión respecto a la investigación en España en materia medioambiental?
Tenemos grupos de investigación en las empresas y en los centros tecnológicos muy buenos, fruto de nuestra historia de problemas con el agua que históricamente hemos tenido que ir resolviendo. Tanto en cantidad como en calidad y en todas las escalas: desde la cuenca hidrológica hasta el gotero para riego localizado. Prueba de ello es que dentro de Europa y en nuestro sector al menos, España es el país que más inversión en I+D+i recibe de los programas europeos. Pero desafortunadamente esto es sólo una pequeña parte de la inversión en investigación en un país (el 10% en el caso de España), por lo que si sumamos al retorno europeo la inversión pública y la de las empresas nuestra situación es muy mala. La inversión en I+D+i en España es de sólo el 1,3% del PIB, mientras que la media europea está en el 2,1% y en los países más desarrollados del mundo en el 2,6%. Así no podemos competir.
Tenemos grupos de investigación en las empresas y en los centros tecnológicos muy buenos, fruto de nuestra historia de problemas con el agua que históricamente hemos tenido que ir resolviendo.
¿Qué papel juega la ciencia en la lucha climática?
Para mí, los principales papeles de la ciencia en general son entender (investigación básica) y plantear soluciones posibles (investigación aplicada) a los problemas a los que nos enfrentamos. Y eso también es cierto en la lucha contra el cambio climático: por un lado, tenemos que entender los mecanismos que subyacen en el cambio climático, para a partir de ahí poder hacer predicciones de futuro del cambio y de sus implicaciones (como puede ser en el ciclo del agua) y, al mismo tiempo, plantear soluciones de mitigación del cambio (reducción de emisiones de gases efecto invernadero, eficiencia energética, secuestro de CO2,… ) y de adaptación al cambio (mejora en la planificación de recursos hídricos, uso conjunto, eficiencia en la distribución del agua, reutilización de aguas depuradas, soluciones basadas en la naturaleza, …).
Lo que no hay que olvidar es que la visión de un científico siempre es parcial, por lo que no cabe delegar en la ciencia la toma decisiones: esto debe ser una cuestión político-social.
La inversión en I+D+i en España es de sólo el 1,3% del PIB, mientras que la media europea está en el 2,1% y en los países más desarrollados del mundo en el 2,6%. Así no podemos competir.
¿Qué aspectos deberían ponerse sobre la mesa para impulsar la actividad investigadora?
Hay dos elementos clave para el impulso de la actividad investigadora en España. El primero de ellos es que las empresas y la administración pública tienen que incrementar la inversión en I+D+i, para acercarnos a los valores en porcentaje del PIB de los países desarrollados. Pero al mismo tiempo, la sociedad española tiene que convencerse de verdad de que esto será bueno para el país, aunque suponga la reducción en otros gastos del estado, y exigirlo a nuestros políticos. En este sentido yo siempre hago la misma pregunta: ¿cuánto se valora en España la formación de doctorado? Es necesario que la sociedad reconozca el trabajo de investigadores anónimos, que dedican su carrera profesional a mejorar la calidad de vida de las personas.
Los socios de la PTEA realizan tanto investigación básica y pretecnológica en los centros de investigación, como investigación más aplicada en las empresas. Desde la PTEA debemos promover su difusión, ya que es uno de los caminos que nos ayudan a crear una sociedad más crítica y concienciada ante los problemas a los que nos enfrentamos, como es el cambio climático o la gestión sostenible del agua y el medio ambiente. Personalmente, tengo la convicción de que la innovación tecnológica es el motor del crecimiento económico a largo plazo y por este motivo, apostar por la I+D+i es hacerlo por mejorar la calidad de vida y bienestar de los ciudadanos actuales y futuros.
Entrevista publicada en el número 228 Enero/Febrero 2021 de RETEMA.