La innovación, decisiva para superar los desafíos de un cambio de modelo
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Francisco José Huete Arroyo, Director de Innovación y Sistemas de Gestión de FCC Medio Ambiente
En FCC Medio Ambiente somos conscientes de que la transición desde una sociedad de economía lineal a otra que siga el modelo de economía circular es un fenómeno real y definitivo, y que ha calado hondo en la forma de vida de los ciudadanos. Como fenómeno que afecta a todos los estamentos de la sociedad y eslabones de la cadena de valor, para facilitar la transición se pueden realizar acciones a muchos niveles: legisladores, fabricantes, gestores de subproductos, los propios ciudadanos... Con todo, en esta tribuna de opinión nos queremos centrar en el plano que más nos afecta por las actividades que desarrollamos; esto es, los servicios municipales y la gestión integral de residuos y productos reciclables (o, mejor, Materias Primas Secundarias –MPS-).
En este sentido la innovación juega un papel fundamental y FCC sigue manteniendo, un año más, la certificación del Sistema de Gestión de I+D+i, de acuerdo con la norma UNE 166002. El año 2018 ha sido un año de espectacular crecimiento en cuanto a la innovación en FCC Medio Ambiente, ya que se aprobaron cinco nuevos proyectos que han supuesto un aumento del presupuesto en I+D+i para la empresa de cerca de 4,2 millones de euros. Este impulso confirma la apuesta por la innovación de nuestra organización, innovación que está en el ADN de FCC Medio Ambiente y que desde hace más de 100 años constituye una de nuestras señas de identidad.
Innovación en el consumo eficiente de recursos
Desde esta perspectiva, priorizamos, por una parte, que nuestras actividades sean lo más eficientes posible en el consumo de recursos, tanto de materias primas (o MPS) como de energía, insumo este en el que intentamos maximizar el componente renovable, siguiendo el modelo circular. Dado que disponemos de cerca de 700 instalaciones de gestión de residuos y una flota de servicios de más de 16.000 unidades, trabajamos innovando en instalaciones y vehículos. En esta línea de acción, nuestras instalaciones de tratamiento se autoabastecen en lo posible de energía a partir de fuentes renovables (residuos o solar, principalmente), y desarrollamos motores de la máxima eficiencia, accionados con combustibles no convencionales, principalmente los no fósiles y los de origen renovable. Desde que se pusiera en servicio en Barcelona en 1974 nuestro primer recolector eléctrico con baterías de plomo, FCC Medio Ambiente ha recorrido un largo camino innovando, y hoy en día tiene operativos 1.305 vehículos de gas natural/Biogás y 821 unidades eléctricas o electrohíbridas. En este sentido, un hecho muy relevante ha sido la presentación mundial en el pasado Smart City Expo World Congress en Barcelona de la primera plataforma industrial de e-movilidad asequible y versátil para vehículos de Servicios Urbanos, creada por FCC a partir del proyecto VEMTESU, apoyado por CDTI, diseñada para vehículos eléctrico-híbridos enchufables de tracción eléctrica permanente y sin transmisión mecánica. El primer vehículo desarrollado sobre este chasis, un recolector compactador de carga lateral de 26 toneladas de 480 kW, consume un 50% menos de energía para las mismas prestaciones y autonomía que un vehículo con motor convencional. Los componentes de esta plataforma son de larga duración y completamente reciclables, lo que unido a su eficiencia en el uso de la energía supone un gran paso para la transición al modelo de Economía Circular.
Innovación para maximizar la recuperación de MPS
Por otra parte, trabajamos para maximizar el índice de recuperación de reciclables y llegar a los exigentes niveles establecidos por la Unión Europea para 2030/2035, hito decisivo en la transición al modelo de Sociedad Circular. Somos realistas y tenemos en cuenta que este aumento de MPS ofertadas debe hacerse en condiciones de mercado; en caso contrario no será sostenible económicamente. Hoy en día es un mercado muy inestable y deslocalizado, marcado por la acción de consumidores con un gran poder de influencia, como China. Para conseguir que este mercado sea estable y desarrollar consumidores locales, es fundamental, entre otros factores, conseguir que los productos recuperados cumplan, de forma continuada y homogénea, unos estándares de calidad muy altos. Otra vez la innovación constituye un elemento decisivo para superar los desafíos del cambio de modelo. La innovación ya está produciendo resultados y en nuestra opinión falta un pequeño –pero importante- empujón financiero para que los municipios puedan renovar sus infraestructuras y adaptarlas a las nuevas tecnologías desarrolladas.
En este sentido, nuestro grupo desarrolla muchos proyectos innovadores para maximizar el reciclaje de residuos bajo el paraguas de instituciones europeas, como LIFE o BBI, o españolas, como CDTI, y en partenariado con entidades públicas y privadas de gran relevancia, ya sea industriales, de investigación o académicas, entre los que me gustaría mencionar:
• LIFE4FILM (LIFE17 ENV/ES/000229) Desarrollo de Tecnologías para evitar el envío a vertedero o a valorización energética del plástico film (LDPE) de los RSU.
• METHAmorphosis (LIFE 14/CCM/ES/ 000865) Mejoras de tratamiento de lixiviados de plantas de biodigestión de residuos para obtener agua recuperada y biometano que será empleado como combustible en vehículos a gas para reducir GEI
• INSECTUM: Valorización de subproductos urbanos y biorresiduos mediante bioconversión con insectos para la generación de productos innovadores en sectores estratégicos.
• DEEP PURPLE: Investigación a escala piloto sobre la aplicación de la bacteria fototrópica púrpura para la recuperación de subproductos en aguas residuales de instalaciones de tratamiento de residuos orgánicos.
• B-FERST: Integrar la valorización de biorresiduos en la agricultura creando nuevas cadenas de valor de economía circular biobasadas.
• SCALIBUR: Estudio completo de la calidad, logística y sistemas de tratamiento de los residuos sólidos urbanos y los lodos de EDAR con objeto de obtener nuevos subproductos de alto valor añadido.