Hitos para los gestores de residuos que impactan en el reciclaje
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Uno de los colectivos más relevantes para la industria del reciclaje es el de los gestores de residuos industriales y peligrosos. Ellos son los que descontaminan los residuos de forma segura previamente a su valorización, retirando los contaminantes para su posterior eliminación y consiguen, gracias a ello, una mayor calidad de las materias recicladas. Asimismo, se debe tener en cuenta que hay residuos que son peligrosos y/o que no tienen una valorización posible, por lo que deben ser eliminados mediante incineración o vertido. En estos casos, el papel de los gestores también resulta fundamental para que todos estos trabajos se realicen con las mejores técnicas disponibles.
Nueva tramitación electrónica en traslados para ganar en trazabilidad y mejor reciclaje
Para que se lleven a cabo las operaciones de tratamiento apropiadas, es necesario que haya un seguimiento de los residuos hasta las plantas. En ese sentido, hay que destacar la importancia que tuvo la publicación el pasado año el Real Decreto 553/2020, por el que se regula el traslado de residuos en el interior del territorio del Estado. Esta normativa garantiza una coherencia del régimen de traslado de residuos con el reglamento europeo y puntualiza algunos aspectos del procedimiento establecido en el anterior Real Decreto 180/2015. Todo con el objetivo de mejorar la trazabilidad de los traslados desde el lugar de origen del residuo hasta el destino final, asegurando un correcto tratamiento del mismo, lo que también aumenta las posibilidades de reciclaje.
Las nuevas normativas, como el Real Decreto por el que se regula el traslado de residuos o la nueva Ley de residuos, deben ofrecer al sector homogeneidad a todos los niveles para garantizar competitividad y eficiencia y cumplir con los objetivos de reciclaje.
Esta normativa marca un importante hito para el año 2021, ya que a partir del 1 de septiembre se convierte en obligatoria la tramitación electrónica del traslado de residuos. La puesta en marcha de esta tramitación tiene grandes repercusiones tanto para los productores como para los gestores, ya que afecta a los traslados de residuos sometidos a notificación previa: los traslados de residuos peligrosos, de residuos no peligrosos para eliminación y de residuos domésticos mezclados. Esta tramitación se puede realizar a través de la plataforma eSIR habilitada por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITERD) o a través del procedimiento establecido en la sede electrónica de los gobiernos autonómicos que hayan optado por no utilizar el procedimiento del ministerio.
El hecho de pasar a una tramitación telemática es un buen paso para garantizar la trazabilidad de los residuos, facilitar el control por parte de las administraciones y reducir, con el tiempo, la carga administrativa actual. Nuestra asociación, como representante de los gestores de residuos, lleva tiempo promoviendo la necesidad de este paso que se ha dado hacia la digitalización del sector.
El nuevo sistema de tramitación electrónica de traslado de residuos va a ser un auténtico reto para las administraciones, productores y gestores. Por eso es importante que estos dos últimos comiencen su adaptación lo antes posible para evitar problemas.
La tramitación telemática tendrá que cumplir su cometido garantizando la confidencialidad de la información depositada, con la suficiente simplicidad para facilitar el uso, y tener una amplia disponibilidad. Respecto a esto último, es fundamental la actualización diaria del Registro de Productores y Gestores de Residuos en la plataforma electrónica para facilitar la actividad de los gestores y una comunicación directa con las administraciones para resolver los problemas que vayan surgiendo.
Este nuevo sistema de tramitación va a ser un auténtico reto para las administraciones, productores y gestores. Por eso es importante que estos dos últimos comiencen su adaptación lo antes posible para evitar problemas.
Al tratarse de cuestiones muy complejas para un gran número de productores de residuos, muchos de ellos tendrán que recurrir a profesionales que realicen todos estos trámites en su nombre. Para ello podrán apoderarles, sin que esto suponga quedar exentos de la responsabilidad en el traslado del residuo.
Por todo lo anterior, la fecha del 1 de septiembre será más un comienzo que una meta. Por eso, se deberán añadir de forma gradual controles y funcionalidades a la tramitación que faciliten la transición de todos los actores implicados. Así se evitarán bloqueos en los primeros momentos de la gestión de residuos y se garantizará la seguridad jurídica de los operadores en todo el proceso de adaptación.
Si bien eSIR parece tener una intención unificadora, lo cierto es que nos encontramos con múltiples situaciones, en cuanto a su uso y el de las plataformas autonómicas, en los traslados internos y externos de los territorios autonómicos. Esto complica extraordinariamente la actividad de los gestores con actividad en varias comunidades, por lo que debería lograrse una homogeneidad para todo el territorio nacional, de forma que se tienda a utilizar el menor número posible plataformas telemáticas y un único apoderamiento electrónico.
Nueva ley de residuos y la necesidad de armonización fiscal
Esta búsqueda de la homogeneidad no es un reto exclusivo para el traslado de residuos, sino que afecta a un hito muy importante como es la nueva ley de residuos y suelos contaminados, que actualmente se está tramitando en el Congreso de los Diputados. Una ley que puede extender la responsabilidad del productor del residuo hasta el tratamiento final, algo que se lleva reclamando muchos años desde los gestores. Esta ley también incluye un impuesto al vertido e incineración de residuos que será el mismo en toda España y acabaría con los de tipo autonómico. Sin embargo, si posteriormente a cada Comunidad autónoma se le permite elevar los tipos impositivos nos llevaría de nuevo a la heterogeneidad fiscal y al “turismo de residuos” entre comunidades.
El nuevo impuesto al vertido e incineración deberá aplicarse de forma gradual para permitir la puesta en marcha de opciones de valorización que supongan una alternativa real a las opciones de eliminación.
Además, sería deseable que la recaudación de este impuesto fuera finalista y se destinara al desarrollo del sector, al control por parte de los órganos competentes, a la lucha contra el vertido ilegal, los almacenamientos no autorizados y las valorizaciones fraudulentas.
Por otro lado, para el sector va a ser necesario que este impuesto se implante de forma gradual para dar margen de adaptación, máxime si tenemos en cuenta que el desarrollo de nuevas instalaciones de tratamiento lleva de 4 a 5 años. Una aplicación gradual puede permitir la puesta en marcha de opciones de valorización rigurosas que supongan una alternativa real a las opciones de eliminación. Además, estos nuevos tratamientos de valorización deberían ser homogéneos para todo el país e igual de rigurosos en sus planteamientos de calidad ambiental.
Como se puede comprobar, la búsqueda de la homogeneidad a todos los niveles sigue siendo un importante reto para el sector. Esperamos que no se pierda esta oportunidad en un año donde se pondrán en marcha importantes normativas que, sumadas a la incierta situación económica, pueden poner en riesgo la competitividad de muchas empresas y el cumplimiento de los ambiciosos objetivos de reciclaje que marca la Unión Europea en materia medioambiental.
Artículo publicado en el número 230 de RETEMA.