Fenacore estima que el telecontrol ya se ha implantado en más de un millón de hectáreas de regadío
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La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) estima que los sistemas de telecontrol ya se han implantado en más de un millón de hectáreas, lo que consolida a España como un referente internacional en regadío modernizado después de que la última edición de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos en España (ESYRCE) haya señalado que más del 76% de la superficie de riego existente en nuestro país, casi 3 millones de hectáreas, se encuentra modernizada.
Fenacore recuerda que España tiene más de la mitad de su superficie regada, en concreto el 53% (más de 2 millones de hectáreas), dotada con sistemas de riego localizado, considerado el más eficiente. Un porcentaje que multiplica por nueve al que se registra a nivel mundial, donde apenas un 6% de los cultivos se riegan con este tipo de sistemas.
Y en este contexto, caracterizado actualmente por la recomendación de evitar los desplazamientos prescindibles para reducir el riesgo de contacto físico y, por tanto, de exposición al COVID-19, el telecontrol permite regar sin necesidad de estar presente en la parcela.
Asimismo, estos sistemas posibilitan el riego a demanda y, en aquellos casos en los que sea necesario establecer turnos y se produzcan riegos nocturnos, la principal ventaja es que evita que un regante tenga que ir a su finca o explotación a deshoras, si es entonces cuando le corresponde su tiempo para regar, lo que mejora significativamente la calidad de vida del agricultor.
Finalmente, la extensión de estos sistemas puede reducir los costes, puesto que la posibilidad de elegir el momento para regar ayuda a realizar estas labores durante las horas valle en las que la energía eléctrica es más barata, como por las noches y fines de semana.
Sin embargo, su implantación requiere una inversión económica y un mantenimiento, por lo que los regantes piden reducir la factura que, incomprensiblemente, se encarecerá de forma notoria como consecuencia de un cambio normativo que lleva aparejada una nueva metodología para calcular los peajes de transporte y distribución. Y todo ello, después de que desde 2008 el aumento medio de la factura para el regadío haya superado el 110%, debido al incremento tanto del consumo como de las tarifas eléctricas.
Según el presidente de Fenacore, Andrés del Campo, “la modernización y la incorporación de tecnología para hacer un uso más eficiente nos ha permitido producir más con menos agua, pero con un mayor coste de energía. Por ello, urge abaratar la factura para acelerar la modernización de las 902.000 hectáreas aún pendientes y seguir extendiendo los sistemas de telecontrol”.