Europa aumenta su temperatura más del doble que la media mundial
- 1079 lecturas
- 1079 lecturas
El aumento de la temperatura observado en Europa en los últimos 30 años es más del doble que el incremento medio de la temperatura registrado a nivel mundial: en ningún otro continente las temperaturas han subido de forma tan notable. Según un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), a medida que continúe la tendencia al calentamiento, la sociedad, las economías y los ecosistemas se verán afectados por episodios de calor excepcionales, incendios forestales y crecidas, así como por otros efectos del cambio climático.
El informe Estado del clima en Europa, elaborado conjuntamente con el servicio de Copernicus relativo al cambio climático (C3S) de la Unión Europea, se centra en el año 2021, y contiene información sobre el aumento de las temperaturas, las olas de calor terrestres y marinas, los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios en la configuración de las precipitaciones y el retroceso del hielo y la nieve.
Las temperaturas en Europa han aumentado significativamente durante el período 1991-2021, a un ritmo medio de aproximadamente +0,5 °C por década. Como resultado, los glaciares alpinos perdieron 30 metros de espesor de hielo entre 1997 y 2021, y el manto de hielo de Groenlandia se está derritiendo y contribuye a acelerar la subida del nivel del mar. En el verano de 2021, Groenlandia experimentó un episodio de deshielo y, por primera vez, se registraron precipitaciones en su punto más alto, la estación Summit Camp.
En 2021, los fenómenos meteorológicos y climáticos de gran impacto provocaron cientos de víctimas mortales, afectaron directamente a más de medio millón de personas y causaron pérdidas económicas que superaron los 50 000 millones de dólares de los Estados Unidos. Alrededor del 84 % de esos fenómenos fueron crecidas o tormentas.
Sin embargo, no todo son malas noticias. En Europa, varios países han logrado reducir notablemente las emisiones de gases de efecto invernadero. Cabe destacar especialmente el caso de la Unión Europea, dado que entre 1990 y 2020 recortó las emisiones de ese tipo de gases en un 31 %, y ha fijado un objetivo de reducción neta de las emisiones para 2030 del 55 %.
Europa es también una de las regiones más avanzadas en materia de cooperación transfronteriza para la adaptación al cambio climático, en particular en las cuencas fluviales transnacionales. Es uno de los líderes mundiales en la implantación de sistemas eficaces de alerta temprana, puesto que el 75 % de su población está protegida por ese tipo de sistemas. Y los planes de acción establecidos para abordar los efectos del calor en la salud han permitido salvar muchas vidas del calor extremo. Con todo, los desafíos son considerables.
“Europa es el vivo reflejo de un mundo que se calienta y nos recuerda que incluso las sociedades bien preparadas no están a salvo de las consecuencias de los fenómenos meteorológicos extremos. Este año, al igual que en 2021, amplias zonas de Europa se han visto afectadas por extensas olas de calor y sequías, que han alimentado incendios forestales. En 2021, los excepcionales episodios de crecidas causaron muerte y destrucción”, explicó el Secretario General de la OMM, profesor Petteri Taalas.
“En el ámbito de la mitigación, debe mantenerse el buen ritmo en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en la región y deben marcarse objetivos más ambiciosos. Europa puede desempeñar un papel decisivo en la consecución de una sociedad neutra en carbono a mediados de siglo y así cumplir lo dispuesto en el Acuerdo de París”, dijo el profesor Taalas.
El C3S de la Unión Europea, implementado por el ECMWF en nombre de la Comisión Europea, proporciona datos y herramientas de monitoreo del clima de última generación que ayudan a aplicar medidas de mitigación y adaptación climáticas y contribuyen a la ejecución de iniciativas como el Pacto Verde Europeo
Acelerar el cambio
“La sociedad europea es vulnerable al cambio climático y a la variabilidad del clima, pero Europa también está a la vanguardia de las iniciativas internacionales para mitigar el cambio climático y desarrollar soluciones innovadoras para adaptarse al nuevo clima con el que tendrán que vivir las europeas y los europeos”, afirmó el doctor Carlo Buontempo, director del C3S del ECMWF.
“A medida que los riesgos y los efectos del cambio climático se hacen cada vez más evidentes en la vida cotidiana de las personas, los conocimientos climáticos son cada vez más necesarios y demandados, y es lógico que así sea. Con este informe pretendemos salvar la brecha existente entre datos y análisis para proporcionar información basada en datos científicos pero que, al mismo tiempo, sea comprensible y permita adoptar decisiones, en todos los sectores y ámbitos laborales”, aseguró el doctor Buontempo.
El informe Estado del clima en Europa se basa en el informe del C3S titulado European State of the Climate (Estado del clima europeo), publicado en abril, así como también en la información facilitada por la red de Centros Regionales sobre el Clima de la Asociación Regional VI (AR VI) de la OMM. La publicación forma parte de una serie de informes regionales elaborados por la OMM para suministrar información científica de carácter local a los encargados de la formulación de políticas. Se ha presentado en una conferencia regional de directores de Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN) europeos.
El informe y los gráficos interactivos que lo acompañan incluyen aportaciones de los SMHN, de expertos en cuestiones climáticas, de organismos regionales y de organismos asociados de las Naciones Unidas. Su publicación se produce antes de las negociaciones anuales de las Naciones Unidas sobre el cambio climático que tendrán lugar en el marco del 27º período de sesiones de la Conferencia de las Partes (CP 27) en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en Sharm-el Sheikh.
Escenarios futuros
Según las contribuciones del Grupo de Trabajo I al Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), todo apunta a que los desastres debidos al tiempo, el clima y el agua aumentarán. En ese informe se llegó, con un “nivel de confianza alto”, a las conclusiones siguientes:
-
Con independencia de los niveles futuros de calentamiento global, las temperaturas aumentarán en todas las zonas europeas a un ritmo superior al de los cambios en la temperatura media mundial, en consonancia con las observaciones del pasado.
-
La frecuencia y la intensidad de los episodios extremos de calor, incluidas las olas de calor marinas, han aumentado en las últimas décadas y se prevé que sigan aumentando con independencia del escenario en materia de emisiones de gases de efecto invernadero que se materialice. Se prevé que, con un calentamiento global de 2 °C o más, se superarán los umbrales críticos que afectan a ecosistemas y personas.
-
De las observaciones realizadas se desprende un patrón estacional y regional congruente con el aumento previsto de las precipitaciones en invierno en el norte de Europa. Asimismo, se prevé una disminución de las precipitaciones en verano en el Mediterráneo, una tendencia que se extenderá a las regiones situadas hacia el norte. También se prevé que, si se alcanzan niveles de calentamiento global superiores a 1,5 °C, las lluvias extremas y las inundaciones pluviales aumentarán en todas las regiones, salvo en el Mediterráneo.
Efectos del clima
Salud: El cambio climático afecta a la salud de la población europea de múltiples maneras, por ejemplo, al provocar muertes y enfermedades causadas por fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes, como las olas de calor; al multiplicar la incidencia de los casos de zoonosis y de las enfermedades transmitidas por los alimentos, el agua y los vectores; y al ocasionar problemas de salud mental.
En Europa, los fenómenos climáticos extremos más mortíferos son las olas de calor, en particular en el oeste y el sur del continente. La combinación de cambio climático, urbanización y envejecimiento de la población en esta región no solo genera vulnerabilidad al calor, sino que también la agrava aún más
Las alteraciones debidas al cambio climático en la producción y distribución del polen y las esporas pueden conllevar un aumento de los trastornos alérgicos. Más del 24 % de los adultos que viven en la región europea padecen diversas alergias, incluida el asma grave, mientras que entre los niños y niñas de la región, ese porcentaje oscila entre el 30 y el 40 % y no deja de crecer. El cambio climático también incide en la distribución de las enfermedades de transmisión vectorial. Cabe destacar el caso de las garrapatas (Ixodes ricinus), que pueden transmitir la enfermedad de Lyme y la encefalitis transmitida por garrapatas.
Según la Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, en 2019 cerca de medio millón de personas murieron de forma prematura en la Región de Europa de la OMS a causa de la contaminación antropógena del aire ambiente por partículas finas, una parte importante de las cuales se debió directamente a la quema de combustibles fósiles. Se calcula que la reducción de las emisiones de carbono podría evitar unas 138 000 muertes prematuras al año, y que ello podría generar un ahorro de entre 244 000 y 564 000 millones de dólares.
Los niños y niñas son más vulnerables a las consecuencias del cambio climático que los adultos, tanto en el plano físico como en el psicológico. Según el índice de riesgo climático de la infancia (CCRI) del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en Europa casi 125 millones de niños viven en países sujetos a un riesgo “medio-alto” (el tercero de los cinco niveles de clasificación utilizados a nivel mundial).
Ecosistemas: La mayor parte de los daños causados por los incendios forestales se deben a episodios extremos para los que ni los ecosistemas ni las comunidades están adaptados. El cambio climático, la conducta de las personas y otros factores subyacentes están creando las condiciones para que los incendios sean más frecuentes, intensos y devastadores en Europa, y ello entrañará notables consecuencias socioeconómicas y ecológicas.
Transporte: En el ámbito del transporte, las infraestructuras y las operaciones están en riesgo tanto por el cambio climático incremental como por los fenómenos extremos, como las olas de calor, los fuertes aguaceros, los vientos intensos y los niveles extremos del mar y de las olas. Los umbrales de resistencia a fenómenos meteorológicos utilizados para construir gran parte de las infraestructuras de transporte se calcularon teniendo en cuenta valores históricos, por lo que no son capaces de resistir los episodios extremos actuales.
Política climática
Las contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN) son uno de los pilares del Acuerdo de París y de la consecución de sus objetivos a largo plazo. Las CDN encarnan los esfuerzos de cada país para reducir las emisiones nacionales y adaptarse a los efectos del cambio climático. En marzo de 2022, 51 países europeos y la Unión Europea presentaron sus CDN.
La mitigación del cambio climático ha sido uno de los principales objetivos de muchas de las Partes europeas, como se pone de manifiesto en sus CDN, en las que se hace hincapié en las siguientes esferas prioritarias para fines de mitigación: suministro de energía, agricultura, desechos, y uso de la tierra, cambio de uso de la tierra y silvicultura.
En 2021 la Unión Europea aprobó la Ley Europea del Clima, mediante la cual se convirtió en jurídicamente vinculante el objetivo de alcanzar en su territorio la neutralidad climática, esto es, conseguir el cero neto en emisiones de aquí a 2050. En ese instrumento se fijó un objetivo provisional de reducción de las emisiones de aquí a 2030 del 55 %.