Este 5 de octubre aterriza en Barcelona el V Congreso Nacional de Gestión de RAEE
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Los próximos 5 y 6 de octubre, Barcelona acogerá la quinta edición del Congreso Nacional de Gestión de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE). El encuentro, que se celebrará en el World Trade Center, está organizado por los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor de Aparatos Eléctricos (SCRAP) que se agrupan en OfiRaee (Ambilamp, Ecoasimelec, Ecofimática, Ecolec, Ecolum, Ecoraees, Ecotic y ERP España).
La correcta recogida, gestión y reutilización de estos residuos es clave para disminuir la contaminación y reducir el consumo de energía que supone la fabricación de estos aparatos desde cero. Por eso, el Congreso Nacional RAEE se celebra anualmente para abordar la importancia del adecuado reciclaje de los RAEE, unos residuos que requieren un cuidado especial, no sólo en su tratamiento y reciclaje, sino también en el resto de los procesos de recogida, almacenamiento y transporte.
La apertura institucional del congreso contará con la presencia del director de la Agència de Residus de Catalunya, Isaac Peraire Soler. Asimismo, en el Congreso también participarán expertos del sector reconocidos a nivel internacional
Durante esta edición del Congreso, celebrado por primera vez en Barcelona, también habrá espacio para abordar temas como las nuevas normativas europeas, los convenios que existen en el ámbito autonómico y municipal, las importaciones, o las primeras materias críticas, claves para la economía y la industria europea en los próximos años.
Los RAEE, en cifras
En el primer semestre de 2023, Catalunya ha conseguido recuperar 17.748.613 kg de RAEE domésticos, un 6,43% más que el mismo periodo del año anterior, en el que se contabilizaron 16.607.979 kg. En España, la cifra total en el primer semestre del año asciende a 139.692.723 kg, un 3,28% más que en el primer semestre de 2022.
En Cataluña se recogen en torno a 5 kg por habitante de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos de origen doméstico. La media nacional en España es de 6 kg por habitante, con las Islas Baleares en cabeza con 10 kg por habitante, seguido por Cantabria, con 8 kg de RAEE doméstico por habitante recogidos, y con la Comunidad de Madrid en tercera posición, también con 8 kg por habitante.
Según datos de Eurostat, en 2020 se recogieron una media de 10,3 kg de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos por habitante en la Unión Europea. Sin embargo, las prácticas de reciclaje varían entre los países de la UE; Austria (15,7 kg/hab.), Finlandia (15,7 kg/hab.) y Suecia (14, kg/hab.) ocupan las tres primeras posiciones, pero en la cola se encuentran países como Portugal, Chipre o Grecia, que solo llegan a los 5,8, kg por habitante. En el 2020 España ocupaba la decimoctava posición en el ranking, con 8,3 kg por habitante – dos puntos por debajo de la media europea.
A nivel nacional, en la última década los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor de Aparatos Eléctricos se han encargado de la recogida y gestión de más de 2 millones de toneladas de RAEE doméstico.
Cómo convertir los RAEE en nuevos recursos
La recogida y el reciclaje de este tipo de residuos cobra una especial importancia en este momento. Según un reciente informe conjunto de varias agencias de la ONU, cada año se producen aproximadamente 50 millones de toneladas de residuos electrónicos y eléctricos, que equivalen al peso de todos los aviones comerciales construidos. De esto, solo se recicla correctamente el 20%. En 2030, la cantidad de residuos podría llegar a los 74,7 millones de toneladas, convirtiéndose así en los desechos sólidos con mayor crecimiento en el mundo, según el Observatorio Mundial de los Residuos Electrónicos
La meta final del proceso de gestión de los RAEE es convertirlos en nuevos recursos, recuperando los materiales contenidos en los aparatos eléctricos y electrónicos para que vuelvan a ser utilizados como materia prima de nuevos productos, completando una cadena de valor dentro de un proceso de economía circular. Para ello, se debe trabajar en el desarrollo de nuevas tecnologías y en la mejora de los procesos que tienen un impacto directo en la valorización de materiales y permiten alcanzar unos mayores índices de recuperación.
Según datos de la ITU, los beneficios económicos de emplear una economía circular en el sector electrónico y eléctrico podrá ser enorme, reduciendo los costes para los consumidores en un 7% en 2030 y un 14% en 2040. Por otro lado, existe también un gran valor económico en los residuos electrónicos que pueden llegar a contener materiales como oro, plata, cobre, platino, paladio, entre otros. De acuerdo con la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU), hay 100 veces más oro en una tonelada de teléfonos inteligentes que en una tonelada de mineral de oro.