España se une en París al primer Pacto sobre el Agua y el Cambio Climático
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España se ha sumado, a través del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, al primer Pacto sobre el Agua y el Cambio Climático (Plan de Acción para la adaptación al cambio climático en las cuencas), que se ha materializado en la Cumbre del Clima de Naciones Unidas (COP 21) que acoge París con el objetivo de reivindicar el papel de los organismos de cuenca en la gestión sostenible de las políticas públicas de agua y de adaptación a los retos del cambio climático.
Este acuerdo ha sido promovido por la Red Internacional de Organismos de Cuenca (INBO) e impulsado por los Gobiernos de Francia y de Perú.
Al acto han acudido, entre otros, la ministra de Ecología, Desarrollo y Energía de Francia, Ségolène Royal, el ministro del Ambiente de Perú, Manuel Pulgar, la directora general de la Oficina Española de Cambio Climático, Valvanera Ulargui, y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Manuel Romero, en representación de todos los organismos de cuenca de España (tanto las Confederaciones Hidrográficas de competencia estatal como los organismos autonómicos), que han suscrito este Pacto.
En este encuentro se ha puesto de manifiesto que el cambio climático tiene cada vez más afección en la cantidad y calidad del agua dulce continental y en los ecosistemas acuáticos, especialmente en lo que se refiere a la intensidad y a la frecuencia creciente de los eventos hidrológicos extremos, tales como inundaciones y sequías, así como en la subida del nivel de los océanos, que amenazan la seguridad, el desarrollo económico y social y al medio ambiente.
También que las cuencas hidrográficas, que son los ámbitos naturales donde el agua fluye en la superficie o en el subsuelo, son los instrumentos más adecuados para la gestión de los recursos hídricos.
ADAPTACIÓN A TRAVÉS DE LA PLANIFICACIÓN HIDROLÓGICA
Así, con este Pacto sobre el Agua y el Cambio Climático se persigue reconocer el papel estratégico que tienen los organismos de cuenca en la definición y en la gestión de las políticas públicas de adaptación al cambio climático a través de la planificación hidrológica.
Paralelamente, con esta iniciativa se pretende demandar más financiación para estos organismos, a fin de asegurar la cooperación, la coordinación, el intercambio de información, el diálogo, la consulta y la prevención de los conflictos entre todas las partes involucradas.
De esta forma, se alienta a las entidades implicadas a sostener la financiación de estudios previos y de acciones para la adaptación al cambio climático a escala de cuenca hidrográfica.
Una visión compartida por la delegación española, “porque la planificación hidrológica es la base de nuestra política del agua y de nuestro modelo de gestión”, ha señalado el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Manuel Romero ha precisado que “en nuestra acción internacional hemos abanderado el sistema de planificación por cuencas como el más idóneo para llevar a cabo una gestión sostenible del agua, ya capaz de adaptarse a los retos que plantea el cambio climático”. En este sentido, ha recordado que “España desempeña un papel activo en la INBO a través de la Red Mediterránea de organismos de cuenca”.
El presidente de este organismo de cuenca ha considerado “necesario reforzar la cooperación entre las instituciones implicadas y, en particular, entre los organismos de cuenca para facilitar la transferencia de experiencias y conocimientos técnicos sobre las mejoras prácticas en la gestión de cuenca y en la adaptación al cambio climático”.
CUATRO OBJETIVOS CLAVE DE LA PROPUESTA
Este plan de acción para la adaptación al cambio climático en las cuencas hidrográficas se basa en cuatro objetivos clave. Por una parte, reforzar las capacidades y los conocimientos, para lo que se propone desarrollar redes de vigilancia e intercambio de datos a escala de cuenca, así como sistemas de información sobre el agua que sirvan como herramienta de ayuda en la toma de decisiones para llevar a cabo las medidas de adaptación.
En segundo lugar, se propone adaptar la planificación y la gestión por cuenca al cambio climático a través de la evaluación de los impactos del cambio climático y la elaboración de estrategias de adaptación, de planes de gestión y de programas de acción. En este sentido, el pacto subraya la necesidad de establecer un uso más eficiente y duradero de los recursos hídricos a través de un mejor control de la demanda y el aumento de los recursos disponibles mediante, por ejemplo, programas de eficiencia hídrica en los usos, modernización de las redes… etc.
Esta propuesta tiene también como objetivo reforzar las capacidades institucionales de los organismos de cuenca en las redes y plataformas existentes y, por último, la elaboración de programas de inversión y mecanismos de financiación sostenibles para la puesta en marcha de planes y programas de acción.