Equipos eficientes y robustos para tanques de tormenta

De repente, el cielo se oscurece y en muy poco tiempo la lluvia torrencial empapa la tierra. Las tormentas inesperadas son cada vez más frecuentes. Los expertos apuntan que el cambio climático aumentará la frecuencia e intensidad de las lluvias.  Sin embargo, actualmente, muchas ciudades y municipios no están suficientemente preparados para ellas. Esto provoca fuertes inundaciones, y en consecuencia,  grandes daños a las propiedades y a las personas, particularmente en las ciudades, por su densidad de población y sus pavimentos impermeables.

Los sistemas de alcantarillado, las tuberías y los canales de gran tamaño permiten que el agua de lluvia sea drenada rápidamente pero, aun así, sólo representan una parte de la solución que es mucho más compleja. La previsión de instalaciones de regulación es crucial para retener el agua excedente y descargarla de manera más lenta desde las cuencas de retención y los tanques de tormenta. 

Estos tanques de tormenta actúan como amortiguadores, tomando y liberando agua constantemente. Durante la fase de carga, el agua de lluvia llega a gran velocidad y con flujo turbulento transportando todo tipo de sólidos orgánicos tales como fibras, pelo, e incluso, pequeños cuerpos de animales. Y también restos inorgánicos como productos higiénicos, plásticos, juguetes, zapatos y toallitas húmedas. A pesar de la instalación de filtros y desarenadores, una gran cantidad de sólidos sigue llegando al tanque de tormentas. Incluso cuando el contenido total en materia seca a su entrada es sólo del 1.5%, los materiales más densos tienden a sedimentar en el fondo, mientras que los sólidos más ligeros flotan en su superficie. Así, una vez se drena el fluido, el contenido de materia seca en el fondo del tanque puede alcanzar una concentración de hasta el 10-20%.

El sistema de bombeo principal es útil sólo hasta un nivel determinado. En cuanto se sobrepasa cierto valor de concentración en materia seca, dicha operación pasa a ser llevada a cabo por las bombas de drenaje. El vaciado final de los tanques de tormentas, se realiza normalmente con  bombas trituradoras, sin tener en cuenta su baja eficiencia y sus limitaciones a la hora de manejar fluidos viscosos con un alto contenido en sólidos.

Como ejemplo, en el tanque de tormentas de Butarque, se producían innumerables averías durante el drenaje, por la existencia de grandes cantidades de fibras y trapos que atascaban las bombas de la planta. Vogelsang realizó una prueba piloto en uno de los tanques de tormentas existentes en Madrid (Abroñigales), encontrando una solución económica y eficiente al problema. Satisfechos con el resultado, la empresa explotadora decidió instalar un nuevo equipo Vogelsang ampliando la capacidad de drenaje del tanque de tormentas de Butarque, cuya capacidad de almacenamiento ronda los 400.000 m3.

Vogelsang configuró un sistema Bio-Cut, equipado con una bomba lobular VX186-260Q y un macerador RotaCut RCX-58G conectados en serie sobre una misma bancada. El uso de una bomba lobular autoaspirante, hace posible su instalación en la cámara seca de bombeo. Este BioCut fue diseñado para una capacidad de 55-220 m3/h pudiendo bombear fluidos y lodos con un alto contenido de sólidos y fibras. El lodo, antes de llegar a la bomba, pasa a través del macerador donde las piedras y objetos metálicos son decantados, mientras que los trapos y fibras son cortados para poder ser bombeados. El macerador protege a la bomba y al resto de la instalación contra posibles daños y bloqueos. El cuadro de control permite la monitorización de las variables del proceso en remoto, pudiendo ajustar el funcionamiento del equipo de forma instantánea. El BioCut Vogelsang permite el vaciado y la limpieza de los tanques de tormentas de forma cómoda y eficiente.