Las empresas del gran consumo ponen de relieve el impacto del desperdicio alimentario
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Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, AECOC desde su iniciativa “La alimentación no tiene desperdicio”, quiso poner de relieve el impacto que tiene el despilfarro de alimentos sobre el medioambiente. Y es que el desperdicio de alimentos, además de tener un impacto social y económico, también afecta directamente sobre el medio ambiente y por distintas razones.
Cuando se desperdician alimentos, también se despilfarra toda la energía y el agua que se requieren para cultivarlos, cosecharlos, transportarlos y empaquetarlos. De hecho, según datos de FAO “A nivel mundial la huella de carbono fruto del despilfarro de alimentos produce hasta 3.300 millones de toneladas de gases de efecto invernadero anualmente (GEI).
Otro de los impactos medioambientales que lleva consigo el desperdicio de alimentos es la gran pérdida de agua dulce, un recurso escaso. Según varios investigadores, el derroche de comida junto con los productos que caducan y los que se estropean antes de consumirlos, alcanzan casi los 2.100 hectómetros cúbicos para toda España, lo que equivale al derroche de una bañera grande llena de agua cada día.
Es evidente que el desperdicio de alimentos tiene, entre otros, un gran impacto sobre el medioambiente, por ello AECOC trabaja desde 2012 en el proyecto “La alimentación no tiene desperdicio” en el que participan más de 470 compañías. Las empresas integradas en el proyecto han logrado reducir hasta un 0,75% la cantidad de producto desperdiciado; un porcentaje que, al inicio del proyecto, se situaba en el 1,71%.
¿De dónde viene y por qué se produce el desperdicio de alimentos?
Según datos de la Comisión Europea, el 42% de los desperdicio total que se registra en la cadena de valor se generan en los hogares, el 39% en fabricación y producción de alimentos, el 14% en la hostelería y, por último, el 5% restante en la distribución. Por ello, es imprescindible sumar esfuerzos desde todos los eslabones de la cadena de valor para reducir el desperdicio de alimentos y dotar al consumidor de herramientas para reaprovecharlos y alargar su vida útil”.
La comida se desecha en hogares por varios motivos, los principales: falta de orden en el frigorífico, lo que nos impide conocer qué alimentos tenemos en éste o el desconocimiento sobre cómo reaprovechar los alimentos. Es importante por tanto:
• Planificar bien la compra: Hacer una lista con los alimentos imprescindibles que necesitamos es básico y revisar en la despensa los productos que tenemos y los que faltan.
• Dar una segunda vida a los alimentos que sobran en nuestras mesas con recetas creativas y usar los envases adecuados para conservar bien los alimentos.
• Ordenar adecuadamente la nevera y despensa para evitar olvidar alimentos aptos para el consumo antes de que se estropeen.