Economía colaborativa y circular, claves en el sistema agroalimentario catalán del futuro

Expertos han debatido en grupos de trabajo sobre residuos, agua y soberanía alimentaria, detectando posibles dinámicas de transición
Economía colaborativa y circular, claves en el sistema agroalimentario catalán del futuro
Economía colaborativa y circular, claves en el sistema agroalimentario catalán del futuro
06-02-2017
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El sistema agroalimentario actual en Cataluña se enfrenta a diversos retos que amenazan su sostenibilidad medioambiental, económica o social. Las dinámicas de transición son una buena metodología para afrontar la situación, y por este motivo el IRTA ha promovido unas jornadas de reflexión con el título “Dinámicas de transición para un mundo más sostenible” que han tenido lugar los días 1, 2 y 3 de febrero en el Palau Macaya de Barcelona y que pueden ser el punto de partida para, junto con otros estamentos e iniciativas, explorar y acelerar nuevos escenarios.

Las sesiones han tenido tres grupos de trabajo temáticos: residuos, agua y soberanía alimentaria, que han llegado a diversas conclusiones, entre las cuales destacan:

La necesidad de conseguir un sistema agroalimentario competitivo en una economía global que tenga un efecto positivo para el medio ambiente y para la sociedad, donde los productores tengan un papel destacado y valorado. En algunos casos esto implicaría un cambio en los sistemas productivos, y se deberían crear espacios de trabajo conjunto entre la administración, los productores y los proveedores de nuevas tecnologías con tal de fomentar esta transición.
• La necesidad de reconectar productores y sociedad tanto en conocimiento como en temas de economía colaborativa (cadenas de comercialización más cortas, cooperativas de consumidores, nuevos modelos de negocio) y aplicar en toda su amplitud el concepto de economía circular, lo que implica potenciar una nueva categoría de consumidores responsables, donde el derroche se considera como una oportunidad que tiene una función más allá de la caritativa.
• Es necesario definir qué relación debe tener nuestro país con el agua, definiendo prioridades y una relación más clara entre todos los estamentos que competen para dar un uso productivo a este recurso tan escaso.
• De cara a aumentar el nivel de soberanía alimentaria de nuestro país, y para hacer el consumo de proteínas más medioambientalmente sostenible, se debería ir hacia la utilización de nuevas fuentes de proteína para la alimentación animal y humana (insectos, productos del mar, etc.) o nuevas materias primas (algas). Se debe investigar sobre la utilización de fibras artificiales en piensos.
• La necesidad de realizar más investigación y transferencia sobre cultivos y ganadería de alto valor y disponer de bancos de semillas (o de embriones) de cultivos de mayor valor económico. La sostenibilidad del sistema agroalimentario catalán depende de su capacidad de crear puestos de trabajo en el territorio y de impulsar negocios competitivos internacionalmente, así como del fomento de la diversidad y su capacidad de dar respuesta a las necesidades de consumidores de perfiles muy diferentes.
• Educar a los consumidores para la adopción de estilos de vida saludables y para que puedan tomar decisiones informadas en el momento de la compra que contribuyan positivamente a su salud.

Las jornadas han servido para conocer las metodologías de la “Teoría de la Transición” y han sido conducidas por los investigadores del DRIFT (Dutch Research Institute for Transitions) Derek Loorbach y PJ Beers.

La sesión del miércoles sirvió para conocer a nivel conceptual esta teoría y su aplicación al sistema agroalimentario. Según los investigadores del DRIFT, para conseguir un sistema sostenible es necesario iniciar dinámicas de transición enfocadas hacia un nuevo sistema, lo que a menudo implica cambios disruptivos. En este sentido, han explicado cuál es la metodología para gestionar con éxito esta transición no lineal.

Los sistemas se convierten en insostenibles porque son cerrados y no se adaptan a los cambios, y esto provoca inestabilidad. El DRIFT propone hacer una investigación analítica, evaluativa y experimental a través de la cual se debe identificar quién contribuye en la transición, los roles de los actores, gobiernos, etc. El objetivo es crear un espacio donde se cuestione el sistema y se diseñen alternativas. Crear un espacio físico, una red para conocer el problema antes de implementar la solución. Debemos dejar de preguntarnos si “¿estamos haciendo las cosas bien?” para pasar a cuestionarnos si “¿está bien lo que estamos haciendo?”.

A través de la participación y la experimentación en múltiples fases y niveles, teniendo en cuenta las acciones a largo y corto plazo, basándose en la crítica y la reflexión entorno los problemas estructurales del sistema, se crearán las condiciones que contribuyan a la transición.

La jornada ha congregado representantes relevantes de los estamentos directamente implicados en nuestro sistema agroalimentario: miembros destacados de la administración catalana, de sus universidades y centros de investigación, asociaciones empresariales, ONGs y sindicatos. El día de la clausura, la Hble. Sra. Consellera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación Meritxell Serret dirigió una reflexión a la audiencia y cerró las jornadas el Director General del IRTA, el Dr. Josep M. Monfort.

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