La economía circular de los plásticos: en busca del envase sostenible
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El pasado mes de junio, el Consejo de Ministros aprobó la Estrategia Española de Economía Circular (EEEC), además del anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados, cuyo máximo objetivo es ofrecer una solución eficaz al creciente volumen de residuos y reducir el consumo de plásticos. Todo ello para dar respuesta a las directivas europeas UE218/851 sobre residuos y la UE219/904 sobre plásticos de un solo uso y que van encaminadas a cumplir con los objetivos del Plan de Acción de Economía Circular de la Comisión Europea.
Retos y claves para lograr la Economía Circular de los plásticos
Si ya en 2015 se había publicado un paquete de medidas sobre economía circular que señalaba a los plásticos como una de las áreas prioritarias a desarrollar, en 2018 se publicó la “Estrategia europea para los plásticos en una economía circular”, focalizada en el impulso de la recuperación de plásticos para poder reintroducirlos en el proceso productivo de forma rentable. A comienzos de 2020, la Comisión Europea presentaba el nuevo plan de acción enmarcado dentro del Pacto Verde Europeo (The European Green Deal), una hoja de ruta con diferentes acciones que debería llevar a Europa a convertirse en el primer continente climáticamente neutro en 2050.
En la estrategia europea se plantean tres retos principales para alcanzar la economía circular de los plásticos:
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Incorporar 10 millones de toneladas de plástico reciclado en Europa en 2025;
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Conseguir que todos los envases de plástico del mercado europeo sean reutilizables o reciclables en 2030;
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Lograr eliminar por completo los residuos plásticos abandonados en la naturaleza.
Aunque en la actualidad existen iniciativas muy valiosas para fomentar la innovación y cooperación entre empresas y sectores como la Circular Plastics Alliance, es el poder de la sociedad cuya exigencia a las grandes corporaciones puede precipitar el fin del plástico tal y como lo conocemos, pues actualmente se ha ganado una imagen negativa, especialmente entre las generaciones más jóvenes.
Soluciones para la sostenibilidad de los plásticos
La Comisión Europea decidió revisar la directiva 94/62/EC relativa a envases y residuos de envases con el fin de reducir y prevenir la cantidad de residuos de envases de plásticos generados en el mercado europeo. Las medidas se centran en:
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Reducir el sobreembalaje y los residuos del envase;
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Fomentar el diseño para la reutilización y reciclabilidad de los envases;
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Reducir la complejidad de los materiales empleados.
Marcas de agua digitales
Un estudio realizado por la Fundación Ellen MacArthur en el marco del programa New Plastics Economy y patrocinado por la Asociación de Marcas Europeas (AIM, por sus siglas en francés), destapó las ventajas que presenta la sustitución de los embalajes de plástico por marcas de agua digitales. Se trata de códigos imperceptibles, del tamaño de un sello postal, que cubren la superficie de los envases de bienes de consumo.
Pueden contener diversos atributos de información, entre ellos el tipo de plástico utilizado y la composición de objetos de múltiples capas. Una vez que el envase ingresa en la planta de clasificación de residuos, el objetivo es detectar y decodificar la marca de agua digital, que a su vez lo podrá clasificar y derivar a los flujos correspondientes basándose en los atributos transferidos. Con ello se mejoraría la eficiencia y la precisión de los flujos de clasificación y, por tanto, la calidad del reciclaje, lo que aportaría beneficios a toda la cadena de valor del envase.
Envases sostenibles y plásticos de un solo uso
A modo de ejemplo, algunas de las principales marcas de la industria del envasado para productos de belleza e higiene personal ya han comenzado a prescindir del plástico para apostar por envases fabricados en materiales como vidrio, cartón resistente o fibras de origen vegetal. Otras marcas prefieren potenciar el reciclaje y la reutilización de sus envases y otras incluso han optado por buscar un formato que no precise de envasado. Sin embargo, el plástico sigue siendo el material más utilizado en los envases de esta industria.
El mayor reto que presenta la industria es superar la complejidad de sus propios envases, que a menudo cuentan con diferentes capas de otros materiales. Para ello, la industria cosmética debe lograr la fabricación de envases cuyos distintos materiales puedan separarse con facilidad para ser reutilizados.
Este escenario es repetitivo y extrapolable en gran medida a cualquier otra industria, hecho que demuestra la gran importancia de concienciación a lo largo de toda la cadena de valor, desde el fabricante al consumidor final, así como a los actores responsables de las plantas de tratamiento y recuperación de plásticos.