Disminuye la fracción resto de residuos en Mallorca
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Los datos de entrada al servicio público muestran una disminución del porcentaje de desecho respecto al total de las demás fracciones (envases, papel, vidrio y form). En 2021 el porcentaje de rechazo fue del 80.71%, casi dos puntos menos que el porcentaje de 2019, que fue de 82.34%. Estos datos indican que cada vez la ciudadanía de Mallorca separa mejor los residuos. Pero es muy importante seguir dando pasos hacia la mejora de la separación en la gestión de residuos.
La fracción resto es la única que acaba en la incineradora, por tanto, es vital seguir bajando el porcentaje de desperdicio del total de residuos que se recogen en la isla, año tras año. Cabe recordar que sólo es rechazo si no puede ir a ningún otro contenedor, lo que se deposita en otro contenedor se recicla, lo que termina en el contenedor gris acaba incinerado.
Aurora Ribot, vicepresidenta del Consell de Mallorca y consellera de Sostenibilidad y Medio Ambiente reconoce que «los datos demuestran que vamos por buen camino, pero no podemos bajar la guardia, hay que recordar que el mejor residuo es aquel que no se genera». «Debemos seguir haciendo más sostenibles en nuestros hábitos de consumo, para conseguir que, cada vez más, la economía de nuestra isla sea más circular. Mallorca no puede esperar más» ha manifestado la consellera.
En cuanto a los datos del total de rechazo generados, en 2021 se trataron un total de 450.907,01 toneladas, un 6,4% más comparado con el año 2020 en el que el total de toneladas fue de 423.695,07. Teniendo en cuenta que el año 2020 fue el año de la pandemia y los datos de la gestión de residuos se vieron gravemente afectados por el paro de la economía, es importante tomar los datos del 2019 de referencia. En este sentido, si comparamos los datos de 2021, año de la recuperación económica, con los datos de la prepandemia 2019 (535.962,83) observamos cómo las toneladas de desecho decrecieron un 15,8 %.
Por su parte, Juan Carrasco, director insular de Residuos, insistió en la necesidad de «plantearnos la relación directa entre nuestro modelo de vida y el gran consumo de recursos y generación de residuos que provocamos. Debemos continuar reforzando la conciencia ambiental para poder incorporar nuevas conductas que reduzcan al máximo la generación de residuos y dar a conocer la dimensión de la problemática. Todas y todos forman parte de la solución».