El Consorcio de Residuos del Maresme estudiará el impacto de su planta de valorización energética
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El Consorcio de Residuos del Maresme ha contratado dos nuevos estudios para determinar el potencial impacto medioambiental y en la salud de la incineradora del Centro Integral de Valorización de Residuos del Maresme.
Se trata de la monitorización biológica y medioambiental, dos controles que se llevan realizando desde 1995 y 2008, respectivamente. Aunque hasta la fecha todos los resultados han demostrado que la exposición de la población maresmense a los niveles de dioxinas, furanos, policlorados bifenilos y metales pesados de la planta de recuperación energética no supone ningún riesgo para su salud, el Consorcio de Residuos del Maresme sigue apostando por estos estudios, dado el interés científico de realizar un seguimiento temporal de la evolución de los diferentes indicadores de la salud pública y con el fin de llevar a cabo una gestión de la instalación con la máxima transparencia.
De esta forma, la Fundación Privada Salud del Consorcio Sanitario del Maresme y la Fundación Universidad Rovira i Virgili de Tarragona serán las encargadas de realizar los estudios presupuestados con un importe de 98.667 € y 66.669,55 €.
Un muestreo de 250 personas
En la monitorización biológica la población de estudio estará compuesta por un grupo de 250 personas entre trabajadores de la planta, habitantes de Mataró y Arenys de Mar, y mujeres lactantes de la capital maresmense. A todos ellos se les medirá los niveles de dioxinas, furanos y bifenilos policlorados en sangre y leche materna y el nivel de metales pesados en sangre y orina. La muestra se dividirá en un grupo 'de expuestos' (personas que viven a una distancia inferior de 1,5km de la incineradora) y otro de 'no expuestos' (personas que viven a una distancia superior de 3km de la planta de valorización energética), de tal modo que se pueda comparar y evaluar los efectos de la incineradora sobre la salud de los maresmenses.
Por otra parte, la monitorización ambiental tomará muestras de suelo y aire en cuatro áreas de muestreo que van desde el mismo Centro Integral de Valorización de Residuos del Maresme hasta 15km de distancia y con las que se analizarán metales y metaloides, dioxinas y furanos policlorados y bifenilos policlorados.
Los primeros resultados se obtendrán de forma provisional en abril de 2023 con el primer informe parcial de la campaña de monitoreo ambiental que durará un total de cuatro años. De este estudio se obtendrá un segundo informe parcial en abril de 2025 y finalmente, en junio de 2025, se redactará el informe final. En el caso de la monitorización biológica, el estudio durará dieciocho meses y se obtendrán sus resultados en septiembre de 2023.
Un estudio pionero en Cataluña
En 1995, con la puesta en marcha de la incineradora, el Consorcio de Residuos del Maresme puso en marcha el primer control sobre la posible afectación de ésta en la salud de la población. Se trataba de un estudio entonces pionero en Cataluña al que más tarde se sumó el análisis medioambiental. Hoy en día, estos estudios científicos realizados en Mataró son los de mayor duración de todas las plantas de valorización energética similares existentes en el Estado.
Ambos estudios han permitido determinar científicamente y a lo largo de los años que, por un lado, los niveles de dioxinas y furanos tanto en las muestras biológicas de las poblaciones estudiadas como en las muestras medioambientales recogidas son equiparables a las observadas en áreas industriales de otras regiones del país; y por otro, que la exposición a la planta incineradora no es un factor de riesgo en la salud de la población.