La Conferencia Internacional sobre Huella Hídrica pone de relieve la importancia de la norma ISO 14046
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La creciente demanda de agua a nivel mundial y su progresiva escasez así como pérdida de calidad, han colocado a este recurso en el centro de todas las miradas. Según la última Encuesta Anual sobre Riesgos Globales (2014) del Fórum Económico Mundial, la crisis del agua es la tercera mayor preocupación a nivel global. Gobiernos, empresas y ciudadanos de todo el mundo buscan cómo gestionarlo de forma más eficaz y sostenible, y la evaluación de la huella hídrica puede ser una herramienta muy útil para conseguirlo.
Bajo estas premisas se ha celebrado la Conferencia Internacional sobre Huella Hídrica, organizada por la compañía especialista en sostenibilidad SUST4IN y patrocinada por la empresa de alimentación Central Lechera Asturiana y la certificadora DNV GL. Un evento que ha tenido como protagonista a la norma ISO 14046: 2014 “Gestión ambiental – Huella hídrica – Principios, requisitos y directrices”, aprobada el pasado 1 de agosto de 2014 y que ya se erige como el principal referente internacional para evaluaciones y comunicación de huellas hídricas.
Tal y como ha puesto de manifiesto Marcio Viegas, director y fundador de SUST4IN, “Una evaluación de huella hídrica no sólo permite valorar la magnitud de los potenciales impactos ambientales relacionados con el agua en productos, procesos y organizaciones, sino que también ayuda a identificar oportunidades para reducirlos, así como a facilitar la eficiencia y optimización de la gestión del agua”.
La Water Footprint Network (WFN), creada en 2008 y con sede en Holanda, es una de las organizaciones internacionales con mayor experiencia en materia de huella hídrica y responsable del desarrollo de la metodología de evaluación de huella hídrica (Water Footprint Assessment – WFA), ampliamente utilizada en todo el mundo. Su director de programas, Guoping Zhang, ha detallado sus peculiaridades y repasado las diferencias con la nueva norma ISO 14046, destacando que son complementarias. Así mismo, ha señalado que “la huella hídrica muestra que el consumo de agua crea impactos tanto locales como en el contexto global”.
En España, la aplicación del concepto de huella hídrica fue introducida en 2005 por el catedrático Ramón Llamas, director del Observatorio del Agua de la Fundación Botín. Nuestro país es además uno de los primeros que incluyeron el análisis de huella hídrica en los planes hidrológicos de cuenca, aunque en la práctica el proceso es lento. Llamas ha puesto también el énfasis en “la necesidad de reasignar los recursos que tenemos según los usos”.
En relación a esto, uno de los mayores consumidores de agua en el mundo es el sector agroalimentario; una industria preocupada también por mejorar su sostenibilidad y su eficiencia hídrica. Un ejemplo lo constituye Central Lechera Asturiana; según su directora de Sostenibilidad, Estefanía Iglesias, "somos conscientes que el consumo de agua es uno de los aspectos ambientales más significativos de la industria láctea. En los últimos años hemos reducido el consumo en nuestras instalaciones fabriles en más de un 20%, pero queremos dar un paso más disminuyendo nuestra huella hídrica en toda la cadena de valor. Estamos seguros de que esta norma ISO 14046 nos ayudará a conservar este importante recurso, básico para nuestra supervivencia".
Y para entender mejor la nueva norma, Marcio Viegas ha explicado los puntos clave de la misma. Entre ellos, ha recalcado que “se trata de una herramienta muy útil, diferente pero totalmente complementaria a la WFA, y que aporta información consistente, fiable y basada en evidencias científicas”. Lo que sin duda, ha añadido, “evita el greenwashing y aporta credibilidad para los que la implementan”. Como consultor experto en este campo, Viegas también ha querido lanzar una sugerencia para los que vayan a adentrarse en el mundo de la ISO 14046 “si vais a implementar la norma, comenzar a pequeña escala, verificarla por un agente independiente e inicialmente sólo comunicar internamente para evitar comparaciones”.
Volviendo al ámbito español, la multinacional Abengoa es también pionera en el cálculo de huellas ambientales a nivel corporativo. Fernando Martínez Salcedo, secretario general de Gestión de la Sostenibilidad de la misma, ha presentado su “standard de huella global”, lanzado hace escasas semanas y según el cual todas las sociedades de la compañía están obligadas a implementar el sistema de cálculo y la gestión de los factores e indicadores componentes de la huella global, siendo uno de ellos el factor agua. Asimismo, Martínez ha recalcado la importancia de analizar el binomio agua-energía: “para nosotros es una herramienta de eficiencia y de mejora continua de la gestión del recurso”.
La ronda de ponencias ha finalizado con la exposición de Juan Salido, director de Servicios de Sostenibilidad y responsable técnico de Huella Hídrica de DNV GL, una de las tres certificadoras líderes a nivel mundial. Él también ha coincidido en señalar las complementariedades y sinergias entre la ISO 14046 y la WFA, aunque ha centrado su exposición en el proceso de verificación como paso para proporcionar mayor credibilidad. Entre los desafíos de futuro ha señalado algunos como “el acceso a datos fiables y comparables en todo el mundo; adoptar enfoques de cadena de valor; y trabajar de forma estrecha con los grupos de interés a nivel de cuenca hídrica, entre otros”.
Curso de formación en Huella Hídrica e ISO 14046
Además de la conferencia, y como complemento a la misma, SUST4IN organizará los próximos días 22 y 23 de septiembre el curso “Huella Hídrica: Análisis y comunicación de acuerdo con la norma internacional ISO 14046:2014”. Una cita imprescindible para todos aquellos que quieran aprender las definiciones, principios, requisitos y directrices de la norma a un nivel necesario para poder implementar análisis de huella hídrica. Tendrá una duración de 16 horas y está dirigido a responsables de sostenibilidad, RSC, medio ambiente y/o agua. Más información e inscripciones al curso aquí.