La cogeneración en la descarbonización de la industria calorintensiva
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La cogeneración aúna reactivación verde y recuperación industrial. Es una tecnología lista para emplear gases renovables e hidrógeno, avanzando hacia la descarbonización de la industria calorintensiva.
El PNIEC debería ser actualizado con un enfoque más proclive a la reactivación industrial, puesto que en su actual redacción contempla la transición a diez años de solo 1.200 MW de cogeneración de los 2.600 MW en funcionamiento que acabarán su vida regulatoria en dicho plazo, algo letal para cientos de industrias asociadas que quedarían sin alternativas de competitividad ni soluciones de descarbonización, ahorro energético y competitividad, ya que todo ello pasa por sus plantas de cogeneración.
Recortar cogeneración implicaría subir un 20% los costes energéticos de 250 industrias, 6% del PIB industrial, empeorando en un 15% la eficiencia energética de la industria calorintensiva. Debe revisarse el PNIEC para potenciar la industria en la futura Ley de transición energética y cambio climático, adecuándola al nuevo contexto post COVID en el que la industria y la cogeneración son más vitales que nunca para el país.
La industria calorintensiva no puede electrificarse porque sus procesos industriales requieren altas temperaturas imposibles de lograr con electricidad. En España, la industria consume tres veces más energía en forma de gas que en forma de electricidad. Apoyar el gas como energía de transición hasta que se transforme nuestro sistema gasista a gases renovables e hidrógeno, es imprescindible para conservar la industria en el país.
Apoyar el gas como energía de transición es imprescindible para conservar la industria en el país.
La cogeneración es la aliada de la industria para la descarbonización de la mano del gas renovable y del hidrógeno. Sus ahorros de energía, emisiones y seguridad aportan beneficios a todos los consumidores, ya que sin cogeneración, la electricidad y el gas incrementarían su precio. El ahorro de energía, emisiones y generación distribuida de la cogeneración al sistema eléctrico es más de 1.000 M€/año.
La cogeneración renovable es posible ya tecnológicamente y las plantas pueden funcionar con mezclas de hidrógeno en la red de gas, con sistemas de producción y mezcla local de hidrógeno y con hidrógeno al 100%. Las expectativas y sinergias de la cogeneración en la nueva revolución verde son enormes. Pero se necesita seguridad jurídica ya que gran parte de las decisiones industriales pasan por contar con energía competitiva y marcos energéticos que la promuevan. Los países más industrializados apuestan por el desarrollo conjunto de cogeneración+energías renovables. A 2030 y 2050, la cogeneración debe seguir liderando la eficiencia energética en la industria calorintensiva, con flexibilidad operativa, hibridación con renovables y descarbonización.
La cogeneración renovable es posible ya tecnológicamente y las plantas pueden funcionar con mezclas de hidrógeno en la red de gas, con sistemas de producción y mezcla local de hidrógeno y con hidrógeno al 100%. Las expectativas y sinergias de la cogeneración en la nueva revolución verde son enormes.
Con cogeneración se fabrica el 20% del PIB industrial en 600 fábricas de sectores industriales calorintensivos de alimentación, química, papel, refino, cerámica, automóvil, textil, tableros, residuos y otras que precisan grandes cantidades de calor y electricidad que la cogeneración les suministra. Estas empresas calorintensivas, cuya competitividad depende de sus costes energéticos, exportan más del 50% de lo que producen y mantienen 200.000 empleos directos.
La cogeneración impulsa la competitividad industrial del país, aportando ahorro de energía y emisiones. Con ella se genera el 11% de la electricidad nacional, la mitad se autoconsume en las fábricas y el resto en las inmediaciones, suministrando el calor necesario para sus procesos fabriles. En ello utiliza el 25% del consumo nacional de gas (40% del total utilizado por la industria), que se transforma con la mayor eficiencia energética.
Esta tecnología vital para la industria, el sistema eléctrico y el gasista, aporta seguridad de suministro, reduce pérdidas en las líneas eléctricas y suministra localmente al ser generación distribuida y firme en los propios puntos de consumo.
Urgen soluciones para 46 industrias cogeneradoras, 442 MW, que finalizan ya su vida útil regulada, (200 a tres años, un tercio del sector, 1.500 MW), y que llevan siete años esperando el plan renove que contempla la Ley del sector eléctrico.
El Gobierno comunicó que publicará un plan renove a través de una subasta de régimen retributivo específico. Si no llega ya, será un desastre para la industria calorintensiva que urge a promulgar medidas transitorias urgentes para mantener activas estas cogeneradoras y preservar la actividad industrial asociada, las contribuciones al empleo y a la economía hasta que llegue el nuevo marco.
Artículo publicado en el número 227 Noviembre/Diciembre 2020