Claves para alcanzar un futuro circular de los plásticos
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Por Isabel Goyena, Directora General de Cicloplast
Son tiempos de profundos cambios en Europa para los plásticos, que están en el foco de atención de las administraciones públicas y de la sociedad en general. La época de la sociedad europea del reciclado ha quedado atrás para dar paso a la revolución que exige la “nueva economía circular”. Este concepto sin embargo todavía no es comprendido en su esencia por gran parte de la población y de las pequeñas empresas. Tenemos que conseguir explicar de un modo más sencillo en que consiste la Economía Circular de los plásticos y cuáles son las claves y necesidades para alcanzarla.
La acción legislativa europea promueve la Economía Circular, pero debe ser proporcionada, armonizada y aportar seguridad al sector empresarial.
La Comisión Europea publicó el 2 de diciembre de 2015, el nuevo paquete de medidas sobre la Economía Circular. Esta propuesta impulsa un cambio radical en el sistema de producción lineal que utiliza fundamentalmente materias primas vírgenes y elimina los residuos sin aprovecharlos. Es necesario cerrar el círculo del ciclo de vida de los productos a través del uso de materiales reciclados, utilizando así los recursos de modo más sostenible.
Los plásticos constituyen una de las cinco áreas prioritarias consideradas por la Comisión y en enero de 2018 fue publicada la “Estrategia Europea para los plásticos en una Economía Circular”, que incide especialmente en conseguir un reciclado plástico de calidad que realmente se pueda introducir en el proceso productivo y además de forma rentable.
Los plásticos tienen un gran valor durante su uso gracias a sus excelentes propiedades. Son versátiles, ligeros, nos permiten ahorrar energía, aportan seguridad y contribuyen a evitar el desperdicio alimentario entre otros beneficios. Pero además, también al final de su vida útil, convirtiéndose en nuevos recursos. Gracias al reciclado mecánico de los plásticos se pueden fabricar nuevos productos y cuando no es posible este reciclado, los plásticos se pueden transformar de nuevo en polímeros a través del reciclado químico o en energía.
Es fundamental que todos los agentes de la cadena de valor continuemos trabajando juntos para seguir mejorando la gestión sostenible de los residuos plásticos y que todos los residuos plásticos se transformen en recursos evitando que sean depositados en vertederos.
Dentro de los objetivos más relevantes que plantea esta Estrategia del plástico está el que en 2030, todos los envases de plástico puestos en el mercado europeo deberán ser reutilizables o reciclables de una manera rentable. También incluye la necesidad de que la industria se comprometa voluntariamente a utilizar, antes de 2030, 10 millones de toneladas de plástico reciclado en nuevos productos.
La Estrategia también pone el foco de atención sobre la necesidad urgente de reducir los residuos de plástico y el litter (abandono de residuos plásticos en la naturaleza) poniendo en marcha acciones tanto locales como a nivel mundial. Si bien es cierto que la mayor parte de los residuos plásticos en los océanos proviene de 10 ríos asiáticos y africanos, como sector proactivo y responsable debemos proponer soluciones efectivas para contribuir a la solución de este problema.
La acción legislativa europea hacia la Economía Circular continúa con los exigentes objetivos de reciclado de envases plásticos regulados en la modificación de la Directiva de envases y residuos de envases. Los nuevos objetivos que deben conseguir los envases plásticos son el 50% en 2025 y el 55% en 2030. Estando España en una situación muy favorable para su cumplimiento, ya que hemos alcanzado en 2017 el 48% de reciclado de todos los envases.
Finalmente, el pasado 21 de mayo, el Consejo de la Unión Europea aprobaba en tiempo record la Directiva de Plásticos de un solo uso cuyo principal objetivo es regular medidas para acabar con el litter y las basuras marinas. Entre estas medidas algunas que sin duda serán eficaces como la ampliación de la RAP (Responsabilidad Ampliada del Productor) a nuevos productos como colillas o redes de pesca, y también la necesidad de financiar medidas de prevención vía educación, concienciación y señalización en los productos.
Sin embargo otras imposiciones de la Directiva como la prohibición de ciertos productos plásticos o algunos polímeros no creemos que sea una línea que la Comisión Europea deba emprender, ya que crea incertidumbre y desconfianza en el sector empresarial y afecta a la estabilidad del mismo, que necesita más que nunca confianza y recursos para emprender e innovar. Creemos que hay que seguir avanzando en sistemas eficientes de recogida basados en la responsabilidad ampliada del productor y promover el reciclado.
En conclusión, una normativa armonizada tanto en Europa como en las distintas regiones españolas, que impulse la economía circular del plástico es muy necesaria, pero esta normativa debe ser proporcionada y dialogada con un sector que está completamente comprometido con el cambio.
¿Y cuáles son las claves para alcanzar esta Economía Circular de los Plásticos?
En primer lugar el ecodiseño de productos, y especialmente la reciclabilidad. La tarea no es sencilla, es necesario conjugar la funcionalidad de los productos con un diseño adecuado que permita su reciclado. Por ejemplo en el caso de los envases (sin olvidar la función de protección del alimento que evita el desperdicio alimentario), que el envase sea lo más sencillo posible para poder ser reciclable, de colores apropiados para su clasificación en plantas, y que el producto reciclado final obtenido tenga una calidad suficiente para poder ser incorporado a nuevos productos.
Para conseguir este reto necesitamos una definición clara y normalizada del concepto de reciclabilidad que dé respuesta a la pregunta: ¿cuál es el grado de reciclabilidad de un producto? Esto servirá además para informar y concienciar a la población. Existen varias iniciativas al respecto pero todavía no hay una armonización definitiva en este asunto.
Finalmente pero sin ninguna duda, lo más importante, es el impulso de la demanda del material de plástico reciclado. Esta demanda puede ser promovida mediante medidas económicas, desgravaciones fiscales al uso de reciclado que podrían basarse en créditos de carbono, incremento de tasas al depósito en vertedero, también medidas normativas como la obligación del uso de material reciclado en algunos productos y finalmente la concienciación de los consumidores y de las empresas que ponen sus marcas en el mercado, que tienen que demandar y exigir que sus productos incorporen reciclado.
Por otro lado, la innovación es clave para la circularidad de los plásticos. Cicloplast lleva años trabajando en proyectos I+D+i, tanto nacionales como internacionales, para promover nuevos mercados de plástico reciclado de alto valor añadido.
Entre los más recientes, destaca el Proyecto EPS –SURE un claro ejemplo de la circularidad de los plásticos, un proyecto de I+D+i de reciclado de plásticos que pretende ofrecer una solución técnica, ambiental y económicamente viable para transformar cajas de pescado de EPS (poliestireno expandido) en nuevos envases de plástico (PS-poliestireno) adecuados para contacto alimentario.
El proyecto, coordinado por CICLOPLAST, cuenta con la participación de ANAPE, COEXPAN, EL CORTE INGLÉS y TOTAL, entidades con un papel muy relevante en cada una de las etapas del proyecto, cubriendo así toda la cadena de valor. El reto del proyecto es demostrar que es posible fabricar poliestireno (PS) reciclado procedente de la caja de pescado, con las altas exigencias que requieren aplicaciones como los envases en contacto alimentario.
El proyecto que comenzó en julio 2017 y terminará en 2020, está cofinanciado por la Comisión Europea a través de la subvención LIFE y se está desarrollando en España, para posteriormente replicar y transferir la metodología EPS-SURE a otros países europeos.
En definitiva, el proyecto pretende convertir un residuo en un recurso con mucho valor evitando el vertedero y el littering. Se estima que podría reducirse en un 80% el vertido de cajas de EPS en Europa, a los 5 -10 años de implantar el proyecto. En la práctica los consumidores podrán encontrar en los lineales de venta, envases de yogur y bandejas de poliestireno fabricadas con material reciclado. Este es el futuro.
Por último y no menos importante hay que destacar la importancia de una mayor sensibilización e información a la población en general. Hay que acabar con actuaciones inapropiadas como la de algunas personas que abandonan los residuos plásticos en la naturaleza, en lugar de depositarlos donde deben, en el contenedor amarillo o en puntos limpios para asegurar que posteriormente será reciclado.
Desde 2016, Cicloplast promueve y organiza jornadas de sensibilización ambiental llamadas “Voluntariado Verde de Cicloplast”, para el cuidado del entorno natural en el marco del European Clean Up Day, promovido por la Comisión Europea. Ya son siete las acciones realizadas en Cataluña, Valencia y Murcia, en la que se ha contado en total con la participación de más de 900 voluntarios procedentes principalmente de empresas de plásticos mostrando así su compromiso ambiental. Cuidamos la naturaleza cuando reciclamos y, muy especialmente, cuando ayudamos a mantenerla limpia, cuando evitamos abandonar nuestros residuos en medios naturales.
Por otro lado, el año pasado varias entidades del sector del plástico, AIMPLAS, ANAIP, ANARPLA, AVEP, CICLOPLAST y PlasticsEurope, lanzábamos la campaña #NoCulpesAlPlástico y recientemente la campaña #DiseñadosParaProteger, el decálogo para comprender los beneficios de los envases plásticos en nuestro día a día. Con esta iniciativa queremos mostrar de forma gráfica algunas claves como la protección y conservación que ofrecen los plásticos para distintos tipos de alimentos evitando el desperdicio alimentario y asegurando la salud de los consumidores; su contribución a un transporte más sostenible aligerando el peso de la mercancía y por lo tanto luchando contra el cambio climático, etc…
Los plásticos nos aportan innumerables ventajas durante su uso y después hay que concienciar a la sociedad de que una correcta gestión de los residuos es imprescindible.
Datos sobre el reciclado y la gestión de los residuos plásticos
En 2017, el número registrado de toneladas recicladas de plástico ha sido de más de un millón (1.006.000 toneladas), lo que supone un índice de reciclado del 41%, tal como refleja el informe anual estadístico que realiza Cicloplast en colaboración con Anarpla.
Por primera vez en España, la cifra de toneladas de plástico reciclado supera a la de plástico depositado en vertedero, un dato que demuestra el aumento de la sensibilización de la sociedad en materia de reciclaje, así como los esfuerzos e innovaciones de los sistemas de recogida y procesos de reciclado.
En el mismo periodo, se contabilizaron un total de 2,4 millones de toneladas de residuos plásticos en España, de los cuales el 20% se destinó a la valorización energética, una cifra demasiado baja si se compara con otros países europeos que complementan su reciclado con la recuperación energética, consiguiendo índices de vertedero más bajos que en España, que actualmente alcanza el 39%.
Artículo publicado en el número 214 Especial Reciclaje 2019