Cerca de un 25% de los residuos electrónicos no se reciclan al final de su vida útil

Para conmemorar el próximo Día Internacional de los Residuos Electrónicos, el 14 de octubre, se insta a los consumidores de todo el mundo a recoger los productos electrónicos y eléctricos sin vida útil y/o sin uso y darles una segunda vida a través de su reutilización o reparación, o reciclarlos adecuadamente.

El informe Global E-waste Monitor 2024 (elaborado por UNITAR en cooperación con la UIT) informó que casi una cuarta parte de los desechos electrónicos al final de su vida útil terminan en la basura doméstica, desperdiciando miles de millones de dólares en cobre, oro y otros metales preciosos, materiales críticos para la producción de dichos productos, junto con plásticos valiosos y vidrio.

Eso equivale a 14 millones de toneladas de desechos electrónicos (productos muertos o sin usar con batería o enchufe) desechados junto con los residuos domésticos comunes. Esa cantidad de desechos electrónicos equivale al peso de unos 24.000 de los aviones de pasajeros más pesados ​​del mundo, lo suficiente para formar una fila ininterrumpida de aviones gigantes desde Londres a Helsinki, de Nueva York a Miami, de El Cairo a Trípoli o de Bangkok a Calcuta.

Según Pascal Leroy, director general del Foro de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), con sede en Bruselas, la organización que impulsa el Día Internacional de los Residuos Electrónicos: “Los pequeños aparatos electrónicos y eléctricos, como teléfonos móviles, juguetes, mandos a distancia, consolas de juegos, auriculares, lámparas, pantallas y monitores, equipos de calefacción y refrigeración y cargadores, están por todas partes. Y los componentes electrónicos integrados en productos de consumo grandes y pequeños, incluso la ropa, son ahora omnipresentes. Según UNITAR y la UIT, solo los 844 millones de cigarrillos electrónicos desechados en 2022 contenían suficiente litio, por ejemplo, para alimentar 15.000 coches eléctricos”.

Magdalena Charytanowicz, del WEEEForum, encargada del Día Internacional de los Residuos Electrónicos, añade: “Sabemos qué hacer y podemos hacerlo mejor”. Charytanowicz afirma que el lugar para comenzar es el cajón de trastos, una característica común en los hogares de todo el mundo.

A nivel mundial, hay 108 suscripciones a teléfonos móviles por cada 100 personas. Y encuestas anteriores han demostrado que solo en los hogares europeos hay unos 700 millones de teléfonos móviles sin usar o que no funcionan, una media de más de dos por hogar.

Añade que “el acaparamiento es un problema predominantemente en los países más ricos. En otros lugares, las razones para conservar electrodomésticos suelen ser la preocupación por los datos personales o el deseo de recuperar parte de su valor”.

Una encuesta de 2022 ayudó a explicar por qué tantos hogares y empresas de la UE no llevan sus RAEE para su reparación o reciclaje. La encuesta, realizada por miembros del Foro WEEE (entidades sin fines de lucro que recogen residuos electrónicos de hogares y empresas en nombre de los fabricantes) y consolidada por el Programa de Ciclos Sostenibles (SCYCLE) de UNITAR, mostró que el hogar europeo medio contiene 74 productos electrónicos, como teléfonos, tabletas, ordenadores portátiles, herramientas eléctricas, secadores de pelo, tostadoras y otros electrodomésticos (excluidas las lámparas). La muestra de la encuesta incluyó 8.775 hogares de un grupo diverso de países de la Unión Europea (Portugal, Países Bajos, Italia, Rumanía y Eslovenia), junto con una encuesta del Reino Unido.

De los 74 productos electrónicos promedio en total, 13 estaban acaparados (9 de ellos sin uso pero funcionando, 4 rotos). Las principales razones de este acaparamiento en Europa son:

• Podría volver a usarlo en el futuro (46%)

• Planea venderlo/regalarlo (15%)

• Tiene valor sentimental (13%)

• Podría tener valor en el futuro (9%)

• No sé cómo desecharlo (7%)

Otros incluyen:

• No tuve tiempo, lo olvidé, no ocupa mucho espacio (3%)

• Uso previsto en segunda residencia (3%)

• Presencia de datos sensibles (2%)

• No hay incentivo para reciclar (1%)

Una investigación complementaria revela qué motiva a las personas a reciclar los residuos electrónicos:

• Conocimiento: comprender dónde y cómo desechar los desechos electrónicos y por qué nuestras acciones pueden marcar la diferencia;

• Puntos de recogida cómodos: facilitan a los consumidores realizar el gesto correcto;

• Compensación: algunos consumidores están motivados por compensaciones financieras o de otro tipo;

• Normas sociales: seguir lo que hacen los demás

• El cuidado del medio ambiente, una preocupación creciente para muchos;

• Beneficios para organizaciones benéficas: hacer algo bueno por los demás, como ofrecer electrodomésticos que no se utilizan para su reutilización, es un gran motivador.